El 30 de julio de 2013 se firmó en el Palacio de la Moncloa, delante del Presidente del Gobierno de España y con la presencia de algunos Consejeros de Salud de las Comunidades Autónomas, el Acuerdo Marco de colaboración entre el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (denominación de aquella época) y el Foro de la Profesión Médica, constituido por el Consejo General de Colegios de Médicos de España, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos, la Federación de Sociedades Científicas, la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina y el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina, con el objeto de establecer y articular un espacio de colaboración.

En función de ello se constituyeron tres grupos de trabajo para el impulso y el desarrollo de fines comunes: pacto por la sanidad, recursos humanos en salud y gestión clínica.

Especialmente urgente, necesario y demandado por la profesión médica fue el acuerdo sobre el pacto por la sanidad con el objeto de consolidar y garantizar la sostenibilidad y la calidad de nuestro sistema nacional de salud (SNS). Se pretendía entre otras: evitar que la Sanidad fuera objeto de confrontación política y partidista revitalizando los consensos políticos, profesionales y sociales fundamentales, de modo que todos defendiéramos nuestro modelo sanitario como uno de los pilares básicos del Estado de Bienestar, garantizando plenamente, una asistencia sanitaria pública, universal, equitativa, de calidad, con suficiencia económica y solidaria y las condiciones básicas de los profesionales sanitarios. Igualmente, aspectos esenciales como la calidad, los derechos del paciente, los criterios de buen gobierno, la coordinación de los servicios sanitarios y sociales, la planificación de recursos humanos, la investigación, etc. formaron parte del Acuerdo.

En lo que respecta a la profesión médica es importante destacar el compromiso firmado por promocionar un marco jurídico especifico del profesional médico en el SNS, a través del grupo médico del Foro de las Profesiones Sanitarias Tituladas, establecido en el punto IV.3 del acuerdo y un sistema de incentivación especifico vinculado a la gestión clínica.

Dice textualmente el punto IV.3 del Acuerdo: “Con el objeto de contribuir a la mejora de la calidad asistencial y de las condiciones del ejercicio de la profesión médica se creará, mediante modificación de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS), un Foro de las Profesiones Sanitarias Tituladas con la composición, la estructura orgánica y funcionamiento que reglamentariamente se determinen, en cualquier caso, integrado por Pleno, Grupo Médico y Grupo Enfermero.

No es hasta marzo del 2015, y con Alfonso Alonso al frente de Ministerio de Sanidad, cuando se constituye el Foro de las Profesiones Sanitarias y en palabras del propio Ministro: “Hoy es un día importante para la Sanidad española”, “la constitución del foro supone un paso adelante decisivo para trabajar en mejorar la calidad de la asistencia sanitaria y para poner en valor la labor de los profesionales de la salud pública”.


"De los cimientos del Foro de las Profesiones Sanitarias solo queda algún 'alterado' acuerdo sobre el Decreto de indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos"



En el Reglamento de Funcionamiento del Foro de las Profesiones Sanitarias se define a este como un órgano colegiado de las profesiones sanitarias tituladas, dependiente del Ministerio de Sanidad, que tiene como objetivo contribuir a la mejora de la calidad asistencial y de las condiciones del ejercicio de estas profesiones. A tal fin se constituye como órgano de consulta en todos los ámbitos de la ordenación profesional y como órgano de apoyo a la Comisión de Recursos Humanos del Consejo Interterritorial del SNS, teniendo como funciones generales: la elaboración de informes y propuestas sobre la situación de las profesiones, organización, régimen de prestación de servicios y ordenación de estas, así como la mediación y propuesta de soluciones en los conflictos de competencias entre ellas.

Por lo que respecta al Foro Médico se consideran entre sus funciones aspectos tan esenciales como la participación en la planificación de necesidades de médicos en el SNS, la oferta de formación médica especializada, la calidad de la formación del Grado de Medicina, la continuidad educativa entre formación grado, especializada y continuada, el reconocimiento del desarrollo profesional continuo y la carrera profesional, la certificación de la competencia profesional del médico, la participación del médico en las organizaciones sanitarias, los sistemas de selección y provisión de puestos, movilidad funcional y geográfica, la eficiencia en la utilización de los recursos asistenciales y la financiación suficiente, etc.

De los cimientos de esta esperanzadora plataforma de participación y compromiso de las profesiones sanitarias con el SNS, con los profesionales y con la sociedad, solo queda algún “alterado” acuerdo sobre el Decreto por el que se regula la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de los enfermeros, alguna reunión esporádica prepandémica para su impulso y la unión de la profesión médica en la reivindicación de su puesta en marcha que obligó al Foro de la Profesión Médica a salir a la calle a exigir el papel que nos corresponde.

Desgraciadamente el esfuerzo, generosidad y compromiso con el SNS, con los ciudadanos y muy especialmente con los médicos, de aquel julio de 2013, no solamente no se ha podido materializar y convertirse en parte esencial de la solución de los principales problemas que nos afectan, sino que se nos retrotrae a un papel muy secundario, no participativo y como consecuencia nos impulsa a una situación de reivindicación crónica ante la indiferencia de los máximos responsables de la política sanitaria y profesional del país.

Incluso en los peores momentos vividos en la pandemia, con los profesionales sanitarios llevando al límite sus principios deontológicos, repartiendo profesionalidad, responsabilidad, y parte de su vida (desgraciadamente algunos la dieron toda) Foro Médico y Foro Enfermero tuvieron que solicitar en múltiples comunicados la imperiosa necesidad de contar con ellos en la toma de decisiones desde el espacio de participación que es el Foro de las Profesiones Sanitarias.

Hoy las profesiones sanitarias en general, y muy especialmente la profesión médica, seguimos enfrentándonos a los mismos problemas y reiterando los mismos diagnósticos, sin encontrar ese necesario escenario que facilite la resolución de estos. Debemos destacar especialmente la denominada “falta de médicos” producida por políticas erráticas y cortoplacistas fruto de la no acción y resultado de la ausencia de políticas integrales en recursos humanos. Pero lo que realmente sigue sin modificarse es la nula apuesta a la participación real de las profesiones sanitarias en todo lo que concierne a las políticas que les afecta. Si no queremos que las cosas cambien sigamos haciendo lo mismo.

El Foro de las Profesiones Sanitarias forma parte de la solución a los problemas que hoy tiene nuestro SNS y sus profesionales. Su no puesta en escena no solo es una temeridad de alto coste y repercusión, sino que es un obstáculo para que se produzcan los necesarios cambios estructurales y valientes que nuestro SNS necesita y que pudimos exponer en el Congreso de los Diputados ante la Comisión de Reconstrucción Social y Económica el día 2 de junio del 2020.

Toca seguir reivindicando nuestro papel y les corresponde al Ministerio y a las Consejerías de Salud no hacer oídos sordos a nuestras peticiones. Si no lo hacemos estamos dejando patente que no hemos aprendido nada de la crisis vivida. Se lo debemos a nuestro SNS. Se lo debemos a nuestro modelo sanitario, a los que lo hicieron posible, y a nuestros hijos y nuestros nietos. Pero especialmente a los que ya no están con nosotros y dieron su vida dando lo mejor de nuestra profesión. Sea por ellos.