El documento aborda cuestiones como la suplementación con ácido fólico o la alimentación correcta durante la lactancia

Enfermería crea una guía para un embarazo sin riesgos
El presidente del CGE, Florentino Pérez Raya.


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El embarazo es un proceso fisiológico natural en la mujer que, aunque en la mayoría de los casos transcurre sin complicaciones, requiere de un seguimiento adecuado para detectar posibles alteraciones con el objetivo de prevenirlas o diagnosticarlas de manera temprana. Para conseguir un buen control preconcepcional y un embarazo saludable, el Consejo General de Enfermería (CGE) -a través de su Instituto de Investigación- ha publicado la Guía de Recomendaciones Prácticas en Enfermería en Consulta Preconcepcional y
Embarazo Saludable
elaborada por profesionales de enfermería expertas en este ámbito, un ginecólogo y un médico de Atención Primaria.

"El embarazo es un proceso que requiere de un seguimiento adecuado para detectar posibles alteraciones con el objetivo de prevenirlas o diagnosticarlas de manera temprana", ha expuesto el presidente del organismo colegial, Florentino Pérez Raya. “Esta guía de recomendaciones aportará un gran valor en la práctica asistencial en la consulta preconcepcional, en el control prenatal durante un embarazo normal, incluyendo estrategias de prevención de complicaciones en el embarazo y elementos clave de la alimentación en el embarazo y la lactancia", ha añadido.

En esta publicación se abordan cuestiones tan relevantes como la importancia de la evaluación del estado de salud de la futura madre en la etapa previa al embarazo, como la necesidad de la suplementación con ácido fólico desde la preconcepción y durante el embarazo para la prevención de Defectos del Tubo Neural y otras malformaciones congénitas. Se desarrolla, además, la importancia de una correcta suplementación durante el embarazo, así como estrategias de prevención de sus complicaciones. Y, se incluye un apartado relativo al periodo de lactancia, en la que se desgranan las principales recomendaciones nutricionales que la madre debería seguir durante esta etapa posterior al parto.


Educación de las futuras madres


Es fundamental conocer la situación individual de cada mujer embarazada para identificar estos posibles riesgos de cualquier índole, pudiendo ser obstétricos, clínicos y/o psicosociales. Esto implica involucrar tanto a las mujeres como a sus parejas en el proceso de toma de decisiones, asegurando que reciben una información adecuada y personalizada.

Eso sí, siempre se recomienda contar con la visión de un profesional. En este sentido, destaca la matronareferente de la salud sexual y reproductiva de la mujer,  que aborda, junto con otros profesionales de la salud, aspectos como la historia familiar y genética, el estado
nutricional, la suplementación con ácido fólico, los factores ambientales, el consumo de tóxicos, como alcohol y tabaco, y las conductas de riesgo para enfermedades de transmisión sexual, entre otros."El principal objetivo es evaluar el riesgo y ayudar a la mujer a alcanzar las mejores condiciones posibles respecto a su salud en el momento de comenzar el embarazo y debe formar parte de la asistencia prenatal de todas las mujeres, independientemente de su estado de salud”, ha comentado Montse Angulo, vocal matrona del Consejo General de Enfermería y presidenta del Colegio de Enfermería de Alicante.
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