Los sindicatos no dan por recibida la última versión de Sanidad y exigen incorporar jubilación y revalorización salarial

Los sindicatos rechazan el último borrador del Estatuto Marco del Ministerio de Sanidad
Imagen de archivo de una reunión del Ámbito de Negociación.


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Los sindicatos del Ámbito de Negociación han aprovechado la reunión de este martes con el Ministerio de Sanidad para verbalizar su rechazo al último borrador de Estatuto Marco planteado por el Gobierno. Fuentes de las organizaciones consultadas este lunes ya avanzaron a Redacción Médica su descontento con el documento -que recibieron el pasado viernes- tras un primer vistazo: “No hay apenas cambios con la versión de enero y en algunas cosas hasta empeora”, apuntaron, y es eso, en esencia, lo que han trasladado directamente al ministerio un día después. En una nota conjunta, Satse-FSES (donde está representada CESM), CCOO, UGT, CSIF y CIG-Saúde aseguran que la nueva propuesta de Estatuto Marco supone “un paso atrás que perjudica a los profesionales”. De hecho, los sindicatos no dan por recibido el documento y han emplazado a Sanidad a proporcionarles otro para “seguir negociando en beneficio del conjunto del personal del Sistema Nacional de Salud”.

Este lunes, las formaciones representadas en la mesa oficial de negociación con Sanidad, menos CESM, lanzaron un ultimátum al ministerio en una rueda de prensa: o el anteproyecto de Ley de Estatuto Marco incluye la jubilación anticipada y la parcial, una revalorización salarial ligada al nuevo modelo de clasificación profesional y la jornada semanal de 35 horas en toda la sanidad pública, o habrá convocatoria de huelga a partir de la segunda quincena de septiembre. Son cuestiones “irrenunciables”, según dijo la presidenta de Satse, Laura Villaseñor, que también dejó claro, como el resto de responsables sindicales que la acompañaron, que no ve lógico que exista ni un Estatuto propio del personal facultativo ni un capítulo específico para médicos en la carta magna de los profesionales de la sanidad.

Un día después de su órdago en público, los sindicatos, como ya hicieron durante la rueda de prensa, han acusado a la ministra Mónica García de mostrar “poco respeto” a la negociación colectiva: “Da toda la impresión de que el nuevo borrador sólo ha buscado contentar a un determinado colectivo sanitario, lo que evidencia, además, que han mantenido negociaciones paralelas”. No piensan lo mismo CESM y SMA -este último no representado en el Ámbito- que también criticaron ampliamente la última versión de Estatuto Marco, fruto de lo cual han adelantado una semana su huelga médica de octubre, del día 10 al 3. Además, han anunciado, entre otras medidas, que elaborarán una propuesta formal de Estatuto propio del facultativo antes de que el anteproyecto de Ley de Estatuto Marco llegue a las Cortes para iniciar su tramitación parlamentaria.

Intención de seguir negociando con Sanidad


En todo caso, el resto de sindicatos ha reiterado su “firme intención de seguir negociando” con Sanidad “para mejorar las condiciones laborales y económicas de los profesionales”. De hecho, confían en el que el departamento que dirige García “no busque excusas para romper la negociación”: “Pedimos al Gobierno que dé pasos firmes y concretos para que se recojan de forma clara y efectiva en el Estatuto Marco las reivindicaciones de los empleados públicos del SNS. Es urgente avanzar hacia un modelo laboral que priorice la salud física y mental de los profesionales, la conciliación de su vida personal y laboral, y con ello, garantice el bienestar y la calidad asistencial de la población, que es el fin último del sistema sanitario público de nuestro país”.

Es algo que no ocurre, según lamentan, en el último borrador legislativo elaborado por el ministerio y al que tuvo acceso Redacción Médica este lunes. El documento contiene diversas novedades respecto a la primera versión del pasado enero, como que el pago de las guardias se equipare al de la jornada ordinaria. También se ha eliminado la posibilidad de que los servicios de salud exijan a los médicos que trabajan cinco años exclusivamente en el ámbito público tras el MIR. Al margen de ello, se mantienen aspectos como la reducción de la jornada de guardia a 17 horas como mucho y el límite de 45 horas de trabajo semanales, esto último incorporado en un borrador parcial de mayo.

"Se han eliminado o devaluado avances ya acordados"


Pero son cambios insuficientes para la gran mayoría de los sindicatos del Ámbito. Por un lado, lamentan que Sanidad siga negándose, por el momento, a negociar con los ministerios de Seguridad Social y de Función Pública para regular la jubilación anticipada y la revalorización salarial en el anteproyecto normativo; y, por otro, critican que en esta nueva versión “se han eliminado, devaluado o modificado algunos avances ya acordados en aspectos importantes, como el nombramiento de sustitución por jubilación parcial, las nuevas funciones de la Comisión de Recursos Humanos del SNS o el conocimiento de las plantillas orgánicas existentes”. Además, entienden que el texto conlleva “un retroceso” en ámbitos como “los requisitos para los puestos directivos, los registros del personal, la formación continuada o los términos en los que establecen las relaciones de jerarquía de la nueva clasificación profesional y la introducción de criterios jerárquicos en la nueva clasificación profesional”.

“El Ministerio de Sanidad debe reconsiderar este borrador y aportar una nueva versión antes del próximo mes de septiembre, fecha en la que, si realmente no vemos avances, presentaremos de forma inmediata el calendario de movilizaciones para lograr un texto normativo que mejore las condiciones de trabajo de cerca de un millón de profesionales”, insisten. Será el 29 de julio cuando los sindicatos y Sanidad vuelvan a verse las caras en el Ámbito de Negociación.

CESM insiste en reclamar un ámbito de negociación médico


En CESM, por su parte, reconocen que en el documento que hay sobre la mesa desde el viernes se han hecho "algunos cambios que mejoran sustancialmente el primer texto", pero afirman que se trata "puramente de maquillaje": "No cambian la esencia final del documento", dice en declaraciones a Redacción Médica Víctor Pedrera, secretario general de la organización.

En cualquier caso, la principal exigencia de CESM es contar con un ámbito de negociación específico para los profesionales de la Medicina: "No podemos permitir que sindicatos como Satse o los generalistas, que tienen nula o muy baja representación en el colectivo médico, sean los que estén decidiendo en qué condiciones debe desempeñar un médico sus guardias, cuántas horas debe de trabajar y un largo etcétera. Creemos que es de justicia que seamos los médicos los interlocutores con la Administración para debatir este tipo de asuntos".

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