Ignacio Fernández, nuevo presidente de la SEC, revela sus prioriades al frente de la sociedad científica

Entrevista presidente SEC - Ignacio Fernández Lozano
Ignacio Fernández Lozano, nuevo presidente de la Sociedad Española de Cardiología.


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La Sociedad Española de Cardiología (SEC) inicia una nueva etapa con Ignacio Fernández Lozano al frente como presidente electo, quien plantea un ambicioso programa de cinco puntos centrado en consolidar la excelencia, modernizar la estructura interna y abordar retos clave de la especialidad en España. Entre sus prioridades destacan la atención a la parada cardiaca, homogeneizar la formación de los MIR en todos los hospitales con la actualización pendiente del programa formativo y la preservación del enfoque humanístico de la Medicina.

Además, la SEC se enfrenta a desafíos organizativos y clínicos, desde garantizar la implementación de la Estrategia de Salud Cardiovascular del Sistema Nacional de Salud hasta fomentar la equidad territorial en el acceso a la asistencia cardiológica y solucionar el déficit global de perfiles profesionales en esta especialidad. Es decir, no solo faltan médicos sino también enfermeras dedicadas a esta rama. Bajo la presidencia de Fernández Lozano, la sociedad espera ser capaz de "convencer" a las autoridades para financiar nuevos fármacos coste efectivos y trabajar en la incorporación de la Inteligencia Artificial. 

¿Cuáles serán las líneas estratégicas que priorizará la SEC durante su presidencia?

Durante este mandato que durará dos años, tenemos un programa de cinco puntos. El primero es muy genérico y consiste en seguir desarrollando y trabajando con las estrategias de calidad y las estrategias de excelencia que lleva desarrollando la SEC desde los últimos años. Las estrategias de calidad no se hacen en dos años, ni se desarrollan en dos años, son de larga evolución. Nosotros empezamos con los programas de calidad hace más de casi 20 años y bueno, hemos ido implementando, mejorando, continuando, corrigiendo y eso es una de las cosas más importantes. Probablemente es la sociedad científica más implicada en planes de calidad con el sistema público de salud y vamos a seguir en esa línea.

El segundo es ordenar y reestructurar, hacer más flexible, más ágil y más transparente nuestra sociedad. Hemos reformado los estatutos, una reforma global que teníamos cosas arrastradas desde la creación de la sociedad hace 80 años. Hemos desarrollado también los reglamentos y tenemos que profundizar en ese cambio interno y desarrollar lo que los nuevos estatutos nos dicen. 

"Hay que hacer más flexible, ágil y transparente nuestra sociedad"



Luego tenemos un interés muy especial en la atención a la parada cardiaca. Creemos que es una de las medidas que más efectiva puede ser en disminuir la mortalidad de la muerte súbita extrahospitalaria, de la muerte súbita en la calle y creo que aquí podemos aportar muchas cosas porque es una serie de técnicas complejas, incorporación de tecnologías complicadas y de implicar a muchas administraciones. En nuestro país tenemos en el Plan Nacional de Salud Cardiovascular, pero no lo tenemos realmente implementado y otros países como Francia, como Holanda, como Suecia, empiezan a tener unos resultados espectaculares. Nos estamos quedando atrás y queremos que eso no pase en la parada cardiaca.

¿Y qué papel jugará la IA en esos cinco puntos de acción?

Tenemos que abrir las orejas, los ojos y los poros a la Inteligencia Artificial, aunque no podemos hacer un plan porque cambiaría cada dos meses. Por eso, lo que estamos haciendo es ser receptivos a todos los programas de IA que van incorporando a nuestros compañeros, compartirlos, desarrollarlos, criticarlos, mejorarlos y ver cuáles de las herramientas que pone a nuestra disposición la Inteligencia Artificial puede ser más útiles para el cardiólogo.

Finalmente, no podemos olvidar el lado hipocrático de la Medicina y favorecer todo nuestro capítulo hipocrático, que lo tenemos desde hace unos años, pero desarrollarlo más para que no se lo coma la IA. La Cardiología es una especialidad en muchos aspectos muy técnica, no podemos olvidar el lado humanístico de la Medicina que probablemente es el más importante. 

Con la Inteligencia Artificial siendo un eje estratégico para la sanidad y con implicaciones en Cardiología, ¿qué hoja de ruta va a presentar la SEC para integrar la IA de forma segura y eficaz en la práctica cardiológica en España?

Todo lo que hagas en Inteligencia Artificial, dentro de seis semanas se ha caducado. Entonces, lo que ha decidido la SEC es, en principio, hacer un foro donde estamos recogiendo todas las iniciativas de nuestros cardiólogos, que son muchas, que se han ido implementando y modelos de éxito. Estamos en una fase de explorar, difundir, divulgar, compartir experiencias, pero yo creo que es un poco pronto para ver cómo se va a incorporar la IA en la práctica de la Cardiología. En esto también necesitamos contar con la colaboración de los sistemas de información de los hospitales y con los planes de digitalización de las comunidades autónomas. Nosotros por nosotros mismos no podremos llegar muy lejos, pero estamos en una fase de foro de discusión y de incorporación de los distintos programas de éxito que han desarrollado los cardiólogos a lo largo del país. 

¿Qué planes tiene la SEC para actualizar la formación y el programa MIR?

El MIR es un programa de acompañamiento de cuatro años que va a tocar todas las especialidades, todo lo que un médico en formación tiene que aprender y que va a lograr que la formación de los residentes se homogeinice independientemente del hospital en el que está. Va a ser un programa completamente actualizado, de máximo nivel, que le va a venir muy bien a todos, pero especialmente en los hospitales más pequeños para que la gente haga que su formación sea tan buena como en el Gregorio Marañón. Es la novedad más potente que tenemos. Luego también hemos lanzado un título propio de cardiopatías congénitas y otro de Cardiología geriátrica, que están teniendo bastante aceptación. Por enero, además, tendremos un título propio de Enfermería en electrofisiología, en las arritmias cardiacas. Esas son las cuatro grandes novedades del programa formativo en Cardiología para 2025-2026.

¿Cuáles considera que son los principales desafíos clínicos y organizativos que enfrenta la Cardiología española?

En primer lugar, organizarse y desarrollar la estrategia de salud cardiovascular. Nosotros, junto al Ministerio de Sanidad y con la colaboración de otras sociedades de intensivistas, enfermeras, médicos de Urgencias y médicos de Familia, diseñamos una estrategia. Ahora tenemos que hacer  que no se quede en un documento y que se implemente en la mayoría de los puntos en nuestro complejo Sistema Nacional de Salud.

¿Y en la parte investigadora? ¿Hacia dónde debe dirigirse la innovación en la especialidad?

Es muy difícil definir una línea solo porque la Cardiología es muy compleja y tiene innovaciones todos los años prácticamente en todos los campos: en el intervencionismo, en las arritmias, en la atención del paciente cardiorrenal, en el manejo de los pacientes diabéticos con enfermedad cardiovascular, en la insuficiencia cardiaca, la prevención.

"Vamos a lograr que la formación de los residentes sea homogénea independientemente del hospital en el que está"



España está llamada a liderar la innovación contra el colesterol alto con nuevos fármacos en desarrollo. ¿Cómo piensa la SEC facilitar que estos tratamientos se incorporen rápido al sistema público español?

El sistema público español es un sistema que tiene una amplia cobertura farmacológica, una de las mejores de Europa, e incorporar mucha innovación siempre cuesta dinero. Nuestra misión aquí es convencer a las autoridades de que muchos de los fármacos nuevos son coste-efectivos a la larga y es necesario que obtengan la financiación adecuada.

Estudios como Reboot replantean el uso de ciertos fármacos como los betabloqueantes en colesterol. ¿Es posible que desencadene un efecto dominó y haya que repensar otras áreas terapéuticas?

Eso pasa siempre, la Medicina se adapta constantemente y la Cardiología avanza a una velocidad muy grande. Lo que pasa con el Reboot es que la evidencia de los betabloqueantes en el infarto estaba hecha con estudios de hace unos cuantos años ya, de cuando no existía la geoplastia primaria o cuando no existían muchos fármacos que tenemos hoy en día para mejorar el control del colesterol o de la diabetes. La evidencia se tiene que adaptar siempre a los nuevos acontecimientos, a los nuevos hallazgos científicos.

Entonces con el Reboot lo que se cuestionó es si los betabloqueantes seguían siendo necesarios en los pacientes con fracción de edición conservada o menos deprimida y se ha visto que los pacientes con fracción de edición conservada pues no aportan un beneficio claro, con lo cual no existe necesidad de tomar estos fármacos, muchas veces en enfermos que toman mucha medicación. Todo lo que sea simplificación de la medicación siempre es un paso hacia adelante, pero eso de la actualización de la evidencia es algo que se tiene que hacer periódicamente con prácticamente con todo.

¿Qué papel va a tener la SEC también para asegurar que la evidencia generada en España para estos nuevos fármacos se traduzca en guías clínicas y acceso equitativo para los pacientes?

La SEC se adhiere a guías europeas y ahí tenemos un papel relevante porque formamos parte de los comités de guías europeas y de su implementación. Ese papel ya lo tenemos, con lo cual discutiremos con nuestros colegas cuando llegue el momento cómo deben quedar los fármacos nuevos en las guías.

¿Qué impacto tendrán en la especialidad los beneficios demostrados por semaglutida en prevención cardiovascular? ¿Podría consolidarse un uso único en los pacientes con cardiopatías?

Veremos hasta dónde llega la evidencia. Hay varios estudios en marcha que nos aclaran. La semaglutida, desde luego, ha entrado pisando fuerte en el mundo cardiovascular generando una enorme evidencia y bueno, veremos con otros estudios que están ahora en marcha dónde acaba posicionándose el fármaco. Es de momento un fármaco muy global y muy útil para la salud cardiovascular.

¿Considera que las plantillas de cardiólogos en España necesitan un refuerzo?

Sí, la enfermedad cardiovascular es cada vez más prevalente y necesitamos más cardiólogos y más enfermeras expertas en varias áreas de Cardiología. No solo cardiólogos, también enfermeras.

¿Cómo planea solucionar la desigual distribución de los profesionales que señalaban en uno de sus últimos informes?

Tenemos que influir a las unidades sanitarias y darles datos de calidad porque los encargados de resolver los problemas administrativos son ellos.

¿Cómo plantea la SEC articular el rol de Enfermería, técnicos y otros profesionales en las unidades de Cardiología intervencionista para mejorar la eficiencia y la innovación?

Estamos pendientes de los planes del ministerio para hacer las Áreas de Capacitación Específica (ACE) y los diplomas de acreditación. Algo que nos permitirá probablemente tener enfermeras especializadas de una manera más oficial de lo que tenemos ahora. La SEC impulsa y apoya esa idea. La Comisión Nacional de la especialidad también trabaja para que Sanidad haga esa titulación oficial.


"Necesitamos más enfermeras expertas en varias áreas de Cardiología, no solo cardiólogos"



¿Cuál es el plan de la SEC para reducir las brechas territoriales y garantizar el acceso homogéneo a Cardiología de calidad?

Lo que hacemos en nuestros programas de calidad es precisamente conocer cuál es la situación del país a través del estudio Recalcar. Recogemos la información y eso lo enseñamos a las distintas consejerías, comunidades autónomas y son ellas las que tienen que, conociendo su situación, implementar las medidas para ir disminuyendo esa inequidad. 

En relación con la coordinación entre Atención Primaria y Cardiología en insuficiencia cardiaca, ¿qué modelo de integración propone la SEC para que esta colaboración se convierta en norma en todos los servicios autonómicos?

Tenemos un programa excelente en insuficiencia cardiaca y uno de los puntos fuertes es esa coordinación y los protocolos de coordinación con las unidades, con los centros de atención primaria. Luego eso se adapta a cada una de las comunidades autónomas y los hospitales, ya que hay regiones donde es más fácil porque comparten, por ejemplo, el mismo sistema de historia clínica electrónica. Galicia tiene un sistema compartido con Primaria y hospitalaria, en otras no es así y es más difícil porque sus aspectos técnicos nos limitan muchas veces la coordinación entre profesionales. Es uno de los puntos que también recalcamos en los informes que hacemos periódicamente.


¿Qué papel tendrá la bioinformática para hacer realidad la Medicina Personalizada?

Un papel muy importante, que esperemos que en este caso haga caso de las necesidades de los profesionales sanitarios, porque desgraciadamente la bioinformática en las historias clínicas que tenemos en el país no resuelven muchos de los problemas de los profesionales sanitarios. A la hora de desarrollar programas yo creo que se nos ha escuchado poco. Lo malo es que tampoco da resultados en salud y tampoco nos permite saber cuál es la evolución de nuestros pacientes con patologías crónicas, ni cuál es el nivel de adherencia de los fármacos crónicos. Yo creo que la bioinformática tiene que abrirse, atender a las necesidades de los gestores sanitarios y de los profesionales y cubrir una serie de lagunas que en el día de hoy son muy grandes. 
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