Alejandro Blanco, enfermero de Urgencias y Emergencias.
La
ambulancia no es territorio exclusivo del médico y el
técnico en Emergencias Sanitarias (TES). Y es que todas las UVI móviles cuentan con enfermeras entre los miembros de su equipo. Es más, 3.475 profesionales laboran en los vehículos sanitarios de las casi 4.000 integrantes de la
Enfermería de Emergencias, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad. Un sector presionado por la falta de personal, lo que eleva su sobrecarga de trabajo y, por ende, incide en su estado físico y mental. Un malestar al que se suma la carencia de
una especialidad que reconozca su formación. Precisamente, esta es una de las peticiones principales de este colectivo del campo de la salud.
Alejandro Blanco se sube cada día a una ambulancia. Su rutina se caracteriza por la celeridad y la atención inmediata. También por la capacidad de adaptación, al tener que asistir a pacientes en distintos lugares. Desde una carretera o el interior de un domicilio hasta dentro de la ambulancia en dirección al hospital. Unas circunstancias que otorgan
un cierto componente de peligrosidad. Riesgo que se combate con instrucción. "Un trabajo nunca debería ser duro ni peligroso, muchos menos si la consecuencia es algo tan delicado como una vida humana", ha indicado Blanco a
Redacción Médica. "Pese a todo, los trabajos más arriesgados se controlan con formación y medidas de seguridad", ha continuado.
El enfermero ha definido la asistencia de Emergencia como "profesional y especializada", independientemente de que esté regladas o no dicha disciplina. Sin embargo, conseguir
una especialidad sería importante para garantizar una mejor atención al paciente. "Que la Enfermería no tenga especialidades reconocidas en todos los campos hace que la asistencia sea de peor calidad y que la formación recaiga en la responsabilidad de cada enfermero, lo que es una irresponsabilidad organizativa", ha argumentado Blanco.
"Los trabajos más arriesgados se controlan con formación y medidas de seguridad"
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En este sentido, las sociedades científicas de las enfermeras en servicios de Urgencias y Emergencias inciden en la creación de una especialidad a la que puedan acogerse todas las integrantes de la profesión. De momento,
han mantenido conversaciones con el Ministerio de Sanidad y
buscan recabar apoyos en las comunidades autónomas para su creación.
Jornada de una enfermera en una ambulancia
La rutina no existe en los profesionales que trabajan en UVI móviles. La sorpresa marca el paso del tiempo en los
largos turnos de 17 o 24 horas a los que se enfrentan. "El desarrollo del día cambia y depende mucho de la época del año o el momento de la semana", ha indicado Blanco.
Según el sanitario, de lunes a miércoles, la mayoría de avisos corresponden a
patologías crónicas agudizadas. "Atendemos muchos problemas cardíacos, respiratorios… En general de personas mayores", ha revelado. Casos que se combinan con
accidentes de tráfico y crisis de ansiedad, la causa más frecuente de emergencia fatal. "Todavía hay muy poca acción preventiva al respecto", ha lamentado. El panorama cambia a partir del jueves, cuando traumatismos y caídas se adueñan de las llamadas de auxilio.
"El desarrollo del día cambia y depende mucho de la épica del año o el momento de la semana"
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A nivel de tareas, siempre arrancan con
la revisión del material de la ambulancia. "Todos los días revisamos gasas, antisépticos, sueros o vías. El resto de instrumentos se revisa con un tiempo programado de dos a siete días", ha asegurado. Después, comienza la acción. El número de avisos determina el desarrollo de la jornada. En algunas, tienen tiempo de descansar, reunirse o realizar cursos de formación. En otras, apenas tienen tiempo para reponer los enseres del vehículo.
Mejora de las condiciones laborales
La variabilidad aleatoria de la profesión desgasta. Pero, también lo hacen
las condiciones laborales. "No es que fueran muy buenas hace 10 años, pero ahora notamos más los recortes y la falta de prioridad en la atención sanitaria en general", ha aseverado Blanco.
El enfermero ha denunciado la reducción del material y
la escasez de profesionales, pese a que las plantillas no han dejado de crecer en todas las comunidades autónomas en los últimos años, según Sanidad. Sin embargo, también lo ha hecho la población, cada vez más envejecida y necesitada del servicio que dan las ambulancias. "No estamos todo lo cómodos que, a mi parecer, deberíamos. Hay que pensar que un equipo que va a responder a un accidente de tráfico
debería estar descansado y bien alimentado", ha afirmado. El aumento de la presión asistencial y la carencia de sanitarios hace que está situación no se dé, lo que empeora la propia atención al paciente, a pesar de los avances tecnológicos y la mejor formación del personal.
"No estamos todo lo cómodos que deberíamos"
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Asimismo, Blanco ha reclamado impulsar la promoción profesional de las sanitarias a bordo de las ambulancias, con la misión de
alcanzar puestos de responsabilidad dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS) y elevar sus salarios. "Hacer oídos sordos y aplaudirnos por las ventanas es sensacionalismo", ha sentenciado.
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