CESM responde a la situación laboral denunciada por algunos facultativos para este verano

 José María Soto, sindicalista de CESM, afirma que superar la jornada médica semanal de 48 horas "debe implicar consecuencias".
José María Soto, sindicalista de CESM.


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El ‘deja vu’ de cada verano en las plantillas del Sistema Nacional de Salud (SNS) lo ilustra el cirujano Álvaro García-Sesma, que, tal y como recogió Redacción Médica, vaticina que solo lo que resta de agosto tendrá que trabajar unas 230 horas. El tiempo sobrante tampoco le pertenece totalmente, pues ha de estar localizado para cualquier urgencia. Su caso es uno de muchos, advierten desde la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM), que sostiene que se trata de un problema bastante generalizado en su gremio. El cómputo de horas mensuales que estos profesionales se ven forzados a trabajar, añaden las fuentes consultadas por este periódico, se aleja mucho de los estándares europeos, que establecen un ‘tope’ de 48 horas semanales. Aunque sus objetivos a medio plazo son más ambiciosos.

“Entendemos que debe haber límites, como en cualquier convenio, y que incumplirlos tiene que acarrear consecuencias”, defiende José María Soto, quien representa a CESM en las negociaciones que los sindicatos vienen manteniendo con el Ministerio de Sanidad para dar forma al futuro Estatuto Marco del personal de salud. Un texto que en cualquier caso rechaza, pues insiste en la necesidad de articular un código laboral exclusivo para los facultativos que reconozca sus ‘singularidades’. Entre otras, la relativa al horario.

“Muchos médicos hacen más de lo que les corresponde”


De hecho, las grietas de las plantillas médicas se hacen especialmente visibles en los meses de verano debido en esencia a la necesidad de cuadrar las vacaciones de los facultativos.

Soto incide, en este sentido, en que ninguna otra profesión sanitaria arrastra las imposiciones de horario de los médicos. “Lo que pedimos es que se cumpla la normativa europea, que establece 48 horas semanales, pero hay muchos compañeros que hacen más de las que les corresponde”, explica a Redacción Médica. En el caso de García-Sesma, este mes realizará cinco guardias, lo que le llevará a superar las 230 horas solo en agosto. “Pero es que hay gente que hace seis, siete u ocho”, apunta el dirigente de CESM.

Reitera José María Soto que el objetivo es avanzar hacia la métrica horaria europea e incluso mejorarla, de forma que la jornada ordinaria no superarse las 35 horas semanales y no se tuvieran que realizar más de “tres o como mucho cuatro guardias”. Esas horas de ‘atención continuada’, añade, han de tener una “retribución superior a las ordinarias”, tal y como han trasladado al Ministerio de Sanidad.

“Entendemos que ha de haber límites de jornada como en cualquier convenio y que incumplirlos tiene que acarrear consecuencias -subraya-. Se está incumpliendo la normativa europea, y el Estatuto, en muchos aspectos, lo sigue perpetuando”.

El nuevo horario que defiende Sanidad


Por el momento, Sanidad ha abogado por ‘limar’ el tiempo de las guardias salvo en situaciones excepcionales. De esta forma, el objetivo es que la suma de la jornada ordinaria y la de guardia no sobrepase las 17 horas. Considera el departamento de Mónica García que el nuevo Estatuto Marco logrará instaurar un tope semanal (en cómputo) de 45 horas frente a las 48 que marca Europa.
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