Coincidiendo con el hecho de haberse superado en estos días los 100.000 casos de infectados por el coronavirus en el mundo, se ha puesto una atención especial en las cifras internacionales del Covid-19.

De entrada, llama poderosamente la atención la distribución de los casos registrados en los cinco continentes que si algo ponen de manifiesto es una falta total de uniformidad en el enfoque de la epidemia de coronavirus, en los recursos disponibles para afrontarla y también en la transparencia a la hora de proporcionar los datos.

El Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins ha desarrollado un mapa que permite observar al minuto la evolución del brote de coronavirus de Wuhan en todo el mundo. A fecha 8 de Marzo (las cifras cambian vertiginosamente) se habían superado los cien mil casos en todo el mundo: 106.439 con 3643, fallecidos: 3,4%, de los que más de 80.000 corresponden a China. Al mirar el mapa de los afectados por coronavirus, publicado y actualizado continuamente por esta Universidad e ilustrado con círculos rojos proporcionales al número de enfermos, la imagen es de dos grandes conglomerados en China + países desarrollados adyacentes como Japón, Corea del Sur y  Singapur, y por otra parte Europa Occidental, con otro más pequeño intermedio en Irán y algunos países árabes cercanos situado entre los dos núcleos mayoritarios y que parece dibujar una moderna ruta de la seda dedicada en este caso a nuestro molesto amigo viral.


"Estados Unidos, con una población 7 veces mayor que la española tiene menos casos de coronavirus declarados que España"


El resto del mundo tiene puntos pequeños diseminados con datos difícilmente creíbles y no solo en países que por su falta de infraestructura ni siquiera pueden hacer el diagnóstico sino en otros que o bien ocultan los datos sobre coronavirus o simplemente ignoran la epidemia y miran para otro lado. El caso más flagrante es el de Estados Unidos, con una población 7 veces mayor que la española tiene menos casos declarados que España (436 vs 517), aunque con una mortalidad superior lo que parecería indicar un diagnóstico de los casos más graves y un fallo en la detección de los más leves con lo que ello implica de fracaso en la contención del Covid-19.

Efectivamente, hace poco se publicaba el número de test de coronavirus por millón de habitantes a fecha 1 de Marzo y mientras Italia había realizado 386 pruebas pmp y Corea del Sur 2318, USA había hecho 1 pmp., según parece entre otras cosas por la no validez de los kits disponibles para diagnosticar coronavirus hasta hace pocos días aunque los responsables de la FDA han afirmado solemnemente que en muy poco tiempo serían capaces de realizar un millón de pruebas. Es posible que los casos aireados en redes sociales de personas con sospecha de coronavirus que han acudido a un hospital y han salido con el test negativo, pero con una factura de más de 3.000 dólares que no cubría su seguro, hayan contribuido también a hacer las menos pruebas posibles.

Tampoco ayuda el hecho de que, para una buena parte de la sociedad norteamericana, permanecer en cuarentena supone no percibir salario alguno, además del riesgo cierto de perder el trabajo. Todo hace pensar que el número real de casos de coronavirus en USA está claramente infraestimado y que su deficiente sistema de salud pública y protección social va a hacer muy difícil la contención efectiva del virus. Algo parecido podría anticiparse de otros muchos lugares en todo el mundo.

El coronavirus en Rusia, Vietnam y Latinoamérica


Y qué decir de países como Rusia, con 15 casos declarados y ninguno fallecido, o Vietnam, un país vecino de China y actual destino turístico de primer orden con solo 39 casos, o la India con 31 casos y también ningún fallecimiento, o toda Latinoamérica o África donde se pueden contar con los dedos de muy pocas manos.

Ojalá estos datos fueran ciertos y esas grandes zonas del planeta, habitualmente las menos favorecidas, se pudieran ver libres de la enfermedad, pero poco apunta a que sea así, aunque los responsables internacionales parecen estar actuando y hablando como si lo fueran. Lo curioso es que hay países como Israel o Ecuador que están poniendo barreras a la entrada de ciudadanos españoles por considerarnos zona de riesgo según estas estadísticas mientras que nadie las pone a los norteamericanos pese a sus más que dudosos datos.


"Siempre que hay un índice negativo como el número de afectados, que depende del esfuerzo que se ponga en su búsqueda, los alumnos más esforzados corren el riesgo de parecer los peores"


Siempre que hay un índice negativo como el número de afectados, que depende del esfuerzo que se ponga en su búsqueda, los alumnos más esforzados (y afortunadamente creo que en España por ahora se están haciendo las cosas bastante bien) corren el riesgo de parecer los peores. Sucede en todos los campos desde las infecciones hospitalarias a los efectos adversos. Por ejemplo, en la donación de órganos para trasplante, cuando en una comunidad hay muy pocas negativas familiares puede suceder que las cosas se hagan muy bien o que simplemente no se recojan adecuadamente. Todo es según se mire.

El problema es que sin datos fiables y comparables entre países, es complicado tomar las decisiones adecuadas a nivel global en una epidemia que no admite soluciones parciales. La difícil labor coordinadora de la OMS es más necesaria que nunca. De otra forma, además de hacer mucho más difícil la lucha contra la extensión del virus puede hacer exclamar a algunos como recientemente hacían los italianos al ver las prevenciones que (con razón) toman muchos países con sus ciudadanos: ¿hemos sido unos pardillos? Y evidentemente no es eso.