Diccionario de enfermedades

Brucelosis

Causas, síntomas y tratamiento de la brucelosis
La brucelosis es una enfermedad infecciosa transmitida al hombre por animales (cabras, ovejas, camellos, ganado vacuno, cerdo, perro) o por productos de origen animal (fundamentalmente la leche y sus derivados). Es una enfermedad muy frecuente en el mundo, sobre todo en el área mediterránea, Oriente Próximo, península Arábiga, subcontinente indio, América Central y América del Sur.

¿Cuáles son las causas de la brucelosis?


La brucelosis es una infección producida por una bacteria llamada Brucella melitensis. Esta bacteria se suele transmitir a los humanos al consumir leche o productos lácteos no pasteurizados. En nuestro país el consumo de queso artesanal ha sido una vía frecuente de transmisión. También puede transmitirse por vía aérea durante el contacto con animales, especialmente en el caso de los niños y de los trabajadores de mataderos, granjas y laboratorios. Otras vías de infección para los trabajadores en situación de riesgo son las heridas de la piel y las salpicaduras a los ojos.

Actualmente el consumo de queso importado, los viajes al extranjero y las exposiciones profesionales son las fuentes de infección que se identifican con mayor frecuencia. En nuestro país los casos de brucelosis han disminuido mucho.

¿Qué factores de riesgo existen en la brucelosis?


La brucelosis puede adquirirse con más frecuencia:
  • Al comer o beber leche o derivados lácteos sin pasteurizar procedentes de vacas, cabras u otros animales infectados por la bacteria.
  • Al viajar a áreas en donde la Brucella es frecuente.
  • Al trabajar procesando carne.
  • Al trabajar en una granja.
  • En cazadores.
  • En veterinarios que realizan vacunación frente a Brucella.

¿Qué síntomas produce la enfermedad?


El tiempo transcurrido desde el contacto con la bacteria hasta la aparición de los primeros síntomas (período de incubación) oscila entre 1 y 4 semanas, pero puede llegar a prolongarse varios meses.

La enfermedad puede ser desde asintomática hasta muy grave, y suele ser más benigna en los niños que en los adultos.

Padecer brucelosis durante el embarazo se asocia a un aumento de abortos, partos prematuros e infección intrauterina con muerte del feto.

La brucelosis puede presentarse de forma aguda o crónica:
  • Brucelosis aguda. El comienzo de los síntomas puede ser brusco (1 ó 2 días) o gradual (durante una semana o más). Se caracteriza por fiebre, escalofríos, sudoración nocturna con un fuerte olor característico, dolores musculares, cansancio, falta de apetito, dolor de articulaciones, dolor lumbar, pérdida de peso, estreñimiento, faringitis y tos seca. La exploración física no suele revelar anomalías y los pacientes pueden tener un aspecto engañosamente sano. En otras ocasiones los pacientes tienen un aspecto de enfermedad grave y presentan palidez, ganglios aumentados (adenopatías), aumento de tamaño del hígado y del bazo, inflamación de las articulaciones, y alteraciones en los análisis de sangre (anemia, leucopenia, trombopenia).
En 3 de cada 10 casos la brucelosis se presenta como una infección localizada en algún órgano o sistema. Las presentaciones localizadas más frecuentes son:
  • Infección de los huesos y/o articulaciones (osteomielitis, artritis o espondilitis), afectando sobre todo a la zona inferior de la columna vertebral y a las articulaciones grandes (cadera, rodilla, tobillo). Se caracteriza por dolor e inflamación en la articulación afectada.
  • Afectación del aparato genitourinario (orquiepididimitis, prostatitis, cistitis, glomerulonefritis).
  • Afectación de los pulmones (neumonía).
  • Afectación del aparato gastrointestinal (hepatitis, colecistitis, pancreatitis).
  • Afectación neurológica (meningitis, encefalitis, neuritis).
  • Afectación del corazón (endocarditis, miocarditis, pericarditis).
  • Afectación de los ojos (uveítis, conjuntivitis, úlceras corneales).
  • Afectación de la piel (sarpullidos, vasculitis).
  • Brucelosis crónica. Este término se refiere a la sintomatología que dura más de un año después del diagnóstico. Normalmente se debe a la persistencia de focos profundos de infección. Se suele caracterizar por manifestaciones localizadas (sobre todo afectación de la columna vertebral, de los huesos, de los ojos e infecciones en la piel) o por recaídas. La brucelosis puede ser una causa de fiebre de origen desconocido.


¿Cómo se diagnostica?


El diagnóstico de brucelosis se realiza interpretando en conjunto los síntomas, los datos de la exploración y los hallazgos del laboratorio. Las técnicas de laboratorio que se emplean para su diagnóstico incluyen:
  • El cultivo de la bacteria a partir de la sangre (hemocultivos) o, más infrecuentemente, de otras muestras biológicas.
  • La demostración en el análisis de sangre de anticuerpos frente a la bacteria (rosa de Bengala u otras técnicas).
Las pruebas de imagen (radiografía simple, gammagrafía ósea, ecocardiograma, TAC y RMN) no permiten el diagnóstico de brucelosis y solo sirven para localizar focos de infección.

¿Puede prevenirse el contagio?


Las medidas preventivas para la brucelosis se deben centrar en el foco de infección. La prevención puede realizarse mediante la vacunación del ganado (vacas, ovejas y cabras), la cuarentena del ganado, los análisis microbiológicos y el sacrificio de animales infectados. Para que la vacunación sea efectiva se necesitan programas mantenidos durante varios años. La preparación de las vacunas puede infectar accidentalmente a las personas que las manejan.

La protección de los trabajadores de los mataderos se debe realizar separando claramente las zonas de matanza de las zonas de procesamiento de la carne. También deben existir mataderos específicos para animales infectados, se debe utilizar vestuario y desinfectantes adecuados y debe existir una buena ventilación.

Para prevenir la transmisión a humanos es importante la pasteurización de la leche.

No se dispone de vacuna para humanos.

¿Cuál es el pronóstico de los afectados?


Las recaídas y los fallos del tratamiento son frecuentes y se asocian sobre todo a la infección a nivel de columna vertebral. Con tratamiento adecuado, la mortalidad por brucelosis es menor del 1%.

¿Cuál es el tratamiento de la brucelosis?


La brucelosis puede ser difícil de erradicar. Para tratar la enfermedad y prevenir complicaciones, recidivas y secuelas se utilizan varios antibióticos combinados que se administran durante periodos prolongados.
  • Adultos. Para el tratamiento de la brucelosis no complicada se pueden emplear dos pautas de antibióticos:
  • Doxiciclina asociada a estreptomicina o a gentamicina.
  • Doxiciclina asociada a rifampicina.
En caso de resistencias, toxicidad o en algunas recaídas se pueden emplear otros antibióticos distintos.

Para el tratamiento de la brucelosis localizada en algún órgano, mucho más difícil de erradicar, se suelen administrar tres antibióticos a la vez y mantenidos de forma más prolongada.
  • Mujeres embarazadas. La brucelosis en mujeres embarazadas se trata con rifampicina asociada o no a sulfametoxazol-trimetoprim. El sulfametoxazol-trimetoprim debe evitarse la semana inmediatamente anterior al parto.
  • Niños. El tratamiento de la brucelosis en niños combina al menos dos antibióticos. Los niños mayores de 8 años se tratan con tetraciclinas asociadas a otro antibiótico (rifampicina, gentamicina o estreptomicina); los menores de 8 años se tratan con sulfametoxazol-trimetoprim asociado a rifampicina, gentamicina o estreptomicina. Los casos de enfermedad osteoarticular, neurológica o de endocarditis pueden tratarse con tres antibióticos y de forma más prolongada para disminuir el riesgo de recaídas.
En un 5-15% de los casos se producen recaídas tras el tratamiento; en general se producen por haber empleado un antibiótico inadecuado, por tratamientos cortos o por un mal cumplimiento del tratamiento.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.