Sumar también ha abandonado el gran proyecto de Salud, mientras que Bildu continuará al frente

 Los agentes del Pacto Vasco de Salud.
Los agentes del Pacto Vasco de Salud.


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Ha llegado el momento. Después de más de seis meses, el Pacto Vasco de Salud de Osakidetza ya se ha definido. Las 24 líneas estratégicas se han aprobado, pero no todos los agentes han decidido firmar el acuerdo 'histórico' de la sanidad vasca. De hecho, solo un sindicato seguirá en la Mesa, tal y como ha podido conocer Redacción Médica. Otras organizaciones sindicales como Comisiones Obreras, UGT, Satse o el Sindicato Médico de Euskadi (SME) ya han confirmado que no continuarán en el proyecto del consejero de Salud, Alberto Martínez. 

Desde el punto de vista político, Sumar ya anunció esta mañana que no seguiría adelante del plan, mientras que EH Bildu no dejará de participar en el Pacto Vasco, tal y como lo ha confirmado su líder Pello Otxandiano a través de X (antes Twitter). Entre los principales 'baches', la colaboración público-privada, los derechos lingüísticos, la cartera de servicios y la política de personas. La primera de ellas, de hecho, ha obtenido 6 votos en contra y una abstención, de los 26 agentes con derecho a voto. Por su parte, la cartera de servicios también ha tenido a 6 agentes descontentos, uno más que la encargada de profundizar en los derechos lingüísticos de pacientes y profesionales.

Por otro lado, solo una línea ha sido respaldada por todos los presentes. Ha sido el eje llamado 'Innovación Organizativa y Modelos Asistenciales: Promoción de la asistencia integral e integrada capaz de incrementar la eficiencia de todos los recursos disponibles'.

Aprobación de 150 objetivos y 300 iniciativas sanitarias


De hecho, el titular autonómico, a la salida de la reunión, ha celebrado contar con "una auténtica hoja de ruta compartida hacia un nuevo modelo de salud universal, sostenible, equitativo y centrado en el paciente, para garantizar el bienestar de la población de Euskadi en el futuro". "Hoy no llegamos a la meta, sino que iniciamos una nueva etapa decisiva, ya que es la del despliegue de las acciones acordadas para avanzar en áreas como la Oncología, la cronicidad, las enfermedades raras, la salud mental, la Atención Primaria o la política de personal", ha matizado.

Además, ha definido el resultado como "un logro de toda la sociedad vasca", aparte de reconocer la labor de los agentes. Unos agentes que han 'acordado' 150 objetivos e indicadores, y cerca de 300 iniciativas.

EH Bildu continuará en la Mesa


Quien no ha compartido el optimismo del consejero es Otxandiano. Según ha publicado en redes sociales, EH Bildu ha sacado dos conclusiones principales del Pacto Vasco: "En primer lugar, en lo que respecta a las formas, este Gobierno debería corregir ciertas actitudes de cara al futuro. Tener prisa por ponerle un lazo un supuesto 'pacto' que en realidad no lo es, y anteponer el marketing al debate riguroso sobre contenidos y políticas públicas, resulta la antítesis de la gobernanza cooperativa tan necesaria en los tiempos actuales".

En segundo legar, el líder independentista ha asegurado que el Gobierno ha llegado a este viernes "sin haber alcanzado un compromiso claro que garantice la protección de la sanidad pública frente al ánimo de lucro". Unas palabras que hacen una clara referencia a esa colaboración público-privada firmada en el acuerdo.

"El Gobierno Vasco con PNV y PSE, sigue sin definirse de forma inequívoca por cerrar la puerta a la privatización y gobernar con el objetivo de fortalecer el Servicio Público de Salud frente a las amenazas presentes y futuras relacionadas con el contexto europeo, la realidad sociodemográfica y la digitalización. De cara al futuro cercano, esto resulta imprescindible para garantizar el bienestar de la ciudadanía vasca", ha matizado. Aun así, ha confirmado que EH Bildu "seguirá comprometida con una Osakidetza pública".

De esta forma, "la izquierda soberanista mantendrá su compromiso con la Mesa de Salud para avanzar en este objetivo, así como con su labor parlamentaria y de control al Gobierno", imprescindible para la mejora constante de las políticas públicas también en materia de salud.

El Partido Popular, representado por Laura Garrido, también seguirá en el Pacto. Desde su equipo, han votado a favor de 14 de las 24 líneas estratégicas. En siete se ha abstenido y en tres su voto ha sido en contra.

Los populares continuarán en el Pacto de Salud porque, tal como ha explicado Garrido, no les gusta levantarse de la mesa, pero ha asegurado que con "un tanto escépticos" respecto a que las medidas vayan a contribuir "de forma eficaz y real" a solucionar los problemas de la sanidad vasca. Por ello, ha asegurado que estarán "vigilantes" y es necesario "un seguimiento exhaustivo".

Los socialistas vascos han sido más concretos y han avanzado que el Gobierno vasco recoge en el Pacto "la priorización de la prestación de servicios mediante medios públicos y propios", estableciendo una doble limitación a la colaboración público-privada: solo si representa un valor añadido y sin superar nunca el porcentaje actual. Además, han asegurado que se han aprobado las propuestas del Partido de los Socialistas de Euskadi en materia de derechos lingüísticos "para volver a los consensos y garantizar que es posible respetar dichos derechos sin sacrificar los derechos laborales y la igualdad".

En declaraciones a los medios en Bilbao, donde se celebra este viernes la Mesa del Pacto de Salud, el parlamentario de Sumar Jon Hernández ha explicado que había cuestiones "nucleares" para ellos, y no están de acuerdo con que "se normalice la presencia de la sanidad privada, el modelo de externalizaciones".

Por ello, Hernandez ha explicado que Sumar se quedará fuera del Pacto, y ha insistido en que "se equivoca" cuando hace un planteamiento en porcentajes en relación a la participación de la sanidad privada. "No es una cuestion de porcentajes, es una cuestión de modelo. Nosotros apostamos por la sanidad pública, que es la única que puede garantizar la equidad", ha subrayado.

Descontento sindical en Osakidetza


Por la parte sindical, el descontento ha sido claro. Satse Euskadi considera que el planteamiento final del documento, así como la gestión de los disensos, impiden su adhesión al pacto en su conjunto, por lo que han apostado por levantarse de la Mesa.

"Lamentamos profundamente tener que tomar esta decisión después de tantos meses de dedicación, pero no podemos respaldar un pacto con el no compartimos aspectos estructurales fundamentales", ha explicado la secretaria general de la organización, Amaia Mayor. Uno de los mayores puntos de preocupación para el Sindicato de Enfermería es la política de personal. Desde Satse defienden la necesidad de reformas que transformen el modelo de liderazgo y gobernanza del sistema sanitario. En este sentido, consideran imprescindible la dedicación exclusiva de quienes ejercen funciones de gestión en Osakidetza, a fin de evitar posibles conflictos de interés.

En lo relativo a la cartera de servicios a la ciudadanía, han subrayado que su desarrollo debería partir de una concepción mayoritariamente pública, principio que, según denuncian, ha sido eliminado del documento final bajo el argumento que se aborda en el apartado de la colaboración público-privada. Y es que éste ha sido uno de los aspecto más controvertidos. "Más allá del desacuerdo en el contenido de estas líneas, el problema fundamental reside en cómo se han gestionado los disensos, lo cual imposibilita nuestra adhesión al Pacto por la Salud", ha señalado Mayor. 

Derechos lingüísticos y cartera de servicios


En un sentido similar, UGT Euskadi tampoco firmará el texto final, ya que "incumple el objetivo inicial", planteado tanto en sus principios como en su diagnóstico, de "reforzar el sistema público de salud, aumentando su autosuficiencia y disminuyendo su dependencia del sector privado". Así lo ha manifestado la secretaria general de la Federación de Servicios Públicos, Arantza Agote, tras poner en valor el papel de su sindicato, que "ha trabajado con responsabilidad y compromiso, aportando propuestas en las 24 líneas del pacto".

Según ha explicado, hay dos líneas que han producido malestar en las filas sindicales: la colaboración público-privada y la cartera de servicios. En coherencia con la defensa férrea de una sanidad pública, universal y de calidad, "UGT no firmará un pacto que desvirtúa su vocación, que no blinda lo público, ni responde a las necesidades reales del sistema". 

Desde Comisiones Obreras, aparte de secundar la opinión de UGT, han añadido que, entre otras, les ha llevado a dejar el Pacto la línea relaiva a los derechos lingüísticos y el "hospitalcentrismo" de Osakidetza tras la implantación del modelo de las Organizaciones Sanitarias Integradas: "La Atención Primaria ha quedado supeditada al sistema hospitalario, perdiendo buena parte de su capacidad de gestión.

Respecto a la situación del sistema de perfiles lingüísticos, "en lugar de revisar su aplicación práctica para atraer, fidelizar y euskaldunizar al personal que ya está en Osakidetza, insiste en la postura actual de exigencia de perfiles a discreción, ampliándolo ahora también a las plazas de residentes". Eso sí, la organización ha admitido que en las líneas más específicas se conseguirán mejoras.

Será en 2026 cuando se realice el primer seguimiento del Pacto Vasco de Salud, previsiblemente, el Día Mundial de la Salud. SIn embargo, por lo visto, esa reunión no contará con la presencia de los sindicatos. 
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