Nuevas escalas, fisiología coronaria y stents de última generación mejoran los resultados de la angioplastia

Syntax II: el intervencionismo funciona porque integra prácticas notables
Javier Escaned, cardiólogo del Clínico San Carlos.


26 sept. 2017 12:00H
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POR SANDRA MELGAREJO
El Servicio de Hemodinámica del Hospital Clínico San Carlos de Madrid incluyó al primer paciente del estudio Syntax II a principios de 2014. Ahora, tres años y medio después, Javier Escaned, investigador principal y cardiólogo intervencionista del centro sanitario, ha hecho públicos los resultados del trabajo en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología ESC 2017, celebrado recientemente en Barcelona, y en el European Heart Journal.

Si el primer Syntax, realizado hace una década, proporcionó unas conclusiones “un tanto desalentadoras”, según Escaned, ya que demostró que el intervencionismo percutáneo no proporcionaba mejores resultados a largo plazo que la cirugía coronaria en pacientes con enfermedad multivaso, el Syntax II concluye que no hay diferencias significativas entre ambas técnicas. “El estudio incorpora de forma sistemática los últimos avances en angioplastia y aspectos en el tratamiento cuyo beneficio está demostrado. El resultado tan notable viene de integrar todos los elementos de buena práctica en el intervencionismo”, explica el especialista.

En este sentido, para el trabajo se ha contado con una nueva escala, el Score Syntax II, para “estratificar adecuadamente el riesgo de los pacientes y justificar mucho más por qué ofrecemos intervencionismo y no la cirugía”. Además, se ha utilizado la fisiología coronaria para comprobar si los estrechamientos de los vasos, aunque visualmente parezcan severos, impiden de forma significativa el paso de la sangre. “Al final, no hizo falta intervenir en el 37 por ciento de los estrechamientos. Esto evita riesgos al paciente a largo plazo y simplifica mucho el procedimiento. En el Syntax uno se trataron las tres arterias en más del 80 por ciento de los casos, frente a algo más del 30 por ciento en el Syntax II”, indica Escaned.

Por otro lado, durante el estudio se ha utilizado una nueva generación de stents farmacoactivos, concretamente el Synergy (desarrollado por Boston Scientific), “que tiene una malla metálica muchísimo más fina que el Taxus –el que se usó en el Syntax I–, utiliza un fármaco altamente beneficioso y, además, el polímero que se utiliza para que el fármaco llegue a la arteria se degrada al cabo de unos meses. Está más que demostrado que estos cambios dan muchísimo mejor resultado para el paciente”, detalla el cardiólogo. “También utilizamos la imagen intracoronaria para comprobar que el stent queda bien implantado”, añade.

En definitiva, “utilizar una estrategia que combina el estado del arte de la angioplastia mejora el pronóstico de los pacientes: se produjeron muchos menos eventos cardiacos adversos (17 por ciento del Syntax original frente al 10 por ciento del Syntax II), el éxito en el tratamiento de las oclusiones crónicas pasó del 50 por ciento registrado en el primer estudio al 87 por ciento del segundo y solo hubo un 0,7 por ciento de trombosis del stent”, señala Escaned.

Cuatro décadas de angioplastia percutánea

La presentación de estos resultados coincide con el 40 aniversario de la primera angioplastia percutánea. Según Escaned, en estas cuatro décadas de la historia del intervencionismo percutáneo ha habido tres fases. En la primera, desde finales de los años 70 hasta 1985, se demostró que era posible tratar los estrechamientos de las arterias coronarias a través de catéteres.

Después, “el intervencionismo echó a volar y se pensó que iba a desbancar a la cirugía, pero la idea fracasó porque no llegaba a ser totalmente equiparable, ya que en pacientes muy complejos con enfermedad de tres vasos era inferior a la cirugía a largo plazo”, comenta el cardiólogo. No obstante, en esta segunda etapa sí se demostró que el intervencionismo era superior a la cirugía en infarto de miocardio porque permitía acceder a la lesión de forma muy urgente.

Finalmente, en la última década, “ha habido que dar un paso atrás y admitir que se estaban haciendo demasiadas intervenciones de forma innecesaria”, reconoce Escaned. “El rol del intervencionismo está muy claro: síndromes coronarios agudos, infarto de miocardio, control de síntomas del paciente con angina estable… pero con mucha cautela. La fisiología coronaria tiene un papel importante porque nos permite no hacer intervenciones innecesarias. El Syntax II muestra precisamente este cambio de mentalidad de los cardiólogos intervencionistas”, concluye el especialista del Clínico.
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