Teresa Serrano, presidenta del CEEM.
En un momento clave para el Sistema Nacional de Salud, con debates abiertos sobre la formación, las plazas MIR y el futuro profesional, escuchar a quienes representan a las nuevas generaciones de sanitarios se hace fundamental.
Teresa Serrano Melero es la
nueva presidenta del
Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (
CEEM), el órgano que representa a los más de 46.000 estudiantes de Medicina en nuestro país, y ha estado en el plató de
Redacción Médica analizando los principales retos a los que se enfrenta el alumnado y sus preocupaciones, desde la gestión de las prácticas, la situación de los
MIR o la posición del Consejo sobre el
Estatuto Marco.
¿Cuál es la postura del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) respecto a la creación de nuevas facultades en España?
En nuestra última asamblea, celebrada en Lleida, alcanzamos consenso por primera vez sobre este asunto. El estudiantado se muestra a favor de la apertura de nuevas facultades, siempre que sean públicas. Nos oponemos firmemente a la proliferación de facultades privadas, tendencia predominante en los últimos años, y defendemos que la creación de nuevos centros debe responder a una planificación real, acorde con las necesidades del Sistema Nacional de Salud. Las plazas deben ser de nueva creación y estar acompañadas de un aumento proporcional en las plazas MIR, para evitar formar a más médicos de los que el sistema puede absorber.
Teresa Serrano, presidenta del CEEM.
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¿Cómo afecta la proliferación de centros a la calidad docente y a los recursos hospitalarios para las prácticas clínicas?
A menudo estas aperturas se hacen sin una planificación adecuada ni un estudio serio de la capacidad de los hospitales para acoger más estudiantes. Esto afecta directamente a la calidad de la docencia clínica. Por ejemplo, existe un real decreto que establece que en cada habitación de hospital no puede haber más de cinco personas en formación —entre residentes y estudiantes— por cada médico adjunto. En muchos casos, ese límite se incumple. Cuando en lugar de dos estudiantes hay siete, la enseñanza se resiente. Es esencial estudiar la capacidad real de cada hospital y cada unidad docente antes de autorizar nuevas plazas, porque en algunas ciudades ya hay más de una facultad que comparte el mismo hospital universitario, lo que complica aún más la situación.
¿Qué papel deberían tener los ministerios de Sanidad y Universidades en la apertura y supervisión de nuevas facultades?
Deben garantizar que cualquier grado aprobado cumpla los requisitos de la ANECA, pero también pensar a largo plazo. Hace falta una planificación que relacione las necesidades de médicos por especialidad, las jubilaciones previstas y la tasa de reposición. No tiene sentido formar más médicos de los que el sistema puede incorporar. La clave está en equilibrar las plazas universitarias con las de formación sanitaria especializada, mejorar la calidad de los contratos y prever qué especialidades requerirán más profesionales en el futuro.
Un momento en la entrevista a Teresa Serrano.
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¿Han mantenido reuniones con instituciones o consejerías autonómicas para trasladar su postura?
Sí. A nivel autonómico estamos desarrollando un proyecto para reforzar nuestra presencia regional, porque muchas competencias sanitarias y universitarias están transferidas. Además, mantenemos relación constante con la Organización Médica Colegial y con el Ministerio de Sanidad. De hecho, tenemos programada una reunión con la ministra para trasladarle nuestras propuestas sobre el Estatuto Marco y otros temas que afectan a la profesión médica. También queremos ampliar el diálogo con el Ministerio de Universidades y las consejerías autonómicas.
¿Cuesta encontrar estudiantes dispuestos a implicarse en el tejido asociativo universitario, como el CEEM?
Es un reto constante. Medicina es una carrera muy exigente y muchos estudiantes priorizan sus estudios o sus prácticas. Aun así, siempre hay personas con ganas de mejorar las cosas. Este año contamos con un equipo de 30 personas, lo que demuestra que el interés se mantiene. Además, cuando tratamos temas que les afectan directamente, como el Estatuto Marco, la participación aumenta. En la consulta pública que hicimos sobre este tema recibimos casi 3.000 respuestas en apenas tres días, lo que demuestra que el estudiantado quiere ser escuchado.
¿Están impulsando iniciativas para reforzar esa participación estudiantil?
Sí. Apoyamos a las delegaciones de estudiantes, tanto económica como logísticamente, para que puedan organizar proyectos y congresos. También celebramos dos asambleas nacionales al año, las Jornadas Estatales de Estudiantes de Medicina (GEM). En marzo celebraremos la edición número 100, que queremos convertir en un gran punto de encuentro entre estudiantes y antiguos representantes, un evento que refleje la historia y la fuerza del movimiento estudiantil en Medicina.
"Medicina es una carrera muy exigente y muchos estudiantes priorizan sus estudios o sus prácticas"
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¿El sistema MIR sigue siendo justo o debería reformularse?
Recientemente analizamos este tema y detectamos que las academias privadas del MIR generan desigualdad. Por eso pedimos la creación de una academia pública que equilibre el acceso a la preparación. También defendemos que el número de plazas MIR se ajuste a las necesidades reales del sistema sanitario, evitando que médicos formados se vean obligados a emigrar o queden sin trabajo.
¿Cómo valoran la reciente gestión del Ministerio respecto a la convocatoria MIR 2025?
Celebramos que se haya recuperado la elección presencial de plaza, aunque se mantenga la opción telemática. Defendemos un formato híbrido que permita elegir también en las delegaciones del Gobierno, para que no sea obligatorio desplazarse a Madrid. Valoramos positivamente la eliminación de la nota de corte, ya que ha permitido cubrir todas las plazas, evitando vacantes en especialidades como Medicina de Familia. Al final, el examen MIR debería ordenar a los candidatos, pero no invalidar seis años de formación universitaria.
¿Consideran efectivo el sistema de formación sanitaria especializada actual?
Sí, es un modelo efectivo, pero genera un alto nivel de agotamiento profesional. Ya desde la carrera, un 40 por ciento de los estudiantes presenta síntomas de burnout y un 11 % ideación suicida, según estudios recientes. Defendemos reducir las guardias a un máximo de 12 horas y reforzar los servicios de atención psicológica. No se puede formar buenos médicos si su salud mental se deteriora en el proceso.
"Defendemos un formato híbrido que permita elegir también en las delegaciones del Gobierno"
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¿Qué cambios urgentes necesita el Estatuto Marco para mejorar las condiciones laborales de los médicos jóvenes?
Nuestra prioridad es eliminar las guardias de 24 horas. Además, los estudiantes rechazamos algunas propuestas del borrador del Estatuto, como las limitaciones para compatibilizar la sanidad pública y privada o los periodos de exclusividad tras la residencia. Queremos ampliar ese debate e incluir cuestiones como las categorías salariales, la conciliación y la duración de las jornadas.
¿Cómo puede el Estatuto Marco garantizar una estabilidad laboral digna?
Debe abordar los problemas de raíz, no con parches. Si la reforma mantiene guardias de 24 horas, precariedad, contratos temporales o no regula la cotización de las guardias, seguirá siendo insuficiente. Necesitamos un Estatuto que garantice estabilidad y dignidad profesional desde el inicio de la carrera médica.
¿Se están teniendo en cuenta las necesidades de los médicos en formación en esta negociación?
Los estudiantes no estamos presentes en la mesa de negociación, aunque mantenemos contacto con sindicatos que sí lo están. Creemos imprescindible que se escuche la voz de los residentes y de los futuros médicos, porque las decisiones que se tomen hoy afectarán directamente a nuestra generación.
"Necesitamos un Estatuto que garantice estabilidad y dignidad profesional desde el inicio de la carrera médica"
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¿Cuáles son los principales déficits que perciben los estudiantes en sus prácticas clínicas?
Existe una gran desigualdad entre facultades, pese a que todas cumplen los criterios de la ANECA. Algunas universidades dedican sexto curso solo al rotatorio y otras mantienen asignaturas. Defendemos que sexto sea exclusivamente práctico, que se valore más la evaluación clínica (ECOE y minicex) y que haya contacto con pacientes desde el primer curso. Además, pedimos que los estudiantes puedan rotar por todas las especialidades o, al menos, por 30, para elegir con conocimiento su futura profesión.
¿Cómo se puede reforzar la figura del tutor clínico para mejorar la docencia práctica?
Revalorizando su papel. Cada estudiante debería tener un tutor asignado durante su formación, que le guíe y evalúe. Es necesario integrar a los profesores asociados en la estructura docente del hospital y fomentar que los médicos clínicos participen activamente en la enseñanza.
¿Qué opinan sobre el uso de inteligencia artificial y realidad virtual en la formación médica?
Valoramos positivamente la incorporación de la IA en la docencia, siempre con límites claros. No debe sustituir la enseñanza humana ni las prácticas clínicas. Pedimos que su uso se limite a pruebas objetivas, como los test, y que los estudiantes reciban formación específica en esta tecnología. La simulación y la realidad virtual son herramientas útiles, pero complementarias: pueden mejorar el aprendizaje, nunca reemplazar el contacto directo con pacientes ni la tutorización médica.
"Valoramos positivamente la incorporación de la IA en la docencia, siempre con límites claros"
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