Cuatro funcionarios explican a Redacción Médica cómo han vivido las ventanas de cambio de 2025

Las "agónicas" permutas de Muface: "Si voy a la pública, abandono a gente"
Cartel de la sede central de Muface, en Madrid.


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Las piezas empiezan a encajar. Los vértices comienzan a unirse hasta formar una figura. Una imagen. Los trozos de la fotografía se despegaron, se descolocaron y se rompieron un 5 de noviembre. Fue entonces cuando el puzle de Muface sufrió su primer revés: una licitación desierta. Ahora el dibujo es otro. Son otras las piezas que perfilan una nueva cara. Solo dos aseguradoras, en vez de tres, han suscrito el contrato para el concierto sanitario. Un convenio que dota de asistencia sanitaria a más de un millón y medio de personas y que desde el 1 de mayo vive una era de cambios convertidos en permutas. Una imagen renovada para un puzle que se deshizo en noviembre y que ahora tiene otra carátula.

Tras la crisis sin precedentes en la que se sumió Muface, la calma ha llegado. Una tranquilidad aparente en la que los periodos de permutas (uno en mayo y otro en junio), han marcado la actualidad de la mutualidad. Unos cambios que, además, tuvieron otra aparición en enero, cuando el modelo dio la oportunidad a los funcionarios y a sus beneficiarios de cambiarse de las entidades privadas al sistema público.

Unas permutas que Esther Pérez (Gran Canaria, 53 años) define como “agónicas”. Esta funcionaria, que entró a la mutualidad hace varias décadas, explica que ha vivido los tres periodos con “ansiedad por todas aquellas personas mayores que no sabían ni lo que estaba pasando”. En concreto, se refiere al perfil de la mayoría del mutualismo: jubilados con problemas de salud grave. “Muchos de ellos pedían ayuda porque desde la Administración hay un abandono. El Gobierno no entiende la angustia que genera perder a tu médico”, apunta esta mutualista.

- ¿Se ha planteado en algún momento cambiarse a la sanidad pública?
- Si me voy a la pública, abandono a mucha gente.
- ¿Por qué?
- Porque la sanidad privada de Muface es un derecho de los funcionarios. Tenemos que pelear por el sistema.

Esta funcionaria no ha tenido que hacer frente a un cambio de aseguradora. María Monteseguro (Soria, 43 años), sí. En su caso, esta otra profesora -como más del 60 por ciento de los titulares adscritos a Muface- tuvo que acudir a la ventana de permutas del mes de mayo. Y es que su caso, como el de más de 200.000 personas, fue consecuencia de la salida de DKV del concierto sanitario, que por primera vez en la historia ha quedado con solo dos compañías, Asisa y Adeslas.

Tres ventanas de permutas para el 'nuevo' Muface


“Han sido las permutas más raras de la historia de Muface. Principalmente, por toda la incertidumbre que hemos pasado. No se sabía lo que iba a pasar…”, desliza en conversación con Redacción Médica.

Este caso no se asemeja a la situación de Elena Gómez (Santander, 25 años). No ha tenido que cambiar de aseguradora. Y es que esta cántabra, que conoce de primera mano el sistema del mutualismo administrativo, cuenta que siempre ha conocido el funcionamiento de la asistencia sanitaria privada del modelo. Sus padres, funcionarios, la inscribieron como beneficiaria, y en esa situación ha estado hasta que hace dos años se sacó la oposición y se convirtió en titular.

“He vivido estos meses con mucha incertidumbre, que es algo que nadie quiere cuando se está hablando de salud”, rememora sobre la etapa más intensa de la crisis del concierto sanitario. Un momento que, además de dejar huella en la historia de la mutualidad, ha acarreado un nuevo pensamiento entre los funcionarios: que este sea uno de los últimos contratos de Muface.

El apunte de Gómez tras estas ventanas de permutas es claro. “Si no se hace una reforma, Muface va a desaparecer y se derivarán los recursos a la sanidad pública”, dice al respecto. Una remodelación del sistema sobre la que el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública -y encargado de las competencias de la mutualidad-, Óscar López, ya ha dado su visto bueno. Un ‘ok’ que también cuenta con la luz verde del sector asegurador.

¿El último concierto de Muface?


Los más ‘retractores’ de la sanidad privada de Muface también apuestan por el fin del concierto. Joan de Gracia (Girona, 56 años) cambió hace varios años del modelo privado al público.

- ¿Cómo definiría los periodos de permutas de este 2025?
- No recuerdo haber vivido un proceso tan complicado ni con tantas incertidumbres como este.

Firme defensor de los servicios públicos, este mutualista habla de las consecuencias de la crisis sin precedentes de los últimos meses para Muface. “Solo dos entidades se han mostrado interesadas”, recuerda sobre la puja por el concierto en la que estuvieron interesadas hasta seis aseguradoras (Asisa, Adeslas, DKV, Sanitas, Mapfre y AXA). Es aquí donde opina: “Es un riesgo que el concierto dependa del interés de unas pocas aseguradoras. Creo que el modelo de conciertos debe cambiar”.

En este punto de la conversación, De Gracia no duda a la hora de responder. Cuestionado sobre la posibilidad de que este concierto (el de 2025 a 2027) sea el último, el mutualista confía en que “es el final de una etapa”. “El futuro de Muface pasa por el trasvase gradual de los funcionarios y funcionarias al Sistema Nacional de Salud (SNS)".

Este escenario, no obstante, está en el aire. Si bien tanto el Ministerio de Sanidad como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ya han planteado la desaparición progresiva del mutualismo administrativo, lo cierto es que seguirá adelante hasta 2027. Tal y como lo establece el último convenio firmado por las aseguradoras y la Dirección General de la mutualidad.

Lo que sí se conocerá en pocas semanas es el nuevo ‘dibujo’ del puzle de Muface. Una vez finalice el periodo de permutas del mes de junio, se hará público el porcentaje de personas que han optado por la pública y el que lo ha hecho por la privada. Unos cambios en los que, por cierto, se hará especial hincapié en aquellos mutualistas de DKV que durante mayo no hubiesen cambiado de entidad o a la pública, y hubiesen sido enviados por Muface de oficio al INSS (servicios autonómicos de salud), podrán revertir la derivación ‘exprés’.

Ocho meses después desde que el juego se quedase sin piezas, una nueva figura está en la tabla. Muface, con una nueva apariencia, empieza desde este 1 de julio una era tras la que probablemente haya sido la mayor crisis en sus 50 años de historia. Todo ello sin olvidar el miedo a que la mano de la incertidumbre remueva otra vez el puzle de la mutualidad.
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