Diccionario de enfermedades

Varices

¿Cuáles son las complicaciones de las varices?
Las venas están encargadas de conducir la sangre de regreso al corazón. La sangre de las venas de las piernas tiene que vencer la fuerza de la gravedad para retornar hacia el tórax. Para favorecer este retorno, las venas disponen de una válvulas que se cierran cada cierto tiempo evitando que la sangre fluya de nuevo hacia abajo.

Las varices son venas tortuosas y dilatadas que se observan en la superficie de las piernas y que se producen como consecuencia de un mal funcionamiento de dichas válvulas, a veces propiciado por una obstrucción al retorno de la sangre hacia el corazón. Son muy frecuentes, afectando a 1 de cada 2 o 3 personas, sobre todo a mujeres.

Las varices se pueden clasificar en:
  • Varices primarias. Son dilataciones de las venas superficiales de las piernas de causa desconocida. Son más frecuentes en mujeres. La mitad de las personas que las padecen tienen algún otro familiar afectado.
  • Varices secundarias. Las dilataciones se producen por un problema en el retorno de la sangre hacia el corazón a través de las venas profundas de las piernas. Como consecuencia de ello la sangre sube hacia el corazón por las venas de la superficie de la pierna que se dilatan.

¿Cuáles son las causas de las varices?


La causa de las varices primarias se desconoce.

Las varices secundarias pueden aparecer por:
  • Destrucción de las válvulas venosas. Se observan en pacientes que han tenido una trombosis venosa profunda previa que ha destruido las válvulas venosas.
  • Dificultad para el retorno venoso de sangre hacia el corazón. Esta dificultad hace que la sangre se retenga en el interior de las venas de la pierna haciendo que se dilaten. Se observa en el embarazo, en la obesidad, etc.
Las varices son más frecuentes en:
  • Mujeres.
  • Edades avanzadas.
  • Personas que están mucho tiempo de pie.
  • Personas obesas.
  • Embarazadas.
  • Cuando existen antecedentes de varices en otro miembro de la familia.

¿Qué síntomas producen las varices?


Las varices pueden observarse como pequeñas venitas de color azul o morado (varices en forma de araña o arañas vasculares) y/o como grandes venas tortuosas y dilatadas que se localizan en la cara interna de los muslos o en la zona posterior e interna de las piernas.

Muchos pacientes con varices no presentan síntomas. Otros presentan síntomas como pesadez en las piernas tras permanecer mucho tiempo de pie, o pesadez o dolor de piernas a última hora del día. En general los síntomas mejoran tras permanecer sentado y elevar las piernas. A veces puede existir un discreto hinchazón (edema) en los tobillos. Los síntomas suelen ser mayores con temperaturas cálidas.

La mayoría de las veces se busca consejo médico por problemas estéticos.

¿Cuáles son las complicaciones de las varices?


Raramente las varices pueden complicarse con:
  • Rotura de una variz con sangrado.
  • Tromboflebitis (trombosis venosas superficiales).
  • Insuficiencia venosa crónica. Puede favorecer el desarrollo de cambios de coloración de la piel, una dermatitis de estasis, y el desarrollo de úlceras en la piel denominadas úlceras varicosas.


¿Cómo se diagnostican?


El diagnóstico de la presencia de varices es clínico. En algunos pacientes se realiza una ecografía-doppler de las venas de la pierna para observar los territorios más dañados.

¿Son hereditarias?


Los pacientes con varices tienen frecuentemente familiares con la misma sintomatología.

¿Pueden prevenirse las varices?


Las varices pueden prevenirse evitando la obesidad, realizando ejercicio físico habitual y evitando pasar mucho tiempo de pie.

¿Cuál es el tratamiento de las varices?


El tratamiento inicial de las varices consiste en:
  • Evitar permanecer mucho tiempo de pie.
  • Evitar el estreñimiento.
  • Perder peso.
  • Hacer ejercicio físico.
  • Sentarse con frecuencia elevando las piernas y evitar cruzarlas al sentarse.
  • Utilizar medias de compresión progresiva que faciliten el retorno de sangre de las piernas hacia el corazón. Se pueden comprar en farmacias y ortopedias.
En general con estas medidas suele ser suficiente, no precisándose ningún otro tratamiento en la mayoría de los pacientes.

En ciertas circunstancias y en pacientes seleccionados pueden estar indicados otros tratamientos. En general estos tratamientos se ofrecen a:
  • Pacientes con síntomas persistentes.
  • Pacientes con tromboflebitis de repetición.
  • Pacientes que hayan desarrollado úlceras.
  • Por razones estéticas.
Las técnicas disponibles son:
  • Escleroterapia. Consiste en la inyección de una solución esclerosante (que cierra las varices) en las venas afectadas. Las hace desaparecer entre la tercera y la sexta semana después de la inyección. Se realiza de forma ambulatoria. Su indicación principal son las varices pequeñas y medianas en las piernas y las arañas vasculares. Está contraindicada en mujeres embarazadas o que estén dando lactancia materna. El tratamiento normalmente se completa en 30-45 minutos. La inyección de la sustancia esclerosante puede producir una suave sensación de quemazón de corta duración. Después del tratamiento se recomienda utilizar medias compresivas. Entre los efectos secundarios pueden aparecer:
  • Áreas enrojecidas en los sitios de inyección, que desaparecen a los pocos días.
  • Líneas o puntos color café.
  • Hematomas (moratones) en los puntos de inyección.

Las complicaciones que pueden producirse son:

  • Infección en el lugar de inyección.
  • Formación de pequeños coágulos de sangre en el interior de las venas esclerosadas.
  • Inflamación.
  • Reacciones alérgicas a la sustancia esclerosante.
  • Lesiones en la piel.
  • Radiofrecuencia endovenosa. Es un procedimiento guiado por imágenes que utiliza la radiofrecuencia para quemar y cerrar las varices. Se realiza de forma ambulatoria con anestesia local. El procedimiento consiste en la introducción de un catéter que se posiciona en la vena varicosa a través de un pequeño corte en la piel (justo arriba o debajo de la rodilla). Después se aplica la energía que calienta y cierra el vaso sanguíneo por lo que la vena defectuosa se encoge y cicatriza. Con ello se consigue desviar la circulación hacia un vaso sano y que se restablezca el flujo normal. La abertura de la piel se cubre con un apósito, no es necesario suturar. Este procedimiento suele durar una hora. Después del procedimiento se deben usar unas medias de compresión durante una o dos semanas. Se puede reiniciar la actividad normal inmediatamente, con la excepción de viajar en avión o permanecer sentado mucho tiempo. Durante el periodo de recuperación se debe permanecer activo y no pasar mucho tiempo en cama. Las complicaciones que pueden darse son:
  • Infección.
  • Sangrado.
  • Hematomas (moratones).
  • Pequeñas quemaduras en la piel.
  • Daño por calor a los nervios (raro y suele desaparecer en poco tiempo).
  • Inflamación de la vena (tromboflebitis).
  • Tromboembolismo pulmonar (extremadamente raro).

Dado que el catéter no puede pasar por vasos muy retorcidos, esta técnica tiene su indicación en el tratamiento de las varices de mayor tamaño.

  • Ablación por láser. Es similar a la radiofrecuencia. El catéter que se coloca emite una radiación láser que cierra la vena varicosa. La manera de realizarlo y las complicaciones son similares a la radiofrecuencia.
  • Cirugía (Flebectomía). Es una cirugía ambulatoria que permite la extirpación de grandes zonas venosas superficiales a través de pequeñas incisiones en las piernas que no necesitan suturas para cerrarse. Se puede realizar con anestesia local, anestesia epidural o anestesia general. La intervención dura una hora aproximadamente. Tras la misma, las piernas permanecen vendadas unos días para disminuir la inflamación y el sangrado. Posteriormente se deben utilizar medias de compresión durante un periodo más largo. Durante el postoperatorio es recomendable realizar varias caminatas diarias de corta duración (5 a 10 minutos). Se puede volver a la actividad normal en dos semanas, evitando realizar actividad física extenuante entre tres y seis semanas. Como cualquier cirugía, los riesgos que existen son:
  • Relacionados con la anestesia (alergias y problemas respiratorios).
  • Los de cualquier cirugía (sangrado, hematomas, infección).
  • Los propios de la extracción venosa (hematomas o cicatrización, daño a nervios, reaparición de la vena varicosa con el tiempo).
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.