Fernando De Teresa, director académico del MIR de CTO.
A pesar de que el proceso de asignación de plaza
MIR suele ser un momento de felicidad y alegría para los médicos, no todos los futuros residentes lo viven de la misma manera. Mientras que algunos consiguen optar sin problemas por la
especialidad con la que siempre han soñado, otros, debido a su alto número de orden, presencian cómo en cada llamamiento los cupos de su disciplina sanitaria se van adjudicando hasta que, lamentablemente,
el destino se agota antes de que tengan la oportunidad de elegir.
Por tanto, que un médico no haya podido conseguir su plaza deseada durante los
actos de adjudicación puede generarle una gran frustración. Además, puede sentir que todos los planes que tenía en mente se desvanecen, a pesar del esfuerzo que ha invertido durante este último año para conseguir cumplir su sueño.
Un 'batazaco' que, como es de esperar, no es para
nada fácil de asimilar. Por eso, es fundamental que estos perfiles sepan
cómo gestionar esa frustración para que que no les afecte más de lo necesario y llegue a nublar su juicio. En este sentido,
Fernando De Teresa, director académico del MIR de CTO, ha recordado que, debido a que no existe nota de corte como tal, prácticamente todos los aspirantes pueden elegir plaza, pero
la verdadera frustración suele aparecer cuando no se consigue el destinado deseado, especialmente en el caso de quienes tenían “muy claro” qué querían hacer y dónde.
¿Volver a presentarse al examen MIR?
En una situación así, hay facultativos que toman la determinación de
volver a estudiar para presentarse al
examen MIR y optar por aquello que realmente desean. “Y esa decisión lo cambia todo. No es lo mismo estar frustrado por no haber logrado algo sin alternativa posible, que sentirse así habiendo tomado conscientemente la
opción de volver a intentarlo. En ese caso, se transforma en una apuesta personal y
en una forma de confiar en uno mismo. Y, precisamente eso
, mitiga mucho el malestar inicial, porque ya no solo es una decepción, sino también
una nueva meta”, ha subrayado a
Redacción Médica.
De hecho, ha añadido De Teresa, hay futuros residentes que acaban de pasar por esta vivencia y que, en “muy poco tiempo” se convierten en
personas centradas en su siguiente objetivo:
volver al examen MIR con “más experiencia”, conocimientos y herramientas para lograr su hueco dentro del sector sanitario. “Como ocurre en muchas situaciones de la vida, todo cambia si uno puede resarcirse pronto y volver a intentarlo.
Eso hace que sea más fácil llevar la frustración”, ha argumentado.
Renunciar a una plaza para volver a hacer el examen MIR
Además, este profesional ha puesto en valor la “valentía” de los médicos que toman el camino de
repetir la prueba. “No es fácil renunciar a una plaza disponible sabiendo que podrías empezar ya una residencia (…) Pero si uno sopesa esa decisión desde una reflexión profunda, y piensa en la profesión que ejercerá en los próximos 40 años, la idea de invertir unos meses para conseguir una plaza más acorde con su perfil
cobra mucho más sentido”, ha detallado.
Para De Teresa, la “clave” en este contexto está en
no quedarse mirando al pasado para “lamentarse”, sino hacerlo para ser conscientes de que se puede mejorar el resultado. Y, por supuesto, dar un paso al frente y mirar hacia el futuro y a los nuevos retos que están por llegar. “
En unos meses todo esto pasará. Volverá la elección de plaza, y esa asignación, si llega tras una decisión difícil y valiente,
el médico la vivirá con más intensidad, alegría y satisfacción. Porque, en el fondo, se trata de pelear por el propio sueño y no conformarse. Y eso, tarde o temprano,
tiene recompensa”, ha aclarado.
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