Es uno de los ejemplos expuestos por Europa en su nueva guía de recomendaciones

 Vacuna de la hepatitis. la Agencia Europea de Medicamentos (EUDA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) han elaborado conjuntamente un nuevo kit de recursos en línea de cara a a apoyar los esfuerzos locales para e
Vacuna de la hepatitis.


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El uso compartido de jeringuillas y otros factores de riesgo, como la realización inadecuada de tatuajes o piercing, el uso compartido de cuchillas de afeitar y las relaciones sexuales sin protección, hacen que las prisiones sean un entorno prioritario para las intervenciones específicas de prevención y tratamiento viral de la hepatitis. España sería uno de los modelos asistenciales a seguir, en este sentido, tal y como refleja la nueva guía online europea destinada a erradicar este tipo de infecciones en el entorno penitenciario. 

De hecho, la Agencia Europea de Medicamentos (EUDA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) han elaborado conjuntamente un nuevo kit de recursos en línea de cara a a apoyar los esfuerzos locales para eliminar la hepatitis viral, en línea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas sobre buena salud y bienestar.

Además de incluir orientaciones en materia de salud pública y herramientas prácticas para comprender el contexto, definir y aplicar una estrategia de eliminación, dicha guía proporciona algunos ejemplos de éxito en el manejo de estos escenarios virales, entre los que figuraría el esquema de atención español. Como modelos a seguir también se encuentran Alemania, Francia, Italia y Luxemburgo

Acceso equitativo a recursos sanitarios 


En concreto, el plan de eliminación europeo se estructura en cuatro pasos que llevarían a los distintos estados miembro a conocer los antecedentes de los reclusos antes de pasar al desarollo de la estrategia y su posterior aplicación y evaluación.  

Este nuevo conjunto de herramientas estaría diseñado para apoyar la implementación y la ampliación de las intervenciones contra la hepatitis B y C en las prisiones de toda Europa, así como para reforzar el acceso equitativo y garantizar que las personas que cumplen condena reciban una atención sanitaria similar a la del resto de pacientes del sistema de salud. 

Y es que, el ámbito penitenciario a menudo se relaciona con un mayor nivel de incidencia de hepatitis entre sus ocupantes, convertidos en "un grupo clave para la prevención y el tratamiento específicos". Además, en Europa, las personas que ingresan en prisión también son más propensas a tener antecedentes de consumo de drogas inyectables, "un factor de riesgo importante para la transmisión del virus de la hepatitis B y C", tal y como advierten desde el ECDC.

Así mismos, las condenas de corta duración y las reincidencias en el encarcelamiento hacen que el mismo grupo de personas se mueva a menudo dentro y fuera de la prisión. Por esta razón,l los organimos de control europeos consideran que abordar el problema de los contagios en la cárcel "también reportaría beneficios para la salud de la comunidad en general, al reducir la carga global de la enfermedad y prevenir la transmisión futura de infecciones". 
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