Consuelo Sánchez Naranjo, Miriam Pinillos, Myriam Pallarés, e Isabel Araque.
El ámbito sanitario encara un cambio de ciclo. Las movilizaciones por el Estatuto Marco, las amenazas por
nuevas concentraciones en Muface y la crisis de los cribados son los ejes de la sanidad a los que tendrá que hacer frente el Gobierno de Pedro Sánchez en los próximos meses. Es en medio de este escenario, además, en el que
las carteras ministeriales han dado un cambio de imagen. Ejemplo de ello es el
cese de Clara Mapelli, y el nombramiento de
Consuelo Sánchez Naranjo, en el cargo de secretaria de Estado de Función Pública. Una nueva cara que en los próximos meses hará frente a la crisis de los funcionarios y tomará las riendas de
Muface en su nueva era tras el que probablemente haya sido el mayor trance en sus 50 años de historia.
Sánchez Naranjo tiene ante sí un horizonte incierto. La
crisis sin precedentes de Muface ha dejado una oleada de incertidumbre. El vaivén en las negociaciones, la situación financiera de la mutualidad y la digitalización del modelo son algunos de esos retos que ya están sobre la mesa de la nueva secretaria de Estado de Función Pública. De hecho, algunos de los vocales del
Consejo General de Muface, han valorado favorablemente la ascensión al puesto en conversación con
Redacción Médica, ya que, en sus palabras, “conoce el funcionamiento de la mutualidad y apuesta por mejorar el sistema”. “Hay gente que viene sin tener ni idea. Ella ya lo conoce,
sabe lo que es Muface”, apuntan.
Los cuatro desafíos de Sánchez Naranjo en Muface
En esta nueva etapa, Sánchez Naranjo hará frente a varios desafíos. En este sentido, las voces consultadas por este periódico han especificado cuatro puntos con los que tendrá que lidiar en su nueva etapa como secretaria de Estado de
Función Pública. La primera de ellas, la más repetida en los últimos meses: la asistencia sanitaria de los funcionarios. “Es un desafío. Hay que estar muy pendientes de que la prestación sanitaria no sufra desperfectos”, inciden. La postura en este sentido es clara:
“Consuelo Sánchez Naranjo tendrá que vigilar la asistencia sanitaria de Muface”.
Estas mismas voces ahondan en otra cuestión. El
copago farmacéutico. “Consuelo tiene peso político. Conoce nuestra situación. Por eso tendrá que hacer frente a
una de las grandes reivindicaciones de los últimos años: tenemos que equiparar el copago farmacéutico al de la seguridad social”, puntualizan.
El tercero de los desafíos se centra en los
recursos y a las ayudas sociales. Sobre ellos, dicen las voces consultadas por este periódico, “hay que promover un mayor refuerzo”.
Por último, las fuentes del Consejo General de Muface hacen hincapié en la
brecha digital que persiste entre los mutualistas adscritos a la mutualidad. En este punto cabe recordar que el perfil de estas personas es, principalmente, envejecido. “Tenemos analfabetos tecnológicos, no están acostumbrados a la
digitalización, y tendrá que hacer frente a este asunto, así como a la implantación de la IA”, dicen.
Sánchez Naranjo y su primer Consejo General de Muface
La nueva secretaria de Estado de Sanidad ha tenido su
bienvenida oficial en la cumbre de la mutualidad. Ha sido este miércoles, horas después de que el Boletín Oficial del Estado (BOE) hiciese público su nombramiento, cuando Consuelo Sánchez Naranjo
ha presidido su primer Consejo General de Muface.
"Queremos seguir impulsando la modernización del mutualismo administrativo", ha avanzado al inicio de la reunión. Con ello, ya ha deslizado su propósito para este nuevo concierto: afianzar los nuevos sistemas en Muface y aplicar mejoras al modelo.
Tras ello, ha dado pie a la presentación del
Plan Estratégico de Muface 2025-2027, así como a la situación de la
implantación de la receta concertada de la mutualidad (que ya tiene próximos destinos) y su situación financiera. Todo ello con una nueva movilización en el aire.
Los retos en el ámbito sindical
Sánchez Naranjo llega al cargo en un otoño caliente en el ámbito sindical.
CCOO, UGT y CSIF anunciaron concentraciones en toda España el
30 de octubre para exigir al
Ministerio de Función Pública que convoque la mesa de diálogo para negociar un nuevo pacto salarial del empleo público, incluido el sanitario.
Consultados por este medio, CCOO y UGT no entran a valorar el nuevo nombramiento en tanto en cuanto se enmarca en “la práctica habitual del Gobierno”. Fuentes de UGT Servicios Públicos, de hecho, señalan que sus reivindicaciones seguirán siendo las mismas que hasta ahora: “
Negociación real y compromiso”.
Miriam Pinillos, responsable de Políticas Públicas de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO, espera que el cambio en la Secretaría de Estado “sirva para desbloquear la situación” y que el ministro
Óscar López atienda sus demandas, que, además de abrir la mesa de negociación para “garantizar una subida salarial”, son “cumplir los compromisos alcanzados en el
Acuerdo Marco para una Administración del Siglo XXI, como la jubilación parcial o clasificación profesional”.
Manifestaciones del 30 de octubre en España
Con una extensa agenda por delante, los sindicatos evaluarán a partir de ahora si
Sánchez Naranjo es capaz de cumplir con las expectativas. Por el momento, las manifestaciones del 30 de octubre se mantienen.
“No estamos para perder dinero ni nuestras oportunidades. Hay que luchar por nuestro salario, por nuestros derechos y por las condiciones de nuestros puestos de trabajo. La lucha se gana luchando. Así que peleamos. Pelearemos el día 30, todos y todas juntos por lo que es justo para todos nosotros”, ha declarado
Isabel Araque, secretaria general de UGT Servicios Públicos.
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