El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.                                            
                                        
                                        
                                            Los médicos no cuentan solo con la posibilidad de trabajar en un hospital o centro de salud. El abanico de opciones es amplio, por lo que pueden ejercer en distintos lugares. Por ejemplo, en 
prisión. Precisamente, el
 Ministerio del Interior ha convocado un proceso selectivo para reforzar el 
Cuerpo Facultativo de Sanidad Penitenciaria. En total, el departamento gubernamental saca a concurso 
64 plazas para titulados en Medicina.
Según la información publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), el catálogo de plazas deriva de los reales decretos que aprueban 
las ofertas planteadas para los últimos 3 años en el ámbito penitenciario. Por ejercicio, la mayor aportación proviene de la propuesta para 2023, en la que se contabilizan 34 puestos para médicos, mientras que en 2024 y 2025 se establecen 15 para cada uno. Hay que destacar que los listados procedentes de los dos periodos anteriores al actual corresponden a las plazas que quedaron desiertas tras la realización de sus respectivos concursos en el pasado.
Además, no solo se buscan médicos, sino también especialistas. Y es que todas las vacantes requieren de la tenencia de alguna vía 
MIR. Así, 44 huecos requieren contar con 
Medicina Familiar y Comunitaria o Medicina Interna y 20 demandan 
Psiquiatría.
	
	Acceso libre
El ingreso al Cuerpo Facultativo de Sanidad Penitenciaria se llevará a cabo a través del 
sistema general de acceso libre. Los aspirantes se enfrentarán a una fase de oposición que constará de dos ejercicios para comprobar los conocimientos de los interesados en trabajar en prisión.
El primero será 
un cuestionario de 100 preguntas a responder por escrito sobre conocimientos teóricos básicos del temario del grupo laboral al que pretenden acceder los candidatos. El segundo será un 
ejercicio práctico, en el que se evaluará la capacidad de aplicar la normativa y la teoría en situaciones reales y concretas. Esta competencia se medirá a través de la realización de un informe acorde a las funciones demandadas a los aspirantes. La calificación final vendrá determinada por la suma total de las puntuaciones de sendas pruebas.
En caso de superar la oposición, el candidato se enfrentará a 
un periodo de prácticas. Para comenzar, se ofrecerá un curso formativo sobre las materias necesarias para ejercer en el sistema penitenciario. A continuación, se trabajará en algún centro bajo la supervisión de los profesionales allí presentes. El médico deberá recibir la calificación de “Apto” para conseguir la plaza.
	
	Requisitos para participar
Los médicos que quieran postularse a las mencionadas plazas tendrán que
 verificar una serie de puntos. Primero, deben de tener la nacionalidad española o la de algún país de la Unión Europea. También se admite a aquellos que sean cónyuges de alguna persona que cumpla con el anterior requisito o si el candidato procede de algún estado con el que España haya ratificado la libre circulación de trabajadores.
Por otro lado, se exige poseer la capacidad funcional para desempeñar la tarea o 
no haber sido deshabilitado de la función pública por expediente disciplinario. Asimismo, los candidatos tendrán que presentar la titulación requerida.
Las solicitudes se podrán enviar por vía online. Un proceso en que se adjuntará la documentación demandada y se rellenará un formulario para la anotación al concurso. En concreto, el plazo de presentación de candidaturas comenzará el 31 de octubre, a partir del cual se estirará durante 20 días hábiles.
	
	Complicada cobertura de plazas
Esta convocatoria se postula como 
un nuevo intento del Ministerio del Interior de cubrir la oferta de plazas para el sistema penitenciario. Y es que este lugar de trabajo es uno de los menos deseados por los médicos, por lo que es habitual que resten plazas libres en cada concurso programado. Por ello, no es extraño que 
se arrastren estas vacantes a los procesos siguientes. Por ejemplo, de los 64 huecos actuales, 49 no corresponden al año 2025. 
Esta situación deriva en 
un deterioro del proceso asistencial en las prisiones. Es más, la falta de personal hace que en estos centros tan 
solo se puedan atender determinadas urgencias. Incluso, en algunas ocasiones, la asistencia recae en manos de la enfermera. Por otro lado, el seguimiento de patologías crónicas se intuye imposible.  
                                        
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