El sistema Sirem se activará el próximo mes en estas dos regiones, completando su implantación en 13 CCAA

Muface pone fecha a la receta concertada en Madrid y País Vasco
Sede de Muface.


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Muface ha puesto fecha para las dos próximas implantaciones de su receta electrónica concertada (Sirem). Con estas incorporaciones, Sirem cerrará 2025 con presencia en 13 comunidades autónomas y las dos ciudades autónomas, y prevé completar el mapa en el primer trimestre de 2026 con Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía.

El sistema se lanzará en Madrid el próximo 4 de noviembre y en el País Vasco el día 25, según ha confirmado el organismo. Muface también ha anunciado que prepara un acto institucional con representantes de la Administración, las entidades concertadas, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos y el Icomem, además de una campaña informativa a través del correo electrónico y en oficinas provinciales. "A partir de ahí ya empieza a funcionar, porque al día siguiente ya se estará prescribiendo electrónicamente", ha señalado Myriam Pallarés, directora general de Muface, en declaraciones en el marco del Consejo General de la entidad. "La participación de los médicos es esencial, sin ellos esto no funciona", ha recalcado.

Para fomentar el uso de la prescripción electrónica, Pallarés también ha destacado la existencia de incentivos a la calidad previstos en el concierto, así como la labor del grupo de trabajo electrónico con las entidades aseguradoras y las tareas de comunicación, formación y concienciación tanto para médicos como para mutualistas. "Tenemos un grupo de trabajo con las entidades y nos reunimos periódicamente para hacer el seguimiento", ha apuntado la directora general, quien ha recordado que este sistema "reduce burocracia y evita desplazamientos innecesarios", además de aportar beneficios en seguridad del paciente, prevención del fraude y uso racional del medicamento.

Implicar a los médicos y mejorar la interoperabilidad


Fuentes del Consejo han explicado que las principales dificultades del proyecto son de carácter informático, aunque aseguran que la unidad técnica de Muface "está recogiendo las sugerencias de mejora" y que se avanza en nuevas funcionalidades, como la descarga por parte del mutualista de la hoja de tratamientos activos, disponible desde hace unos meses.

No obstante, insisten que el éxito de Sirem depende sobre todo de la implicación del colectivo médico. "Se trata de facilitarles el acceso a la aplicación y su integración con los sistemas informáticos de los centros médicos, pero su participación es esencial", recalcan estas fuentes. En ese sentido, Muface realiza un seguimiento de los médicos prescriptores en Sirem "para ver la evolución junto con las entidades y concienciarlas de que son una parte esencial del proyecto".

Desde la mutualidad señalan que uno de los grandes retos es lograr una interconexión fluida entre los softwares clínicos de las aseguradoras y el sistema, ya que "el médico prescribe desde el software de su centro y ese sistema es el que envía la receta a Muface". Según estas fuentes, tanto ADESLAS como ASISA están haciendo un esfuerzo "para interconectar sus sistemas con los operadores sanitarios", algo especialmente complejo por la "gran atomización del software sanitario privado".


Un despliegue desigual por territorios


Muface ha reconocido que el grado de uso de la receta electrónica concertada varía notablemente entre comunidades. "En Melilla, a los dos meses de implantarse, la utilización alcanzaba el 50 por ciento, mientras que en Ceuta, que se implantó el día anterior, era solo del 2 por ciento. Hay factores locales que facilitan o dificultan el uso y todavía no los tenemos completamente identificados", han apuntado.

La Mutualidad también trabaja con los grandes grupos hospitalarios para asegurar la integración del sistema en toda su red. "Ya está implantada en todos los hospitales del grupo Quirón, y se está extendiendo a HM, DICAs y HLA", detallan. "Cuando esté instaurada en todos los grupos, los niveles de utilización se multiplicarán".

En cuanto a la infraestructura técnica, los responsables han destacado que el nivel de incidencia es “bajísimo”, con tiempos de indisponibilidad mínimos en caso de caídas, gracias al soporte continuo del equipo de sistemas.

Por último, Muface ha recordado que desde la mutualidad están reforzando su estrategia de incentivos a la calidad, formación y comunicación tanto para médicos como para mutualistas. "Tenemos un grupo de trabajo con las entidades y nos reunimos periódicamente para hacer seguimiento. Además, lanzaremos correos electrónicos y carteles informativos para difundir la implantación", explican sus fuentes.

Entre los desafíos pendientes figuran el ámbito rural, donde muchos mutualistas acuden a la sanidad pública al no existir médicos concertados, y la resistencia de algunos mutualistas de mayor edad a abandonar el tradicional talonario. "Es importante continuar con la labor de concienciación y formación para impulsar el uso de la receta electrónica", han concluido desde Muface.
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