Manuel Echanove, alumno del grado en Medicina en la Universidad de Huelva
Nunca es tarde para
volver a empezar y cumplir sueños, incluso cuando estás cerca de los 80 años. Si no, que se lo digan a
Manuel Echanove, que el año pasado,
a sus 78 años, decidió empezar el grado en Medicina en la Universidad de Huelva (UHU): “Es una carrera que toda la vida me gustó muchísimo”, cuenta el alumno senior a
Redacción Médica. Echanove se ha dedicado toda su vida al ámbito de la Economía, pero también se acercó al sector sanitario cuando estuvo trabajando en un laboratorio farmacéutico. Aunque realmente lo que le despertó el interés por la profesión médica fue
relacionarse con amigos que se dedicaban a ello, pero en su momento no dio el paso: “Al final, terminas unos estudios, conoces a una persona, te casas, y con los hijos, el trabajo…
y pasan un montón de años y no has hecho lo que realmente te apetecía”, admite el entrevistado.
Aunque comparte aula con los alumnos de la UHU, Echanove realmente es lo que se denomina un “alumno oyente”, es decir,
no se examina y cursa dos asignaturas al cuatrimestre, lo que permite el Aula de la Experiencia de la Universidad, el espacio para los estudiantes de más de 55 años. “Es la que ha tenido la capacidad de motivarnos a muchísimas personas de mi edad para que hagamos cosas”, admite el estudiante de Medicina. Y es que, al finalizar sus años como participante en clase, el Aula de la Experiencia entrega un reconocimiento a los alumnos mayores: “Yo lo tengo muy claro, yo quiero estudiar el
grado de Medicina porque quiero disfrutarlo, pero yo sé que
no voy a ser médico nunca. No ejerceré, ni se me ocurrirá llevarle la contraria a ningún profesional”, sostiene Echanove.
Su sueño, la cirugía cardiovascular
El entrevistado a día de hoy no va a ejercer, pero si hubiese estudiado la carrera cuando era joven, su sueño hubiese sido ser
cirujano cardiovascular: “
Me hubiera encantado. Pero por una serie de motivos no lo hice y ahora tengo la oportunidad de estudiar asignaturas, ir compaginándolas, e ir subiendo poco a poco, hasta que el cuerpo aguante”, explica. Aunque tiene motivación, admite que hay retos, sobre todo a la hora de adaptarse a los tiempos de la clase: “
Coger el ritmo de sentarte a repasar, a estudiar… no es igual. Pero lo hago con ánimo y con el planteamiento cómodo de que el final del estudio no es el inicio de un proyecto de vida", asegura.
De las asignaturas, las que le parecen más interesantes son
Anatomía Patológica o Circulatorio, las cuales le apetece más estudiar que Farmacología Básica, aunque entiende que es fundamental manejarla: “Entiendo que para ellos es importantísimo empezar con la asignatura y saber por dónde se mueven. Pero yo, en el caso de la Farmacología Básica, me remito a la experiencia que tuve trabajando en el laboratorio”, expresa Echanove. Algo que cuenta con especial cariño es la vitalidad que le da estar rodeado de compañeros de 18 años:
“La juventud de hoy día es una juventud fantástica”, y destaca que lo más importante de estudiar Medicina a su edad rodeado de gente joven es “la alegría de vivir”.
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