El hospital madrileño inicia en España una técnica de trasplante infantil innovadora que evitará múltiples cirugías

El Marañón, pionero en usar válvulas que crecen con el corazón del niño
El coordinador de la Oficina Regional de Trasplantes, Francisco del Río y el jefe de Cirugía Cardiaca Infantil del hospital Gregorio Marañón, Juan Miguel Gil-Jaurena.


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El Hospital General Universitario Gregorio Marañón, centro público de la Comunidad de Madrid, vuelve a situarse a la vanguardia de la cirugía cardiaca infantil. La institución pondrá en marcha, por primera vez en España, un programa de trasplante parcial de corazón en bebés. Se trata de una estrategia pionera que permitirá implantar válvulas que crecen de forrma acompasada con el menor, evitando así que los pacientes tengan que enfrentarse a múltiples cirugías a lo largo de su desarrollo.

Hasta ahora, los recién nacidos con cardiopatías congénitas que precisaban cirugía valvular recibían implantes de materiales biológicos que, aunque les permitían sobrevivir, no acompañaban el crecimiento corporal.

Como resultado, estos niños eran sometidos a sucesivas intervenciones para sustituir los conductos por otros de mayor tamaño. "Los niños crecen y los tubos no. Nuestro anhelo era buscar algún conducto o válvula con esa capacidad de crecimiento para evitar estas múltiples intervenciones", ha detallado Juan Miguel Gil-Jaurena, jefe de Cirugía Cardiaca Infantil del centro, en un desayuno informativo.

La novedad de esta técnica reside en que, en lugar de trasplantar todo el corazón, se implanta únicamente un segmento valvulado procedente de un donante. De este modo, la válvula trasplantada mantiene su capacidad de crecimiento, del mismo modo que ocurre cuando se implanta un corazón completo. "Sabemos por experiencia que cuando trasplantamos el corazón entero, este crece con el paciente. De igual forma, si esto ocurre con todo el órgano, también sucede con una parte del mismo", ha subrayado Gil-Jaurena.

Una alternativa más duradera


El procedimiento se dirige especialmente a recién nacidos y lactantes menores de un año, los pacientes más beneficiados por una solución con capacidad de adaptarse al desarrollo corporal. "Estamos ofreciendo una alternativa que podría convertirse en la primera opción de tratamiento en el futuro. Y en caso de no encontrar donante en un tiempo prudencial, se realizaría la cirugía habitual, como hasta ahora", ha señalado el cirujano.

Además de su impacto clínico, la estrategia permite optimizar las escasas donaciones infantiles. En este sentido, se abren tres escenarios posibles: cuando se dona un corazón sano pero no existe en ese momento un receptor compatible; cuando la función del músculo cardíaco del donante está dañada pero las válvulas permanecen intactas; y en el denominado "trasplante dominó", en el que un niño recibe un corazón completo y sus válvulas pueden aprovecharse para otro paciente que solo necesita reemplazar una o dos de ellas.

Desde el hospital han recalcado que todo el proceso se llevará a cabo siguiendo el mismo protocolo de seguridad y control que un trasplante cardíaco convencional, pese a que el implante sea únicamente parcial. En palabras del coordinador de la Oficina Regional de Trasplantes, Francisco del Río, "es importante poner en valor la reunión de equipos muy potentes a nivel internacional ante un procedimiento nuevo como este, que tiene muchas posibilidades de cambiar el paradigma de estos trasplantes en un futuro". 

Experiencia previa y colaboración internacional


El equipo de Cirugía Cardiaca Infantil del Gregorio Marañón lleva más de un año preparando este proyecto en estrecha colaboración con el hospital estadounidense Duke University, pionero en esta técnica. A partir de ahora, España se suma a esta nueva línea de trasplante, con la participación de los hospitales 12 de Octubre y La Paz, ambos también de la Comunidad de Madrid.

La innovación se apoya en experiencias previas desarrolladas en el propio Gregorio Marañón. Tal y como ha recordado Gil-Jaurena, "hace años realizamos trasplantes en los que antes de trasplantar el corazón, trasplantamos por separado el arco aórtico y vimos cómo este segmento también crecía". De hecho, hace tres años, el equipo protagonizó un hito mundial: el trasplante de la válvula aórtica y la válvula pulmonar de un corazón donante en un recién nacido con cardiopatía severa.

"Fue el primer caso en el mundo en un recién nacido. Desde un punto de vista científico, se publicó al cabo de un año para asegurar el éxito del trasplante", ha relatado el especialista.

Referentes en innovación


Estos avances consolidan la posición del hospital madrileño como referente internacional en innovación y ofrecen nuevas esperanzas a las familias que enfrentan un diagnóstico de cardiopatía congénita en sus hijos. Como ha incidido Gil-Jaurena, "el objetivo es trasplantar en aquellos niños cuyo músculo cardíaco es funcional, para que con ese conducto valvulado puedan crecer igual que lo haría un corazón completo".

La puesta en marcha de este programa supone, en definitiva, un cambio de paradigma en el abordaje de la cirugía valvular infantil. Frente a la perspectiva de múltiples cirugías, los más pequeños dispondrán ahora de una alternativa que crece con ellos y que, a la vez, optimiza los recursos de donación disponibles. Una esperanza que, gracias al esfuerzo coordinado de cirujanos, equipos de trasplante y organizaciones como la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), comienza a hacerse realidad en España.
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