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4 may. 2018 12:30H
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En 1988, un grupo de médicos jóvenes, pero con más de diez años de experiencia, con vocación, ilusión y, por qué no decirlo, coraje, que coincidieron en la Organización Médica Colegial, quisieron cambiar el contenido y las condiciones del ejercicio de la Medicina General en España. Aglutinados por el siempre recordado Jerónimo Aizpiri y por Juan José Rodríguez Sendín, creamos la SEMG.

Con consultas masificadas, con una carga burocrática asfixiante, el médico general solo contaba con su bagaje de conocimientos y su maletín, pero con su interés, inteligencia y experiencia, para curar y aliviar. Tiempos en que, por la
masificación, era más fácil que los pacientes viesen al médico que éste los viese a ellos.

La reforma de la Atención Primaria iniciada en 1984 con el Real Decreto 137 llegaba a pocos lugares con integraciones en centros de salud, escasas y precarias. El resto, interinidades y condiciones laborales y profesionales leoninas.

La iniciativa, la originalidad y la calidad han sido características de los programas de nuestra sociedad



Con frecuencia, las reformas generan situaciones desiguales y, en este caso, los problemas laborales causaron una ruptura y dividieron a los profesionales de este colectivo, que sólo pretendían ejercer su profesión con dignidad. Las condiciones de medios y tiempo de atención eran usualmente malas. Entendimos que solo con nuestra presencia en todos los estamentos de representación médica, profesional, sindical y científica podíamos conseguir el objetivo de reconocimiento profesional y laboral.

Así, administraciones, instituciones, industria farmacéutica, medios de comunicación si querían interlocutores de la Atención Primaria se encontraban con miembros de la SEMG posicionados en organizaciones profesionales, sindicales y científicas.

Entre todos los interlocutores que tuvimos es justo reconocer la sensibilidad, receptividad, amabilidad y buen hacer con nuestro colectivo del ministro García Vargas.

No solamente en el ámbito español si no también europeo. Con la entrada de España en la Unión Europea, los médicos de la SEMG de España en la UEMO, Unión Europea de Médicos Generales (omnipractitioners), es una organización
no gubernamental de las organizaciones nacionales no gubernamentales más representativas e independientes que representan la medicina general en Europa. En ella compartimos experiencias y formas de ejercer nuestra profesión.

Poco a poco nos fuimos ganando la confianza de los distintos estamentos de poder de la Sanidad. Pero porque nuestro colectivo era capaz de generarlo por su compromiso, vocación y capacidad de servir y mejorar para dar respuesta a las necesidades de las administraciones y pacientes.

La mejora de la competencia profesional ha sido el objetivo fundamental de nuestra sociedad científica. Se pusieron en marcha los congresos; los cursos de “Habilidades en...” con un enfoque fundamentalmente clínico; una de los primeros programas informáticos en consulta a nivel europeo con el Hipócrates/HipoSEMG; la ecografía...

La maravillosa batalla de la ecografía. Si ganarnos el reconocimiento profesional fue arduo, el hacernos sitio en ella fue una tarea titánica, que, gracias al coraje, también titánico, de Juan José Rodríguez Sendín y José Manuel Solla Camino, salió adelante. La SEMG introdujo en España la ecografía de mama y la musculoesquelética. Pero el mayor logro es que la ecografía es una herramienta cada vez más usual en la consulta de la Atención Primaria como ayuda inestimable al diagnóstico.

La iniciativa, la originalidad y la calidad han sido características de los programas de nuestra sociedad. A lo largo de estos años nuevas iniciativas se han ido desarrollando, pero eso será tema de otros artículos.

Hoy la Atención Primaria sigue teniendo retos muy importantes. Pero si el ejercicio profesional en ella ha cambiado ha sido gracias a muchos médicos y colectivos, pero sin duda a la SEMG que supo poner en el centro de las reformas al médico y sus circunstancias.

Treinta años de historia compartida con compañeros de toda España, Europa e Hispanoamérica llenos de ilusión, vocación, valor y buena praxis para hacer de la Atención Primaria un lugar donde servir con mejor calidad, capacidad de resolución y agilidad a nuestros pacientes.

Quiero mostrar mi agradecimiento a todos los médicos generales y de familia que, desde hace treinta años, convencidos de su vocación y capacidad participaron en nuestra sociedad e hicieron lo que hoy es la Atención Primaria. Con la fragmentación de la medicina, sólo unas pocas especialidades y nosotros podemos decir que somos lo que somos: médicos.