El estudio del gen p16 abre la vía hacia cómo entender la tumorigénesis



5 sept. 2014 12:03H
SE LEE EN 3 minutos
Redacción. Madrid
Las alteraciones epigenéticas por sí solas pueden causar cáncer. La primera evidencia en vivo se ha producido en un estudio en ratones llevado a cabo por investigadores estadounidenses del Centro de Investigación sobre Nutrición Infantil USDA/ARS en el Colegio Baylor de Medicina y el Hospital de Niños de Texas.

Lanlan Shen, profesora asociada de Pediatría del Colegio Baylor de Medicina, EEUU.

Lanlan Shen, profesora asociada de Pediatría de Baylor y autora principal del estudio, relata que “sabíamos que los cambios epigenéticos se asocian con el cáncer, pero no se sabía si se trataba de una causa o una consecuencia. El desarrollo de este nuevo enfoque de ingeniería epigenética nos permitió probar si los cambios de metilación del ADN por sí solos pueden conducir al cáncer".

En las últimas décadas los científicos han llegado a creer que los cambios epigenéticos también juegan un papel en esta enfermedad. En particular, la metilación del ADN, la adición de un grupo metilo (o molécula), es un interruptor epigenético que de forma estable puede desactivar los genes, lo que sugiere un potencial para causar cáncer igual que lo puede hacer una mutación genética.

Ahora, Lanlan Shen y su equipo han evidenciado la formación de cáncer por unidades de metilación del ADN, centrándose en el gen p16. Un gen que normalmente funciona para prevenirlo, pero que está metilado comúnmente en un amplio espectro de cánceres humanos.

Los investigadores idearon un enfoque para diseñar la metilación del ADN específicamente en la región del ratón reguladora de p16 y, como estaba previsto, el promotor p16 diseñado actuó como un imán de la metilación. A medida que los roedores alcanzaron la edad adulta, el aumento gradual de la metilación de p16 condujo a una mayor incidencia de cánceres espontáneos y redujo la supervivencia.

Un descubrimiento que tiene profundas implicaciones para futuros estudios, pues según la profesora Shen, “los cambios epigenéticos son potencialmente reversibles”. Se trata de “un nuevo enfoque muy útil porque además de p16, hay muchos otros genes y enfermedades distintas al cáncer que están conectados a la epigenética, como las patologías del neurodesarrollo, la obesidad y la diabetes”, señala la autora del análisis.

Robert Waterland, profesor asociado de Pediatría de Baylor y participante del estudio, asegura que “al identificar los cambios epigenéticos que predisponen a las personas al cáncer, éstos pueden ser tratables o prevenibles. El artículo, por tanto, aporta nuevas formas de lidiar con el cáncer”.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.