El Gobierno da nuevas pistas sobre la reducción del consumo de psicofármacos en una respuesta parlamentaria

El Gobierno explica en una respuesta parlamentaria su estrategia para la reducción del consumo de psicofármacoAl detalle en Redacción Médica
En España se consumen cerca de 110 dosis diarias de psicofármacos por cada 1.000 habitantes.


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El Gobierno impulsará campañas de concienciación para reducir el consumo de psicofármacos, dirigidas no solo a la ciudadanía, sino también a los profesionales sanitarios. Así lo ha confirmado en respuesta a una pregunta parlamentaria del diputado de Sumar, Alberto Ibáñez, que se ha interesado por  las medidas transversales y en coordinación con las comunidades autónomas que está adoptando el Ejecutivo en este ámbito.


Consumo de benzodiacepinas en España


La Agencia española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) estima que en España se consumen cerca de 110 dosis diarias de psicofármacos por cada 1.000 habitantes. En este contexto, las benzodiacepinas, se sitúan, junto con los opiáceos y la cocaína, entre las tres sustancias responsables de los mayores índices de mortalidad por sobredosis. Ante esta situación, el diputado Alberto Ibáñez ha preguntado al Gobierno por las medidas que se están desarrollando para reducir el abuso de estos hipnosedantes, así como por las acciones concretas dirigidas a colectivos vulnerables, como mujeres y personas jóvenes.

En su respuesta, el Ejecutivo ha asegurado que ya se está evaluando la hoja de ruta para “la disminución de los daños asociados al consumo de fármacos con potencial adictivo, como hipnosedantes y ansiolíticos”, en línea con los objetivos generales contemplados en la Estrategia Nacional sobre Adicciones (ENA) 2017-2024. Paralelamente, el Plan de Acción sobre Adicciones 2021-2024 incluye como acto específico “el manejo de fármacos con potencial adictivo”, con el objetivo de promover la colaboración entre los agentes implicados en su uso adecuado y reforzar la respuesta de la red asistencial de adicciones ante los problemas derivados de su consumo.

Apoyo a personas vulnerables en materia de salud mental


Por otra parte, el Ejecutivo ha defendido que, en coordinación con las comunidades autónomas, se ha puesto en marcha un conjunto de medidas transversales para reducir de manera significativa el abuso de benzodiacepinas, en el marco del Plan de Acción de Salud Mental 2025-2027. “Este plan contempla la realización de campañas de sensibilización accesibles tanto para la población general como para los profesionales sanitarios, con el objetivo de promover el uso adecuado de los psicofármacos y dar a conocer otras alternativas terapéuticas basadas en la evidencia científica”, ha asegurado. Asimismo, se está impulsando la elaboración y difusión de una Guía de Práctica Clínica que oriente sobre el uso racional de psicofármacos. Además, el plan incorpora una perspectiva de género y un enfoque específico hacia los colectivos en situación de vulnerabilidad.

Como ya informó este periódico, en el pasado mes de junio el Gobierno aprobó un gasto de 39 millones de euros para paliar la falta de profesionales. Con estos fondos, se reforzarán los recursos humanos y se fomentará un uso más racional de los psicofármacos, promoviendo programas formativos y campañas para su utilización adecuada. También se mejorará la accesibilidad a los servicios para personas en situación de vulnerabilidad y se reforzará la formación profesional en violencia de género y atención a mujeres víctimas.


Plan de Acción de Salud Mental 2025- 2027


En este sentido, el Plan de Acción de Salud Mental 2025-2027 busca mejorar el bienestar emocional de la población española a través de ocho líneas estratégicas. Entre sus principales ejes se encuentran el refuerzo de los recursos humanos del Sistema Nacional de Salud, el desarrollo de un modelo comunitario que evite la institucionalización, y la promoción de la humanización y el respeto a los derechos humanos, con especial atención a la lucha contra el estigma. También se pone el foco en el uso racional de los psicofármacos y en el abordaje específico de colectivos vulnerables, como la infancia, la adolescencia y las personas en situación de riesgo.

El plan impulsa, además, la prevención del suicidio y la mejora de los sistemas de información en salud mental. Uno de los aspectos más destacados es la propuesta de extender el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (Paime) a otras profesiones sanitarias. Asimismo, contempla la elaboración de una guía para identificar problemas de salud mental relacionados con el entorno laboral, lo que permitirá mejorar la vigilancia de los riesgos psicosociales y su reconocimiento. También se desarrollarán programas específicos de prevención y atención dirigidos al personal sanitario, considerado un grupo especialmente vulnerable.
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