Una promesa se define como el ofrecimiento solemne de cumplir con rectitud y fidelidad un determinado deber. Lamentablemente, pocos hacen honor a esta definición, quedando deshonrosamente las promesas como palabras vacías que se lleva el viento. El compromiso, como decía Lincoln, es el ingrediente para que esa promesa sea una realidad. Por eso, es un pilar fundamental en Uniteco, y cuando prometemos algo, lo cumplimos con creces.

Prometimos proteger a los nuevos MIR y así lo hicimos, regalándoles un seguro de Responsabilidad Civil. Prometimos darles apoyo durante la pandemia y les facilitamos un servicio de apoyo psicológico totalmente gratuito. Prometimos defenderles ante todo, y les dimos asistencia legal para reclamaciones por decisiones tomadas durante los peores
 omentos de la pandemia… hemos hecho todo lo que estaba en nuestro poder para proteger a los que cuidan de nuestra salud. 

Porque todo poder conlleva una responsabilidad, y toda responsabilidad conlleva un compromiso. Esta es la parte más complicada para la mayoría porque, como el deportista etíope Haile Gebrselassie dejó taxativamente claro en su célebre frase, “Una vez tienes un compromiso, es necesaria la disciplina y el trabajo duro para llegar hasta allí”. Lejos de ser una complicación, para nosotros es parte de nuestro día a día. Como siempre aseguramos, hemos aprendido, aprendemos y seguiremos aprendiendo de los médicos de este país, y su compromiso con la sociedad es directamente proporcional al nuestro haciéndolo todo por su protección, tanto personal como profesional.

Su compromiso, además de por su vocación, viene fuertemente marcado por la aceptación del Juramento hipocrático. Por esto, entre otras muchas cosas y sin querer banalizar algo tan histórico y sagrado, en Uniteco tenemos nuestro propio ‘juramento hipocrático’, donde la pasión y el compromiso por su protección se convierten en el talismán que nos guía al éxito, con la suerte de los campeones que tienen un propósito digno y puro:

COMO MIEMBRO DE UNITECO, PROMETO SOLEMNEMENTE:

DEDICAR mi empresa al servicio de los profesionales de la salud;

VELAR ante todo por la tranquilidad de los sanitarios;

RESPETAR la autonomía y la dignidad de mis asegurados;

VELAR con el máximo respeto por la vida humana de mis clientes;

NO PERMITIR que consideraciones de edad, enfermedad o incapacidad, credo, origen étnico, sexo, nacionalidad, afiliación política, raza, orientación sexual, clase social o cualquier otro factor se interpongan entre mis deberes y mis asegurados;

GUARDAR Y RESPETAR los secretos que se me hayan confiado, incluso después del fallecimiento
de mis clientes;

EJERCER mi profesión con conciencia y dignidad, conforme a la buena práctica mediadora;

PROMOVER el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica;

OTORGAR a mis maestros, colegas y estudiantes el respeto y la gratitud que merecen;

COMPARTIR mis conocimientos aseguradores con médicos, porque su tranquilidad va en beneficio de la sociedad y del avance de la salud;

CUIDAR de mi propia salud, bienestar y capacidades para prestar una atención personalizada al médico, del más alto nivel;

NO EMPLEAR mis conocimientos sobre los médicos para violar los derechos humanos y las libertades ciudadanas, ni siquiera bajo amenaza;

HAGO ESTA PROMESA solemne y libremente, empeñando mi palabra de honor.