El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández, participa en un seminario organizado por Fenin

El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández, valora su política de tecnología sanitaria
El secretario general de Fenin, Pablo Crespo, y el consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández.


SE LEE EN 8 minutos
El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) ha experimentado una amplia transformación en la última década que, entre otras cosas, le ha llevado a ocupar un lugar de preferencia a nivel nacional en lo que a avances en salud digital se refiere. Entre 2015, coincidiendo con la entrada del actual Gobierno, hasta este año, la Consejería de Salud ha invertido en entre 750 y 800 millones de euros a través de un plan de renovación tecnológica, lo cual ha llevado al Sescam a ocupar “el último lugar de obsolescencia tecnológica” entre todas las comunidades autónomas españolas, según ha destacado el consejero de Sanidad castellanomanchego, Jesús Fernández Sanz, durante el encuentro con periodistas organizado en Toledo por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin).

La inversión en tecnología ha sido, según Fernández, uno de los pilares en los que su Consejería ha sustentado la recuperación económica y asistencial del sistema de salud regional, que en 2015 se encontraba en una situación “poco halagüeña”: “Éramos los últimos en todo menos en una cosa, la ecografía, en la que éramos los penúltimos”. Aquel panorama fue el fruto de un cúmulo de circunstancias: “La crisis de 2008 supuso un parón tremendo, pero a eso se añadió una decisión gestora del Gobierno de España de despido de profesionales, paralización de todas las infraestructuras y nula inversión tecnológica”.

A esos hándicaps se sumaron otros tres de índole estructural: la escasa densidad de población de Castilla-La Mancha -25 habitantes por kilómetro cuadrado- respecto a otras comunidades autónomas con las que la región ‘compite’ en recursos como Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana; la financiación “lineal y per cápita”, que “hace daño” a los territorios con mayor densidad poblacional y menor dispersión geográfica; y la dependencia del “centralismo” madrileño en 2002, cuando Castilla-La Mancha se incorporó al nuevo sistema de financiación de las comunidades autónomas.

“Tocó remar y estar a la altura”, según Fernández. La estrategia de resiliencia de la Consejería de Sanidad se basó en tres ejes: la contratación y la retención de recursos humanos -hoy en día el Sescam cuenta con unos 38.000 profesionales sanitarios-, la inversión en infraestructuras -el actual Ejecutivo ha abierto 33 centros de Atención Primaria y trabaja en poner en marcha otros 48 de aquí a 2028- y la innovación tecnológica. “Esto era lo más difícil de todo porque no era un problema exclusivamente financiero, sino que tenía que ver con eliminar la obsolescencia para que las tecnologías estuvieran al servicio de profesionales con formación específica”, ha reconocido el consejero.

Adiós a la obsolescencia en tecnología sanitaria


La inversión de entre 750 y 800 millones de euros en renovación de tecnología sanitaria se ha traducido en hechos palpables. “En 2002 no teníamos ninguna resonancia magnética pública, en 2015 había en el 62 por ciento de nuestros centros, pero todas con más de diez años, y hoy tenemos resonancias en el cien por cien de los centros, todas con menos de diez años”, ha detallado Fernández. A ello se suma la renovación de todos los laboratorios de los centros sanitarios, la apuesta por la robotización en el ámbito de la Traumatología, la Urología, la Ginecología y la Cirugía General. “Tenemos Medicina Nuclear, Radioterapia y Radiofísica en las cinco provincias”, ha agregado el consejero, que ha subrayado el empeño de su departamento por potenciar la investigación contra el cáncer.

Fernández también ha puesto como “ejemplo de innovación tecnológica” al hospital de Toledo, que cuenta, al igual que el de Guadalajara, con quirófanos híbridos. “Y vamos a instalarlos en Albacete, Ciudad Real y, a continuación, en Cuenca”, según el consejero. Cabe destacar también el Hospital Nacional de Parapléjicos, que basa en la incorporación de tecnología sanitaria su proyecto de 'humanización' de las terapias para unos pacientes que pasan, de media, seis meses ingresados. En 2024, el centro atendió 238 nuevos pacientes con lesión medular, a lo que se hay que sumar 1.300 revisiones integrales a adultos y 800 procedimientos en el hospital de día pediátrico. En su día a día ha integrado el uso de Inteligencia Artificial para elegir los tratamientos más adecuados y 'predecir' el tipo de esclerosis múltiple que puede sufrir un paciente, la robótica orientada a la rehabilitación, la biomecánica y la impresión 3D para elaborar herramientas adaptadas a cada persona.

Pero, en una región con alta dispersión geográfica como Castilla-La Mancha, hablar de tecnología es hacerlo también de accesibilidad: “Nosotros somos la única comunidad de la península que tenemos vuelo 24 horas, tanto diurno como nocturno. Eso es determinante para atender un accidente de caza, de tráfico o de senderismo en las montañas de la Sierra Segura de Albacete. Además, somos la única comunidad de Europa que hacemos transporte de sangre en el aire”. Por todo ello, la asistencia sanitaria en Castilla-La Mancha está “en su mejor momento”: “Un momento de proactividad, de innovación tecnológica y de inversión”, ha sentenciado.

Innovación en el big data sanitario de Castilla-La Mancha


En lo que se refiere a salud digital, la Consejería de Sanidad castellanomanchega no es ajena, como el resto del sector sanitario, a las amplias posibilidades que la Inteligencia Artificial ofrece para analizar grandes conjuntos de datos, tanto en el ámbito administrativo como en el clínico. Pero ya se sabe: un gran poder conlleva una gran responsabilidad. A nivel comunitario, el Consejo Europeo aprobó a primeros de año el reglamento del Espacio Europeo de Datos Sanitarios (EEDS), una herramienta clave para la construcción de un ecosistema digital en sanidad más seguro y eficiente. El Ministerio de Sanidad pretende adaptarlo al ordenamiento jurídico nacional a través de la Ley de Salud Digital, cuyo anteproyecto está en fase de consulta pública desde esta semana. Y a nivel regional, departamentos como la Dirección General de Salud Digital del Sescam trabajan para erigirse en puente entre la tecnología y el ciudadano. Para ello cuenta con un sistema de gestión de productos sanitarios basados en Inteligencia Artificial que se sustenta en cuatro claves: el cumplimiento de la normativa estatal y europea -como el reglamento de productos sanitarios-, el respeto a los estándares internacionales, un marco metodológico de buenas prácticas para garantizar la seguridad de los productos y, por último, el conocimiento científico.

Cada uno de esos ejes se corresponde con un reto derivado de la gestión del big data sanitario. El primero es de índole ética y viene de la necesidad de proteger la privacidad de la información de pacientes para usarla, por ejemplo, en investigación e innovación médica. Por otro lado, es necesario garantizar que los algoritmos cumplan todas las garantías de seguridad para que no desnaturalicen la información analizada, pero también para certificar, de forma interna, que se respeten los reglamentos de productos sanitarios y que, por tanto, no se ponga en riesgo la integridad de los usuarios. A ello se suma el desafío de contar con procesadores de información más sostenibles y eficientes: en definitiva, menos lesivos con el medio ambiente. El último reto tiene que ver con la transición en los métodos de trabajo, lo cual conlleva contar cada vez con más profesionales con competencias en salud digital. Para lograrlo, la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha ha incluido la salud digital como uno de los pilares de su nuevo Plan de Salud H3.0.
REGÍSTRATE GRATIS
PARA SEGUIR LEYENDO
¿Ya eres premium? Inicia sesión
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.