Abel Láriz, estudiante de Medicina, detalla cómo ha sido su experiencia de prácticas en un hospital de Marrakech.

Abel Láriz, estudiante de Medicina, explica cómo han sido sus prácticas médicas en Marruecos.
Abel Láriz, estudiante de cuarto de Medicina.


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Dicen que viajar te abre la mente, pero, en el caso de Abel Láriz, le ha cambiado totalmente la vida. Y es que este estudiante de Medicina ha estado durante un mes de prácticas en un hospital de Marrakech (Marruecos), donde ha aprendido nuevos procedimientos y a ejercer la propia actividad médica como si fuese "uno más" dentro del equipo. Una experiencia que no "olvidará jamás" y que le ha nutrido de nuevas perspectivas sobre las capacidades de los médicos y del funcionamiento del sector sanitario. Y sin olvidar otros aspectos que le han sorprendido enormemente, como que los MIR tengan que hacer guardias de 48 horas los fines de semana.

La idea de marcharse a Marruecos durante un año no estaba en un primer momento en los planes de Láriz. Este estudiante estaba apuntado a la asociación 'Ifsa', que, de manera muy resumida, gestiona los intercambios entre estudiantes de Medicina de distintas facultades de mundo. "Podía haberme ido a algún país europeo pero decidí Marruecos porque me interesaba conocer su sistema de salud, ya que es algo distinto. Me parecía muy interesante”, ha aclarado a Redacción Médica.

Láriz, quien acaba de regresar a España para comenzar cuarto de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid, ha estado durante un mes en la UCI postquirúrgica del Hospital Universitario Mohammed VI, en Marrakech. "Ha sido una experiencia que me ha cambiado la vida. Iba con muchas expectativas porque me habían hablado muy bien de este país y las ha cumplido, tanto a nivel de turismo, como de hospital", ha reconocido.

Prácticas de Medicina en Marruecos


Durante su tiempo en Marruecos, Láriz ha estado trabajando en el Servicio junto a cuatro MIR y dos enfermeras y, según ha añadido, le han dejado realizar "multitud" de procedimientos que en España son impensables, como poner sondas, quitar catéteres o sacar sangre a los pacientes. "Al principio lo hacía con supervisión, pero, después de dos semanas, me dejaban solo. Para mí ha sido super emocionante. De pasar a hacer prácticas en España, que teóricamente están genial, pero en el hospital eres como una planta, a que cuenten conmigo y practicar la actividad médica como si fuese uno más", ha resaltado notablemente emocionado.

En cuanto al funcionamiento del sistema de salud marroquí -tanto público como privado-, hay varios aspectos que han sorprendido al protagonista de esta historia. Uno de ellos ha sido la gran capacidad que tienen todos los profesionales sanitarios con los medios que tienen a su alcance en los hospitales. "No quiero decir que sea un país subdesarrollado, pero sí que han tenido que reinventarse en algunas cosas. Por ejemplo, para sacar sangre utilizan guantes porque no tienen tiras. Lo que quiero decir es que tienen mucha capacidad de ingenio y de trabajo en equipo. Y confían mucho los unos de los otros", ha narrado. 

¿Cómo son las guardias en Marruecos?


Otro de los puntos más sorprendentes de su sistema de salud está relacionado con las guardias. Y es que los MIR hacen jornadas de 48 horas los fines de semana, una vez al mes. "Entre semana no hace falta porque tienen huecos para cubrir las necesidades. Pero da la impresión de que, aunque no les guste, tienen asumida esta realidad”, ha lamentado.

En cuanto al salario que cobran estos residentes, el Gobierno de Marruecos ofrece dos posibilidades. La primera, estar los cuatro o cinco años que dura la especialidad ganando 800 euros -con sus respectivos aumentos por año de formación-, pero con la obligación de que, una vez finalicen la residencia, se queden trabajando durante ocho años en el sistema público del país."Hay que tener en cuenta que con ese dinero, en este país, no se vive mal", ha aclarado.

¿Cuánto gana un MIR en Marruecos?


La otra opción disponible que, según ha detallado Láriz, es cobrar durante toda la residencia unos 350 euros mensuales y, tras acabar, tener la libertad de migrar a otro país o de trabajar en el sector privado. "Esta vía se está intentendo cambiar para llegar a un punto medio", ha añadido. 

Ahora que ha vuelto a España, Láriz todavía tiene esa resaca emocional por todas las experiencias vividas. De hecho, tiene claro que se hubiese quedado más tiempo si hubiese podido. "La ciudad y su gente me ha encantado y, a nivel sanitario, he aprendido muchísimo. Estoy muy satisfecho con mi decisión", ha concluido.
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