Exteriores del Ministerio de Sanidad.
A pesar de que los abrazos y las
lágrimas de felicidad han protagonizado los actos de asignación de plaza MIR 2025, no han sido la única cara de este proceso. También ha habido espacio para las decepciones, los sueños rotos y la
frustración de quienes no han logrado acceder a la especialidad que deseaban. Un duro golpe que todavía es más difícil de digerir cuando un médico ve cómo la disciplina en la que quiere formarse se agota tan solo 40 puestos antes de su turno de elección. "
Me sentí muy decepcionado", ha reconocido uno de los facultativos que ha vivido esta experiencia negativa.
A pesar de que Marcos -nombre ficticio- siempre había querido hacer
Urología, tenía claro que, con su número de orden, esa especialidad estaba fuera de sus posibilidades. Aún así, no era la única le gustaba, ya que
Cirugía Torácica también la tenía en su punto de mira. De hecho, desde el primer día que el 'Simule' estuvo disponible, esta herramienta le indicaba que, con su resultado en el
examen MIR, podría optar a este destino y, además, en la ciudad que quería.
Plaza agotada 40 puestos antes de la elección
Tras dos semanas siendo consciente de que se convertiría en residente de Cirugía Torácica, la noche antes de su llamamiento, la estimación de ‘Simule’ cambió, y
ya no le aseguraba que fuese a tener hueco. Aún así, la esperanza nunca la perdió. "Durante mi turno de elección solo quedaba una plaza. Fui viendo como mis compañeros iban eligiendo otras ramas y yo creía que iba a poder optar por ella, pero se terminó agotando 40 puestos antes de que yo pudiera decidir", ha lamentado a
Redacción Médica.
En ese momento, Marcos se dio cuenta de que "toda su vida" iba a sufrir un cambio. A diferencia de otros compañeros, quienes optan por buscar alternativas para formarse como residentes, este médico tuvo claro que se volvería a presentar al examen
MIR. "Me sentía decepcionado. Y fue difícil tener que pensar que iba a volver a pasar por una preparación de tantos meses, con el sacrificio que ello conlleva", ha explicado.
Gestionar la frustración de no tener plaza MIR
Aunque al principio ha sido duro gestionar esa frustración, Marcos intenta canalizar esos sentimientos centrándose en su trabajo. "Yo soy
médico en una residencia. Aquí tenemos bastantes pacientes y simplemente intento olvidarme del proceso de asignación durante mi jornada. Quiero hacer mi trabajo lo mejor que pueda y
no pensar en esa parte del MIR hasta que me toque volver a ponerme. Así lo estoy manejando. Hago como si no hubiese pasado nada", ha subrayado. Eso sí, a pesar de que tendrá que volver a repetir la prueba, este facultativo pretende
compaginar los estudios con su trabajo.
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