Diccionario de enfermedades

Trasplante de pulmón

Complicaciones del trasplante de pulmón
En pacientes con enfermedad pulmonar avanzada que ya no responde al tratamiento médico habitual, el médico debe decidir si el paciente es candidato a recibir medidas paliativas, es decir a medidas dirigidas a evitar el sufrimiento aceptando que la enfermedad es terminal, o a realizar medidas excepcionales como sería el trasplante de pulmón. En general, el trasplante de pulmón se realiza en pacientes relativamente jóvenes (habitualmente menores de 65 años), que no tengan otras enfermedades asociadas que limiten sus expectativas o su calidad de vida.

¿Qué es un trasplante de pulmón?


El trasplante de pulmón es la sustitución de uno o los dos pulmones enfermos por uno o dos pulmones sanos procedentes de un donante que tenga los pulmones de similar tamaño y con el mismo grupo sanguíneo. Generalmente se realiza en pacientes que tienen una EPOC, una fibrosis pulmonar, una fibrosis quística o una hipertensión pulmonar en fases muy avanzadas.

Durante el año 2011 en España se hicieron 230 trasplantes de pulmón.

Los candidatos a ser trasplantados son apuntados en una lista y, en función de la gravedad, pueden ser o no adelantados o atrasados en dicho listado.

¿Cómo debe prepararse el paciente para un trasplante de pulmón?


El paciente que recibe un trasplante de pulmón debe estar en una condición física que permita la operación y no debe tener enfermedades graves que comprometan su vida o el normal funcionamiento del pulmón trasplantado. En este sentido se requiere un estudio exhaustivo previo al trasplante que descarte la presencia de infecciones crónicas, enfermedades graves o cáncer, así como estudios que permitan conocer su situación clínica general. El paciente no debe fumar ni tener ninguna adicción.

El donante del pulmón no debe haber tenido enfermedades transmisibles que pudieran pasar al receptor, como una infección por el virus del SIDA o determinadas hepatitis, y no debe tener un cáncer.



Esperanza del vida del trasplante de pulmón


La supervivencia del trasplante de pulmón en Estados Unidos se estima en un 80% durante el primer año y del 60% a los 4 años. En general los pacientes mejoran significativamente de su situación previa y pueden reintegrarse a una vida razonablemente satisfactoria.

¿Cuál es el seguimiento y tratamiento posterior a un trasplante de pulmón?


Los pacientes trasplantados deben recibir un tratamiento dirigido a bajar las defensas propias para que no ataquen al pulmón extraño introducido dentro de su cuerpo. A esto se le llama inmunosupresión o suprimir el sistema inmunitario normal. Para ello se utilizan diferentes medicamentos, generalmente en combinación.

Posibles complicaciones


Las complicaciones más habituales son:
  • El rechazo del órgano trasplantado. El rechazo suele aparecer durante los primeros meses tras el trasplante. Los síntomas de rechazo del pulmón son inespecíficos, en general sensación de falta de aire, empeoramiento de las pruebas de función respiratoria (espirometría), alteraciones en la radiografía del tórax, etc. Estos síntomas a veces se confunden con los de una infección respiratoria. En muchas ocasiones se realizan fibrobroncoscopias cada cierto tiempo junto con biopsias del pulmón para ver si existe rechazo y, en ese caso, poner un tratamiento más enérgico para bajar las defensas.
  • Las infecciones derivadas del tratamiento que se pone para bajar las defensas. Suelen ser infecciones graves, en muchas ocasiones por microorganismos raros o poco habituales.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.