La incertidumbre energética obliga al hospital a apostar por renovables

La invasión de Ucrania y la inflación de precios han desencadenado una incertidumbre en materia energética que ha alcanzado también a los hospitales del Sistema Nacional de Salud (SNS). Este fenómeno internacional ha acelerado todavía más sus planes para apostar por las renovables como fórmula para garantizar su autonomía. La instalación de placas fotovoltaicas, la explotación del hidrógeno verde o el uso de biomasa son algunas de las estrategias que ya forman parte de su presente y futuro.

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Esta revolución ha sido una de las claves que han apuntado los ponentes del X Encuentro Global de Ingeniería Hospitalaria que ha organizado Redacción Médica. Las jornadas cuentan con el auspicio de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH), el patrocinio de Carburos Médica y la colaboración del Grupo Empresarial Electromédico (GEE) y Serveo.

Andrés Gómez, el responsable de la Unidad Técnica de Control del Servicio Madrileño de Salud (Sermas), ha planteado el uso del hidrógeno verde como un mecanismo para aprovechar la producción con placas fotovoltaicas que ya están explorando buena parte de los hospitales españoles. Se trata de una de las patas sobre las que cree que puede consolidarse el objetivo de la Agenda 2030 para que el 70 por ciento del consumo en España sea fruto de las renovables.

Aunque el rendimiento que ofrece la conversión con hidrógeno verde todavía se sitúa en una horquilla del 25-30 por ciento, su principal ventaja es que permite almacenar energía renovable, sin la necesidad de recurrir a la explotación de materias primas. “Tenemos que poder generar nosotros energía eléctrica para compensar ese déficit y además deberíamos aprovechar las tecnologías actuales para garantizar el suministro con suficiente almacenamiento”, ha apuntado Gómez.

Andrés Gómez, responsable de la Unidad Técnica de Control del Servicio Madrileño de Salud (Sermas).

El especialista del Sermas ha presentado en el acto las cifras de un estudio de su departamento sobre tres de los hospitales de la red madrileña. Sus cálculos estiman que se podría facilitar con esta tecnología un consumo propio del 21% de su demanda energética actual, aunque la cifra se podría ampliar si se utilizasen los terrenos adyacentes también para instalar placas fotovoltaicas.

La instalación de estos paneles ya es algo en lo que trabaja también el Hospital Virgen del Rocío que ha armado un proyecto para montar una instalación con una potencia de 240 kilovatios por hora. Este plan forma parte de un programa más completo también para renovar tanto el sistema de frío como de calor del centro con dispositivos más eficientes y menos contaminantes.

Sin embargo, el impacto de la crisis energética internacional también les ha pasado factura. El alza de materias primas como el acero, el cobre o el aluminio ha provocado que algunas de las licitaciones previstas se hayan atrasado e incluso hayan quedado desiertas porque los proveedores han exigido revisiones de precios. “Los plazos de contratación de la administración pública son incompatibles con la situación del mercado. Es muy difícil establecer precios con un mercado alcistas”, ha explicado José Luis Sampedro, técnico del Servicio de Proyectos y Obras del hospital sevillano.

Consumo energético y biomasa en la transición del hospital

Además de intensificar el uso de renovables, otra de las vías para facilitar esta transición energética pasa por lograr un consumo más eficiente en los hospitales. El vicepresidente de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH), Luis Fernando Talavera, ha presentado el caso del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, que ha logrado reducir en un 63 por ciento su uso de combustibles fósiles y en un 9 por ciento su factura eléctrica desde 2015.

La clave para conseguirlo pasa por la introducción de energías alternativas pero también por acelerar la puesta en marcha de controles automáticos, las reformas de plantas térmicas o incluso aspectos asistenciales como reducir los desplazamientos. “Hay que aligerar consumo en muchos casos haciendo ingeniería en los procesos del hospital o haciendo inversiones”, ha enfatizado.

Luis Fernando Talavera Martín, vicepresidente de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria y Director de Ingenierías del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín.

José Luis Sampedro Fernández, técnico del Servicio de Proyectos y Obras del Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla).

Otra de las apuestas es la incorporación de biomasa como combustible para aportar consumo energético a las instalaciones sanitarias. Se trata de una alternativa que se ha integrado al 100 por ciento en cinco hospitales gallegos con una capacidad de entre 150 y 200 camas cada una. Algo que para José Luis López, vocal de la AEIH, ha facilitado dejar de lado las “vicisitudes geopolíticas” en el contexto actual. “Tenemos que ir a la descarbonización, incorporar renovables y hacer más eficientes los hospitales”, ha subrayado.

En este momento de transición, Sergio Manuel Garrido, subdirector de Obras, Instalaciones y Equipamiento de la Dirección General de Planificación Económica del Servicio Extremeño de Salud (SES) ha enumerado algunas de las claves burocráticas que permitirán paliar el impacto de la crisis energética. Apostar por nuevos modelos de contrato de luz que combinen tarife eléctrica con ‘pool’, limitar los acuerdos a espacios temporales más cortos o dar apoyo a las empresas son algunas de sus claves. “La solución debe ser multifactorial e integral. Con una sola no vale, hay que implementar varias”, ha agregado.

Sergio Manuel Garrido, subdirector de Obras, Instalaciones y Equipamiento de la Dirección General de Planificación Económica del Servicio Extremeño de Salud.

Mesa sobre 'Crisis energética y problemas de suministros en el entorno hospitalario' del X Encuentro Global de Ingeniería Hospitalaria.