El Tribunal Supremo alemán ha ratificado la sentencia de quince años de prisión contra una comadrona por siete intentos de asesinato y lesiones al inyectar un anticoagulante a mujeres embarazadas que iban a ser sometidas a una cesárea.
Según recordó hoy el Supremo en un comunicado, los delitos fueron cometidos en clínicas de los estados federados de Hessen y Baviera.
La mujer fue condenada en 2016 por la Audiencia Provincial de Baviera a quince años de prisión y la inhabilitación laboral de por vida por haber administrado a las embarazadas heparina, sustancia que impide la coagulación de la sangre y que les generó fuertes hemorragias durante las cesáreas, lo que puso en peligro sus vidas.
De acuerdo con la investigación, la comadrona se quería vengar de esta forma de sus superiores del hospital por sentir que era minusvalorada en su trabajo. La rápida intervención de los servicios médicos permitió salvar las vidas de todas las embarazadas,
El Supremo desestimó el recurso presentado por la acusada, al considerar que la decisión de la Audiencia Provincial no contenía ningún error jurídico, con lo que la sentencia es ya firme.
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