Diccionario de enfermedades

Fiebre de origen desconocido

¿Cómo se diagnostica la fiebre de origen desconocido?
La fiebre de origen desconocido (FOD o FUO del inglés Fever of Unknown Origin) se define como la presencia de fiebre mayor de 38,3ºC durante al menos 3 semanas, sin que se haya llegado a ningún diagnóstico después de haber realizado diversos análisis y estudios radiológicos.

¿Cuáles son sus causas de la fiebre de origen desconocido?


Las causas de la fiebre de origen desconocido son múltiples y muy diversas en función del tipo de enfermedades más frecuentes de un determinado país. A su vez, a lo largo de las últimas décadas, la reducción del número de enfermedades infecciosas en los países industrializados y la disponibilidad de nuevas pruebas diagnósticas, han hecho cambiar la frecuencia relativa de las causas de fiebre de origen desconocido. Las más frecuentes son:
  • Enfermedades infecciosas. Numerosas enfermedades infecciosas pueden producir una fiebre de origen desconocido, entre ellas:
  • Tuberculosis.
  • Fiebre de Malta (Brucelosis).
  • Fiebre tifoidea.
  • Fiebre Q.
  • Síndromes mononucleósicos.
  • Endocarditis infecciosa.
  • Abscesos en diversos órganos.
  • Otras muchas infecciones por bacterias, virus, parásitos u hongos.
  • Enfermedades tumorales. Diversos tumores pueden producir fiebre como única manifestación inicial. Los más frecuentes son:
  • Linfomas.
  • Cáncer de pulmón.
  • Cáncer de riñón.
  • Cáncer de colon.
  • Otros cánceres de cualquier otra localización.
  • Enfermedades inflamatorias. Entre ellas:
  • Enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico, la artritis reumatoide, etc.
  • Enfermedades granulomatosas, como la sarcoidosis.
  • Vasculitis como la arteritis de la temporal.
  • Enfermedades inflamatorias intestinales como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
  • Fiebre asociada al consumo de medicamentos. Sobre todo se puede observar con la toma de antibióticos, de anti-epilépticos, de quinidina y de algunas medicinas frente al cáncer.
  • Fiebres recurrentes hereditarias o fiebres de causa metabólica.
  • Fiebre facticia. El paciente dice tener fiebre pero realmente no la presenta o tiene fiebre porque se la produce él mismo.
  • Miscelánea. Muchas enfermedades, más infrecuentes, pueden cursar también con fiebre prolongada.
  • Causas no identificadas. En 1 de cada 5 o 6 personas con fiebre de origen desconocido no se llega a conocer la causa.


¿Cómo se diagnostica la FOD?


El diagnóstico de una fiebre de origen desconocido es habitualmente complicado y requiere diferentes estudios:
  • El médico debe realizar una historia clínica detallada que informe sobre la duración y características de la fiebre, la presencia de otros síntomas asociados, la realización de viajes a zonas no habituales, el contacto con personas o animales que hayan podido tener algún tipo de enfermedad o el consumo de cualquier alimento sospechoso.
  • Habitualmente se precisa realizar diversas pruebas que siempre deben ir de menos molestas a más. En general, suele ser necesario realizar numerosos análisis de sangre y de orina, cultivos (sangre, orina, esputo, etc.), prueba de la tuberculina, radiografías, ecografías, TAC, RMN y pruebas de medicina nuclear (gammagrafías). En función de los hallazgos puede ser necesario realizar exploraciones más cruentas (endoscopias, biopsias, etc.), pudiéndose en casos extremos llegar a realizar una laparotomía exploradora, es decir, abrir el abdomen para buscar enfermedades potencialmente responsables de la fiebre.

¿Cuál es el tratamiento de la fiebre de origen desconocido?


El tratamiento de la fiebre de origen desconocido es el de la enfermedad responsable de la misma.

Para tratar la fiebre se utilizan las mismas pautas del tratamiento general de la fiebre. En algunas circunstancias en las que no se llega a ningún diagnóstico y el estado general del paciente está muy afectado, pueden emplearse tratamientos de prueba aunque no se conozca aún el diagnóstico, como los corticoides o diversos antibióticos.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.