Según un estudio de la SEFH, un 5% de pacientes presenta polifarmacia extrema, es decir, consume más de 11 fármacos

Uno de cada tres pacientes de VIH está polimedicado
Ramón Morillo, coordinador del estudio 'Point'.


18 ene. 2018 10:50H
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POR REDACCIÓN
La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) ha dado a conocer los resultados del proyecto ‘Point’ (Prevalencia, factores asociados y complejidad farmacoterapéutica de la polifarmacia en pacientes VIH+ en España), en el que participaron más de 100 farmacéuticos de 82 hospitales españoles e incluyeron más de 1.200 pacientes.

El estudio, que fue presentado en el Congreso Europeo de Sida en Milán y en el Gesida de Vigo, destaca el porcentaje elevadísimo de pacientes VIH+ con polifarmacia (más de seis fármacos concomitantes prescritos), que alcanza al 32,4 por ciento del total de sujetos encuestados, casi un tercio de los mismos. Además, un 5 por ciento de pacientes siguen tratamientos con polifarmacia extrema, es decir, consumen más de once fármacos concomitantes.

El patrón de polifarmacia es fundamentalmente cardiovascular y de depresión-ansiedad, coincidiendo con el patrón de comorbilidades. La complejidad de la farmacoterapia en el grupo de pacientes observados es también muy elevada, fundamentalmente por la medicación concomitante prescrita.

Según Ramón Morillo, coordinador del estudio ‘Point’, “estos resultados nos demuestran que el paciente de VIH está envejeciendo y, en consecuencia, aparecen otras comorbilidades que requieren de una alta complejidad farmacoterapéutica”. Los resultados del estudio nos van a permitir optimizar el seguimiento farmacoterapéutico a este tipo de pacientes, incluyendo un abordaje de la patología y las comorbilidades. La selección para el Congreso Europeo de Sida “ha supuesto un respaldo al nuevo enfoque de atención farmacéutica que se está realizando y liderando desde España y que es pionero a nivel mundial”.

Un paciente más complejo

Además, Javier Sánchez-Rubio y Mercedes Gimeno, participantes en el proyecto, han destacado que “los resultados de la adherencia a la medicación concomitante van en la línea de lo publicado por otros estudios específicos para cada una de las comorbilidades analizadas –hipertensión, diabetes, EPOC, etc.  Adicionalmente, se refuerza el necesario enfoque integral que pretendemos plantear en este nuevo marco de abordaje del paciente VIH, más polimedicado y complejo”.

Por edades y sexos, el estudio demuestra que a partir de los 50 años existe tres veces más riesgo de tener polifarmacia (puede llegar a ser hasta cuatro veces mayor) y en mujeres existe el doble de riesgo de tener polifarmacia. Además, tener hepatopatía crónica, enfermedad cardiovascular, enfermedad del sistema nervioso central, etc. se asocia a tener polifarmacia. Actualmente, la mitad de los pacientes tienen más de 50 años, porcentaje que va en aumento.

Según los datos del trabajo, en pacientes con polifarmacia el riesgo de aparición de interacciones potenciales se triplica. En cuanto a los pacientes de edad avanzada (más de 65 años), los datos se incrementan significativamente, con mayor porcentaje de polifarmacia, de polifarmacia extrema y de complejidad. Sin embargo, los datos de adherencia a la medicación son mejores.

Más del 92 por ciento de los pacientes están con control viral y buen estado inmunológico, lo cual da una idea del buen control de la enfermedad que actualmente se consigue gracias al seguimiento llevado a cabo.
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