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6 ago. 2019 10:30H
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Poco a poco, como si de un gotero se tratase, los nuevos gobiernos autonómicos resultantes de las elecciones del pasado mes de mayo han ido designando en las últimas semanas a los nuevos responsables de sus respectivas consejerías de sanidad, así como de sus servicios autonómicos de salud.

Una nueva etapa política en un total de 13 comunidades autónomas con actores y reglas del juego diferentes y en un contexto especialmente complejo dada la confluencia de un mayor número de partidos en sus respectivos parlamentos con intereses, en muchas ocasiones, contrapuestos.

Por su parte, el horizonte político a nivel estatal es toda una incógnita a la espera de ver si habrá finalmente un acuerdo que evite la convocatoria de unas nuevas elecciones generales y, por tanto, pueda continuar la XIII Legislatura. Para ello, nuestros representantes políticos deberán tener algo de lo que, por el momento, han demostrado que adolecen y que no es otra cosa que altura de miras.

Esta altura de miras es la que pediremos a todos los partidos políticos cuando llegue al Congreso de los Diputados la Ley de Seguridad del Paciente que, a través de una Iniciativa Legislativa Popular, estamos impulsando las enfermeras y enfermeros para mejorar la atención que se presta a pacientes y ciudadanos y acabar con la desigualdad que existe, en la actualidad, en función del lugar de residencia de una u otra persona.


"Dejaremos de contar con sólo cinco enfermeras por 1.000 personas y nos iremos acercando progresivamente a la media de los países de nuestro entorno"


Su apoyo a esta propuesta normativa será decisivo para lograr que España sea el primer país europeo, y uno de los primeros del mundo, que regula una ratio enfermera-paciente adecuada y segura. Mejor atención, menos riesgos, menos complicaciones, menos fallecimientos… ese es el objetivo a alcanzar. Posible y necesario.

Una Ley que propiciará que España abandone, de una vez por todas, los últimos puestos a nivel europeo en cuanto al número de enfermeras y enfermeros por habitante y con ello el grave déficit en seguridad de los pacientes. Dejaremos de contar con sólo cinco profesionales por 1.000 personas y nos iremos acercando progresivamente a la media de los países de nuestro entorno, aquellos que demandan, una y otra vez, a nuestras enfermeras y enfermeros por su excelente formación y conocimientos.

Confiamos en que la XIII legislatura sea el inicio del cambio que necesita nuestro sistema sanitario público para atender las cada vez mayores necesidades de cuidados por parte de una sociedad con más mayores y personas dependientes o con enfermedades crónicas.

Pese a todo y sobre todo, la mejora de los cuidados y atención sanitaria a los 47 millones de españoles debe mantenerse siempre como un pilar inquebrantable de toda acción de gobierno, sea autonómico o estatal, ajeno a intereses particulares o partidistas.

Desde SATSE trabajaremos para que la XIII legislatura sea la “legislatura de los pacientes y las enfermeras y enfermeros” por el bienestar y salud de todos y todas. Cómo y cuándo hacerlo posible lo tenemos muy claro y ahora esperamos que los partidos políticos se sumen y apoyen nuestra justa y necesaria causa que no es otra que la de toda la sociedad de nuestro país.