Una farmacéutica comunitaria opina que la comunicación es la base para hacer un buen seguimiento farmacoterapéutico

"La receta electrónica comunica a las farmacias y los centros de salud"
Fachada de una Farmacia.


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Cada vez son más las competencias de los farmacéuticos comunitarios, también en zonas rurales, donde el seguimiento de los pacientes, normalmente de edades más elevadas y con patologías múltiples, son un complemento indispensable al trabajo que se hace desde el centro de salud de la localidad. Pero para que todo funcione correctamente y con eficacia, es necesario replantearse los mecanismos para conseguir que la comunicación entre los distintos agentes sanitarios implicados fluya. Raquel Casado es farmacéutica comunitaria en Buitrago de Lozoya, Madrid, y piensa que esto es esencial para hacer un correcto seguimiento farmacoterapéutico de los pacientes: “El tener un seguimiento continuo del paciente y poder estar en comunicación con el médico es una cosa que avanzaría bastante y sería un nuevo arma para la prevención en enfermedades”, explica.

Casado aclara que no piensa que sea un problema de falta de voluntad de médicos y enfermeras, sino que la cuestión reside en que no hay un sistema de comunicación efectivo entre todas las partes. Esto, según la especialista, podría solventarse por medio de la receta electrónica: “Tanto la farmacia, como el centro de salud, el médico y la enfermera pueden estar comunicados mediante la receta electrónica”, afirma. La farmacéutica pone un ejemplo reciente, pues acaba de tener un alta de un paciente polimedicado y incide en que las enfermeras y los médicos son los que tienen que confirmar los cambios que tengan que ver con la persona que atienden: “Cualquier comunicación, ya sea por correo o por teléfono, está bien para actualizar las hojas de medicación de los pacientes para poder realizar los sistemas personalizados de dosificación (SPD)”, concreta. Aunque estos sistemas empiezan a ser una realidad, Casado admite que “implementar algo nuevo es un mundo”.

La receta electrónica llega a la Comunidad de Madrid


Al hilo de la opinión de Casado sobre cómo la receta electrónica podría mejorar la comunicación entre facultativos, enfermeras y farmacéuticos, Muface ya ha implantado su particular Sistema Integrado de Receta Electrónica (Sirem) en la Comunidad de Madrid. Desde el 4 de noviembre cerca de 170.000 mutualistas se benefician de este avance, que implica que ya no es necesario un talonario en papel para la dispensación de medicamentos en oficinas de farmacia.

En este momento, el Sirem está presente en la mayoría de comunidades autónomas. Cantabria fue la primera en adoptar el sistema en 2020. El despliegue continuó en 2022 con la incorporación de Asturias y Canarias, y se afianzó en 2023 con la llegada a Extremadura y La Rioja. Fue en el 2024 cuando se sumaron Navarra, Murcia, Islas Baleares y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Este 2025 ha contado con la integración de Castilla-La Mancha y Galicia en julio, seguida por Aragón en septiembre, continuando con la incorporación de la Comunidad de Madrid a la lista. A esta, se unirá País Vasco el 14 de noviembre, y la receta electrónica estará operativa desde el día 25.
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