Diccionario de enfermedades

Covid-19: manejo del PostCovid, Covid crónico o Covid persistente

Coronavirus al microscopio
La recuperación tras la infección por SARS-CoV-2 es un proceso que lleva un tiempo de duración variable. No solo se trata de recuperarse de la infección, sino de las posibles complicaciones que se asocian con esta infección. En general se utiliza la siguiente terminología para saber del periodo de la enfermedad en la que nos encontramos:
  • Enfermedad aguda por Covid. Incluye desde el comienzo de la infección hasta 4 semanas después de iniciada.
  • Covid sintomático persistente. Se refiere a la persistencia de síntomas más allá de las 4 semanas y hasta las 12 semanas.
  • Post-Covid. Síntomas que aparecen durante la infección aguda, o posteriormente, y que persisten más de 12 semanas, sin que se encuentre ninguna otra enfermedad que los pueda justificar.
Salvo en la infección por Covid-19 aguda aguda, ninguno de los síntomas son debidos a la persistencia de la infectividad del virus.

Recuperación tras la infección por Covid


La persistencia de determinados síntomas de coronavirus después de pasar la infección es muy frecuente. Suele tratarse de cansancio, dificultad respiratoria, tos y dolor de pecho. Con menos frecuencia pueden también mantenerse los dolores articulares, sequedad de mucosas, cefalea, rinitis, anosmia, sensación de sabores raros, mareo, insomnio, pérdida de apetito, diarrea, sudores y caída del pelo. Estos síntomas pueden persistir tras haber pasado una infección grave o moderada.

Además, pueden asociarse síntomas psicológicos por Covid-19 (ansiedad, depresión, síndrome de estrés postraumático), y cognitivos, como falta de concentración o atención y fallos de memoria. Estos últimos se observan con frecuencia en personas que han pasado otras enfermedades graves que los ha llevado a temer por su vida.

En general, la recuperación tras el Covid depende de la edad del paciente, la gravedad de la infección que ha pasado, las complicaciones que haya presentado durante la infección, la presencia de otras enfermedades crónicas, y diversos factores no bien aclarados. Se sugiere que, en personas jóvenes con una enfermedad leve o moderada, la recuperación media se produce en unas 2 semanas. Las personas mayores, los casos de enfermedad grave, o los casos que se producen en personas con enfermedades crónicas, pueden tardar hasta unos 3 meses en recuperarse. Sin embargo, existen personas jóvenes, que han tenido pocos síntomas y que no han estado hospitalizados, que siguen refiriendo síntomas durante varios meses después de la enfermedad.

Algunos síntomas suelen resolverse antes, como la fiebre, la tos o los problemas de olfato y gusto. Sin embargo, otros, como el cansancio, el dolor torácico, la dificultad respiratoria o los problemas de memoria y concentración pueden tardar meses en resolverse.

Si bien la mayoría de los pacientes no precisan de revisiones de control posteriores, algunos deben seguir siendo controlados en consultas específicas, donde se realizará una evaluación física, psicológica y funcional. Es recomendable realizar análisis que determinen si se han normalizado las alteraciones que pudieron existir durante el ingreso hospitalario y que detecten potenciales nuevas complicaciones, si bien la mayoría de los pacientes no los necesitan. Es importante distinguir si las molestias referidas por el paciente serían atribuibles a la infección por Covid o indicaran el inicio de una nueva enfermedad hasta entonces no diagnosticada.

No se recomiendan hacer nuevas pruebas para detectar la infección o para ver si se han generado anticuerpos, salvo en pacientes que hayan tenido una sospecha de Covid en la que no se pudo realizar una PCR y en los que convenga saber si ha pasado o no la infección.

Manejo de las complicaciones del COVID


Tras el COVID se debe recuperar la vida previa a la mayor velocidad posible siempre que los síntomas lo permitan.

Manejo de la sensación de falta de aire (disnea) por coronavirus


La dificultad respiratoria se debe cuantificar y preguntar sobre otros síntomas relacionados con el aparato respiratorio y circulatorio. También se debe saber si esta va mejorando, empeorando, o persiste similar desde el final de la infección.

Además de una exploración física adecuada, se debe medir el oxígeno en sangre, la presión arterial y la frecuencia cardiaca.

Cuando existe indicación, debe realizarse una radiografía del tórax, un electrocardiograma, y, en casos seleccionados, un ecocardiograma, un holter, unas pruebas de función respiratoria o un TAC pulmonar. No existe necesidad de realizar ninguna prueba si la evolución clínica del paciente es satisfactoria.

Algunos pacientes, sobre todo si la afectación pulmonar ha sido grave, pueden requerir oxigeno domiciliario durante varios meses. En la mayoría de las ocasiones, la dificultad respiratoria se acompaña de una cantidad normal de oxígeno en sangre y lo que se suele recomendar son ejercicios respiratorios.

Tos por Covid-19


El manejo de la tos es igual a la de cualquier otra situación que produzca tos crónica, con medicinas específicas para reducirla. Es infrecuente que se requieren opiáceos o broncodilatadores.

Molestias torácicas por coronavirus


En general no precisan de tratamiento, aunque si son muy molestas pueden tratarse con anti-inflamatorios administrados durante el menor tiempo posible y siempre que no haya contraindicación. Hay que descartar la afectación del corazón (miocarditis, angina de pecho, etc.) y ante la mínima sospecha se debe remitir a un cardiólogo.

Ortostatismo tras Covid-19


En personas que se marean al incorporarse o que tienen muchas palpitaciones al hacerlo, se deben recomendar una buena hidratación, medias compresivas, ejercicio, etc.

Problemas de memoria, concentración y atención asociadas al Covid-19


Deben evaluarse con alguna escala específica y, en caso de afectación grave, valorar remitirlos a terapia neurocognitiva.

Complicaciones tromboembólicas por coronavirus


Estos pacientes deben anticoagularse, si bien se desconoce cuanto debe prolongarse la anticoagulación. En general las recomendaciones no difieren de las complicaciones tromboembólicas asociadas a otras enfermedades agudas.

Covid-19: Complicaciones olfativas y del gusto


Suelen desaparecer espontáneamente. En caso de ser graves y persistentes puede entrenarse el olfato.

Cansancio por coronavirus


Suele recomendarse que reposen adecuadamente y que intenten tener una buena calidad del sueño. Que intenten priorizar las acciones que deben realizar a lo largo del día. La terapia física y rehabilitación puede estar indicada en situaciones concretas.

Ansiedad y depresión postCovid


Debe cuantificarse. En casos graves y persistentes deben remitirse a valoración psiquiátrica.

Vuelta al trabajo tras sufrir Covid-19


Debe evaluarse de forma individualizada, en función de la edad, otras enfermedades del paciente, la gravedad de la infección, el tiempo y lugar de hospitalización, etc.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.