El consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, ha detallado que estos se han observado en Oncohematología o Farmacogenética

Alejandro Vázquez, consejero de Sanidad de Castilla y León.


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El Plan Estratégico de Medicina Personalizada de Precisión 2024-2030 se puso en marcha en Castilla y León en enero de este año, una propuesta que pretende hacer frente al cambio de paradigma en este ámbito y que, estando cerca a su primer año de implantación, ha comenzado a dar resultados clínicos en especialidades como Oncohematología, Farmacogenética, Alergología, Psiquiatría o Cardiología de alta precisión.

Así lo ha destacado el consejero de Sanidad de Castilla y León, Alejandro Vázquez, quien pese a considerar que aún es un "poco pronto" para hacer un balance al respecto, sí que se han comenzado a sentar las bases en las nuevas técnicas que cambiarán la Medicina. "Estamos viendo resultados y estamos empezando a ver a pacientes bajo esta perspectiva", ha detallado en una entrevista realizada durante el XVII Encuentro Global Directiv@s de la Salud, organizado por Redacción Médica y que ha contado con el auspicio de la Sociedad Espñaola de Directivos de la Salud (Sedisa) y la colaboración de Abex Excelencia Robótica, Air Liquide Healthcare, BeOne, Cardiva, GSK y MBA Surgical Empowerment.

Vázquez también ha destacado el papel del gestor sanitario en este proceso por ser una "figura clave" en todo el desarrollo y ha abordado otros temas como la fidelización de profesionales en el Servicio de Salud de Castilla y León (Sacyl), la aprobación del grado de Medicina en la Universidad de León y las desavenencias entre las comunidades autónomas lideradas por el Partido Popular y el Ministerio de Sanidad en el Consejo Interterritorial en torno a los cribados de cáncer.

Castilla y León celebrará elecciones el 15 de marzo si todo continúa según lo previsto. ¿Han modificado su hoja de ruta sanitaria para poder culminar objetivos antes de esa fecha?

No. No ha habido cambios de programación ni de planificación por las elecciones. El presidente Alfonso Fernández Mañueco siempre ha dicho —desde hace más de un año— que agotaría la legislatura, y así ha sido. Toda la planificación se ha hecho para llegar al final del mandato con los trabajos previstos listos: Plan de Medicina Personalizada y de Precisión, Plan de Investigación, Estrategia de Investigación Biosanitaria, Plan de Enfermedades Raras o la revisión del Plan de Cronicidad, entre otras medidas relacionadas con personal. Sabíamos que la legislatura acababa en el primer trimestre de 2026 y hemos trabajado con ese calendario.

Si Fernández Mañueco repite como presidente, ¿estaría dispuesto a asumir de nuevo la Consejería de Sanidad?

Ya lo he dicho en alguna ocasión: estoy a disposición del Partido Popular de Castilla y León y del presidente Alfonso Fernández Mañueco para aquello que consideren oportuno.

Quedan unos cinco meses para esas elecciones y aún hay asuntos pendientes que requieren convalidación en las Cortes, como la Ley de Difícil Cobertura o la Ley de Incentivos para profesionales sanitarios. ¿Hay tiempo suficiente para aprobarlas?

Los tiempos legislativos y los del Ejecutivo no siempre coinciden. La Proposición de Ley de difíciles coberturas se remitió a las Cortes hace más de un año y tras la toma en consideración —justo antes del verano— está en muy buen punto para ser abordada. En la última sesión he podido hablar con varios grupos parlamentarios y hay buena sintonía para sacarla adelante.

Queda por cerrar la fase de ponencia y el trámite en comisión —donde se decide qué enmiendas pasan al Pleno y cuáles se incorporan directamente al texto—. Creo que en los tres plenos ordinarios que restan puede llegar al último ya en condiciones de debatir y cerrar las enmiendas que queden vivas. Por lo tanto, sí: creo que será posible que esa Proposición de Ley termine aprobándose.

La sanidad autonómica ha hecho un esfuerzo enorme para reducir la temporalidad, con el objetivo de situarla por debajo del 8 por ciento como exige la UE. ¿En qué fase se encuentran ahora?

Ha sido una de las tareas más exigentes de la legislatura. Se han baremado más de 35.000 solicitudes. Ya se han incorporado 737 médicos, 2.300 profesionales de Enfermería y técnicos y 1.300 profesionales de gestión, dentro de la fase de concurso de méritos.

Estamos a punto de concluir la fase de concurso-oposición, y calculamos que algo más de 5.000 profesionales se incorporarán de forma fija a la plantilla del Sacyl. Con las categorías recientemente incorporadas, las estimaciones sitúan la temporalidad por debajo del 1% en médicos y un poco por encima del 1% en enfermería. Es decir: se ha reducido de forma muy significativa.

Alejandro Vázquez, consejero de Sanidad de Castilla y León.

Alejandro Vázquez, consejero de Sanidad de Castilla y León.


Además, seguimos con el concurso abierto y permanente de traslados, lo que añade complejidad a la gestión. Y una vez concluido este proceso extraordinario, continuaremos con las Ofertas Públicas de Empleo. En definitiva, el panorama ha cambiado de forma sustancial: empezamos la legislatura algo por encima del 8% y ahora estamos en torno al 1% en médicos y enfermeras.

"Estamos por concluir la fase de oposición, con lo cual unos 5.000 profesionales se incorporarán a Sacyl"




Entiendo que ese es el camino a seguir, intentando hacer OPEs para mantener ese 1 por ciento...

Anuales o bianuales. Lo que sí debe de hacerse en las Ofertas Públicas de Empleo es con una periodicidad, no puede suceder lo que ha sucedido históricamente dentro de los servicios de salud de estar muchos años sin Ofertas Públicas de Empleo porque eso sí que genera inestabilidad en la plantilla.

La cronicidad supone ya el 80 por ciento de las consultas en Atención Primaria en Castilla y León —una comunidad muy envejecida— y el 60 por ciento de los ingresos hospitalarios. ¿Cómo se está adaptando el sistema sanitario para atender esta demanda tan creciente?

La cronicidad es un desafío del que se habla en gestión sanitaria desde hace muchos años, pero al que no se ha sabido —o no se ha podido— responder con la rapidez y la concreción necesarias. Por eso hemos tenido que revisar antes de los diez años la estrategia vigente. La nueva versión la hemos denominado “Visión 2024-2030”, porque refleja mejor el escenario real de la cronicidad en la comunidad.

Le doy solo dos datos: en Castilla y León calculamos ahora unos 400.000 pacientes crónicos de media y alta complejidad, y alrededor de 1.200.000 de baja complejidad. El objetivo de la revisión era evidente: concentrarnos en evitar que el paciente crónico leve derive hacia un paciente de alta complejidad.

Ese es el gran reto. Y por eso la revisión incorpora algo que hace una década apenas se intuía y que hoy es una realidad clave: las nuevas tecnologías aplicadas a la monitorización clínica.

¿Cómo lo están consiguiendo?

En primer lugar, reforzar el liderazgo de Atención Primaria en la gestión del paciente crónico. Principalmente, en dos líneas: mantener la continuidad asistencial y asegurar la coordinación entre niveles —no solo entre Primaria y Hospitalaria, sino también con el nivel sociosanitario. En Castilla y León, con una población muy envejecida y muy dispersa, esto es especialmente complejo.

Además, estamos impulsando la atención domiciliaria y el cuidado en el hogar, y promoviendo algo de lo que se habla mucho pero que no se ha implantado con la firmeza necesaria: el autocuidado y la corresponsabilización del propio paciente crónico. Sin ello, es muy difícil frenar la evolución de la enfermedad.

Con estas cuatro palancas —Primaria como eje, continuidad y coordinación asistencial, atención domiciliaria y autocuidado— y con el uso sistemático de nuevas tecnologías para el seguimiento de pacientes crónicos y pluripatológicos, hemos renovado la estrategia, presentada el año pasado. Confiamos en que dé resultados mucho mejores que los obtenidos hasta ahora.

En cuanto a intentar dotar de más competencias a otras profesiones sanitarias, Enfermería, psicólogos, farmacéuticos incluso, que también juegan un papel muy importante dentro de la región. ¿Cree que también se podría impulsar una revisión competencial para atajar la cronicidad de una forma más efectiva?

El paciente crónico es un paciente que, como norma general, está diagnosticado, tiene un tratamiento propuesto y lo que requiere son, sobre todo, cuidados de modo muy importante. Lo primero que tenemos que entender es que tiene que funcionar perfectamente bien lo que es la unidad funcional de Atención Primaria, de médico y enfermera, con un papel muy preponderante para la Enfermería. Estamos hablando de cuidados, estamos hablando de pacientes que hay que vigilar su situación y estamos hablando, por lo tanto, de un importante papel de Enfermería que, además, vamos, sobre todo, basándonos en la Enfermería especializada, en la Enfermería Familiar y Comunitaria, vamos a potenciarlo en ese sentido. No solamente categorías profesionales como Enfermería, sino también, por ejemplo, Fisioterapia, que es muy importante.

Hemos puesto en marcha una estrategia en Castilla y León con bastante buena aceptación por parte de los usuarios, que es el afrontamiento activo del dolor crónico y, también la estrategia de apoyo psicológico a la población. Es decir, eso unido a nutricionistas y otra figura muy importante a nivel de, cuando estamos hablando de paciente crónico con dependencia, que es el trabajo social, tenemos que llegar a crear ese marco profesional que permita que el paciente sea tratado en su medio, sea cuidado en su medio y evite el desplazamiento al medio hospitalario, que es lo que actualmente se tiene tendencia con los pacientes crónicos.

Antes comentábamos sobre este Plan Estratégico de Medicina Personalizada de Precisión que, precisamente, Castilla y León fue una de las primeras comunidades en impulsarlo. ¿Qué balance hace de este plan estratégico?

No hace un año todavía que lo hemos puesto en marcha porque aunque se presentó a finales del 2024, digamos, que se ponía en marcha a primeros de este año, de 2025, sí que somos una comunidad que hemos estado en cabeza. Solamente hay tres comunidades autónomas que tengan un plan de este tipo, un Plan Estratégico de Medicina Personalizada de Precisión y, por tanto, me siento muy orgulloso de la estrategia y del plan que se ha elaborado y todavía es un poco pronto. ¿A qué hemos dedicado este año? A hacer los primeros pasos del plan, entre ellos crear los nódulos de asistencia en cada una de las 11 áreas de salud y, sobre todo, a sentar las bases para el trabajo que lleva de big data, de genómica, lleva proteómica, de toda esta serie de nuevas técnicas que van a cambiar el paradigma de la Medicina, y ponerlas a disposición de los profesionales.

De este modo, al primer secuenciador masivo de uso clínico que se puso en marcha en el año 2023 en Salamanca, hemos sumado otros en Valladolid, no de genoma completo, pero sí secuenciadores masivos en Valladolid, Burgos y León, y empezamos a ver ya resultados clínicos en algunas especialidades como Oncohematología, como Farmacogenética, como, por ejemplo, Alergología, Psiquiatría o Cardiología de alta precisión. Todavía es un poco pronto, pero estamos ya viendo resultados y estamos empezando a ver pacientes bajo esta perspectiva, que integra al paciente en sí y no se habla de la enfermedad, sino del paciente.


"Empezamos a ver ya resultados clínicos en el Plan Estratégico de Medicina Personalizada"



En ese desarrollo que lleva un año, ¿qué protagonismo ha tenido el gestor sanitario?

El gestor sanitario tiene que organizar a los profesionales dentro de lo que dice el plan, tiene que proveer los equipamientos necesarios, tal y como dice el plan, y el tema de la organización, efectivamente, compete en la organización y provisión de infraestructura y de equipamiento, no se podría realizar sin el gestor sanitario. El gestor sanitario, dentro del sistema sanitario, es una figura clave en todas las cosas y en el desarrollo de la Medicina Personalizada y de Precisión también.

La retención de talento sanitario es uno de los grandes debates: los sindicatos reclaman reforzar la carrera profesional para fidelizar y evitar que los profesionales se marchen a comunidades limítrofes como Madrid. ¿Es suficiente el incentivo económico actual para frenar esa fuga, o habría que reforzarlo?

Nosotros hemos puesto en marcha a lo largo de la legislatura un plan de fidelización de profesionales que, en un escenario nacional de déficit de ciertos especialistas médicos, nos ha permitido incorporar al Servicio de Salud de Castilla y León a 907 médicos especialistas. Efectivamente, es un plan que no solamente lleva un incentivo económico diferente, sino que lo que lleva es una serie de condiciones, sobre todo para los profesionales jóvenes, de continuar con formación. Se le proporciona cursos de doctorado, se le somete también al que quiere participar en ello en equipos de investigación relativos a su especialidad y, como norma, también, digamos, novedoso, hemos tenido que participar en acuerdos de gestión compartida entre diferentes gerencias para facilitar que en aquellas gerencias que tienen menos atractivo para algunos profesionales en determinadas especialidades puedan contar con ellos. Esto, como digo, nos ha permitido incorporar, quedarnos en la plantilla con 907 médicos, lo cual dentro de la dificultad que tenemos en cuanto a falta de ciertos especialistas, nos ha permitido capear el temporal.

El consejero de Sanidad durante la entrevista dirigida por Jesús Arroyo, jefe de Sección de Profesión de Redacción Médica.

El consejero de Sanidad durante la entrevista dirigida por Jesús Arroyo, jefe de Sección de Profesión de Redacción Médica.


Y con respecto, por ejemplo, a Madrid, sí que es verdad que Madrid es una comunidad autónoma enormemente atractiva, sus hospitales son enormemente potentes, pero, por ejemplo, en Atención Primaria hay más atracción hacia las zonas comunes, las zonas fronterizas que tenemos, Segovia o Ávila, también tenemos atracción sobre esos profesionales de Atención Primaria. Por lo tanto, el movimiento entre los profesionales, entre las comunidades autónomas es muy dinámico, no obedece siempre, o no muchas veces, a temas económicos, sino a otros temas de mucho más desarrollo profesional o expectativas profesionales.

Sobre el pacto que comentaba, ¿cómo ha sido negociar esta posibilidad de retención entre áreas?

Pacto entre gerencias no hay, es un acuerdo de gestión compartida en el cual unas gerencias brindan profesionales a otras gerencias y permiten poder dar asistencia en las gerencias deficitarias.

Hace un momento mencionaba la importancia de la formación. La Universidad de León ha aprobado recientemente el grado de Medicina y Burgos también lo implantará el próximo curso. ¿Qué papel tendrán estas dos nuevas facultades —que se suman a Salamanca y Valladolid— para captar talento médico y retener futuros profesionales en la región?

En este momento, en Medicina Salamanca hay un porcentaje mayor de estudiantes de fuera de Castilla y León que de la propia comunidad. En Valladolid ocurre al revés: la mayoría procede de Castilla y León. Con la apertura de unas 150 nuevas plazas entre Burgos y León, lo primero que logramos es que los alumnos de Medicina de Castilla y León puedan formarse sin necesidad de irse fuera.

Y si facilitamos que estudien aquí, también será más fácil que, cuando superen el MIR, se queden en la comunidad.
Debatir si se necesitan más estudiantes de Medicina puede ser legítimo, pero lo que realmente importa es ofrecer una formación de mayor calidad. Y aquí las dos nuevas facultades cuentan con un hecho diferencial: tendrán aproximadamente la mitad de alumnado que Salamanca o Valladolid, lo que permite ratios docentes mejores y una formación más personalizada. Ese puede ser su atractivo principal, junto a ciudades accesibles, hospitales como los de Burgos y León que son excelentes para prácticas, y profesionales cualificados —tanto en hospital como en Atención Primaria— preparados para impartir docencia.

Además, estas facultades pueden devolver a los hospitales de Burgos y León el pulso universitario que evita la fuga de talento. A ello se suman los institutos de investigación biosanitaria implantados en esta legislatura en Burgos, León y Valladolid. Todo está alineado con la misma finalidad: retener talento.

En el último Consejo Interterritorial todos los consejeros del PP se levantaron argumentando “deslealtad” por parte de la ministra Mónica García. El próximo 12 de noviembre hay nueva cita, a petición de los propios consejeros populares, para volver a abordar la crisis de los cribados. ¿Con qué predisposición llegan a esa reunión?

La predisposición es buena, precisamente porque hemos sido nosotros quienes hemos solicitado la convocatoria del pleno. No nos levantamos por el asunto concreto de los cribados, sino porque la relación dentro del Consejo Interterritorial había llegado a un punto de absoluta falta de respeto del ministerio hacia las comunidades autónomas.

No es razonable llegar al Consejo Interterritorial, ir en el coche oyendo la radio y enterarte de lo que la ministra va a decir porque se ha filtrado antes a los medios, o leerlo en la prensa antes del propio Consejo. El sistema sanitario español, que ha demostrado calidad durante décadas, se basa en el consenso y el diálogo en el seno del Consejo Interterritorial. No debe ser un espacio de uso partidista contra las comunidades.

Ese ha sido el umbral que no podíamos seguir tolerando: la pérdida de respeto institucional hacia un órgano que ha funcionado durante cuarenta años.

A partir de ahí, hemos planteado dos puntos concretos que queremos abordar. Uno es aclarar la cuestión de los cribados. Nunca ha habido voluntad de ocultar información, pero sí ha habido falta de respeto por parte del ministerio al trabajo de la ponencia de cribados. Se pidieron determinados requisitos que ahora el propio ministerio ha retirado, precisamente para ajustarse a lo que planteábamos y a lo que indica la ponencia.

Alejandro Vázquez:

Alejandro Vázquez: "El reto sanitario ya no es curar, sino cuidar al paciente crónico"


El segundo tema que hemos pedido nosotros, creo que es lo suficientemente importante, es volver a analizar de un modo claro y concreto la falta de ciertos especialistas sanitarios que condicionan la asistencia sanitaria, no solamente en Atención Primaria, sino Atención Hospitalaria en todo el país. Creo que son temas lo suficientemente importantes, uno por su reciente novedad y otro porque ya llevamos intentando que se estudie de fondo la falta de especialistas sanitarios. Y agradezco, para empezar a hablar en ese tono institucional, que la ministra haya sido sensible y haya convocado.

Nos hubiera gustado más que se hubieran tratado solamente esos dos puntos y no otra serie de puntos más que vienen a dificultar el estudio y el debate intenso y además profundo, pero intentaremos tratarlos con rigor y con seriedad y con respeto institucional dentro del Consejo.

El Ministerio de Sanidad está requiriendo legalmente a las comunidades que les remitan los datos que tienen estas regiones. ¿Castilla y León se los va a remitir?

Castilla y León ha remitido datos de cribados no solamente al ministerio, sino que además de modo voluntario a la red de cribados. Comunidades autónomas decidieron en su momento no hacerlo a la red de cribados. Nosotros decimos que sí, nosotros no tenemos absolutamente nada que ocultar y por supuesto que se van a enviar los datos, como se le ha dicho a la ministra en reiteradas ocasiones. Sí nos gustaría -y puesto que ha habido una ponencia de cribados en la cual los técnicos no solo de las comunidades autónomas, sino también del ministerio han trabajado para llegar a un documento de consenso que todavía no está formalizado, no está totalmente cerrado- es hacerlo de acuerdo como dice la ponencia de cribados. Es lo único que decimos, pero nosotros no ocultamos datos de ninguna manera. Nunca lo hemos hecho y nunca lo vamos a hacer.


"No ocultamos datos de ninguna manera, nunca lo hemos hecho ni lo vamos a hacer"



Otro asunto que ha estado en el centro del debate con el Ministerio de Sanidad es el Estatuto Marco. Los gestores sanitarios reclaman consenso entre sindicatos, ministerio y agentes sociales, ya que serán ellos quienes deban aplicarlo si finalmente se aprueba.

Las reuniones entre comunidades autónomas y ministerio prácticamente no han existido. Y hay que recordar que serán las comunidades quienes deberán ejecutar el Estatuto Marco una vez esté aprobado. Nos habría gustado que esa participación hubiese sido mayor. Es más: que hubiese existido.

Si la ministra hubiera preguntado a Castilla y León, ¿qué propuestas habrían presentado?

Siempre hemos planteado tres ideas clave. El ámbito del Estatuto es amplísimo —y el borrador del ministerio también lo es—, pero hay tres requisitos mínimos: Que las medidas sean viables; Que tengan respaldo jurídico y no invadan competencias autonómicas —algo que sí sucede en el borrador actual; Que cuenten con memoria económica, porque los cambios que plantea tienen impacto presupuestario directo. Y comunidades con la financiación de Castilla y León podrían verse en la situación de incumplir la ley.

Eso es lo que pedimos: no son planteamientos maximalistas, simplemente condiciones básicas para que el Estatuto sea aplicable. Nos gustaría que fuese una oportunidad para que los profesionales sanitarios tengan un marco que responda a sus necesidades y aspiraciones —y que los servicios de salud también salgan reforzados.

¿Cree que este Estatuto Marco llegará a aprobarse?

Es evidente que debe haber un nuevo Estatuto Marco. Pero el borrador actual no reúne un consenso amplio. Más bien lo contrario. Y como ley que es, debe pasar por el Parlamento.

Y no parece el momento más adecuado para llevar un texto así a las Cortes en estas condiciones: no hay consenso entre profesionales, ni entre comunidades, ni entre fuerzas políticas. El ministerio sabrá cuál es su estrategia, pero primero deberá llevarlo al Consejo de Ministros y después al Parlamento.

En esta misma línea: ¿debería agilizarse el Fondo de Cohesión Sanitaria, que compensa a las comunidades que atienden pacientes de otras regiones? Castilla y León comparte frontera con ocho comunidades.

A Castilla y León, como comunidad receptora de fondos, le vendría muy bien que ese proceso se agilizara. Prestamos asistencia a pacientes de ocho comunidades limítrofes y los datos nos sitúan claramente como territorio receptor.

Comprendo que haya comunidades deficitarias en estos fondos que quieran retenerlos. Pero el Consejo Interterritorial debe establecer reglas claras y no cambiarlas a mitad de la partida. Lo razonable es actualizar la normativa y debatirlo precisamente allí.

Lo que no es asumible es obstaculizar el sistema con las reglas actuales, cuando hoy por hoy la normativa vigente reconoce a Castilla y León como receptora de esos fondos.

Vázquez: “La implantación del grado de Medicina en Burgos y León ayudará a mantener talento sanitario en Castilla y León”

Vázquez: “La implantación del grado de Medicina en Burgos y León ayudará a mantener talento sanitario en Castilla y León”


Con la llegada del otoño arranca la campaña de inmunización. ¿Cómo se consigue que los profesionales sanitarios alcancen una tasa de vacunación suficientemente alta?

Hay que hacerlo desde el convencimiento. Los profesionales saben que evitar la gripe es importante por dos motivos: porque puede generar complicaciones y, además, porque a medida que envejece el profesional, puede convertirse en vector de transmisión hacia pacientes vulnerables.

Vivimos en un país con un sistema de libertades individuales que no deben perderse, tampoco en este ámbito. Por eso creemos que la clave no es obligar, sino recordar. Prácticamente todos los sanitarios están convencidos de que la vacunación antigripal es la medida más coste-efectiva en salud pública. Con información, con recordatorios y con argumentos, iremos aumentando las tasas de vacunación. Pero siempre respetando la libertad de cada profesional.

Los Presupuestos de Castilla y León destinan 5.230 millones a sanidad, con objetivos como impulsar la Medicina Personalizada, reforzar Salud Mental y dotar más recursos a Atención Primaria. Requieren el apoyo de Vox. ¿Qué supondría para el sistema una nueva prórroga presupuestaria si no hay acuerdo?

Primero hay que subrayar que es la partida sanitaria más alta de la historia de Castilla y León: prácticamente 5.240 millones. Es una cifra muy relevante, no solo para desarrollar nuevos planes y ampliar cartera de servicios, sino también para asumir compromisos esenciales como el gasto farmacéutico —hospitalario y de receta— o la propia sostenibilidad del sistema.

Si no hay ley de Presupuestos, habría que prorrogar los actuales desde el 1 de enero. Y eso complica la gestión, porque no dispones del crédito con la misma flexibilidad que cuando hay un presupuesto aprobado.

¿En qué se traduce eso? No en que haya que renunciar a iniciativas previstas, pero sí en que su puesta en marcha sería más lenta y más difícil de gestionar.

Tener Presupuestos es esencial: es la ley más importante de una comunidad autónoma. Lo sorprendente es lo habitual que se está volviendo gobernar sin ellos. En otras democracias no ocurre con esta frecuencia.
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