Durante los últimos años, los pacientes de Terapias Respiratorias Domiciliarias (TRD), han recibido un servicio basado en la puesta a disposición en sus domicilios de dispositivos y fungibles para la prestación de su tratamiento y una serie de servicios de mantenimiento de dicho equipamiento con la supervisión de personal especializado. Este modelo de prestación venía definido, en la mayoría de los casos, a partir de unos pliegos de prescripciones técnicos más orientados a asegurar la prestación del servicio que a la consecución de resultados para la salud de los pacientes.

Al mismo tiempo, los modelos de financiación de los citados contratos, en muchos casos, no reconocían desde el punto de vista de la financiación el crecimiento sostenido de pacientes que año a año se iban incorporando a dichas prestaciones. La realidad en los últimos 10 años es que se incrementaban los pacientes entre un 8 y un 12% interanual, mientras que la financiación sólo crecía un 3% anual. La debilidad del modelo reside en que no se ajusta de forma dinámica la financiación a la realidad del uso del servicio sanitario con los riesgos que ello conlleva de ruptura del equilibrio económico-financiero de los contratos. Es obvio que esta situación no es sostenible en el tiempo y que el modelo de provisión y financiación debe adaptarse a la realidad del crecimiento de los pacientes

Las empresas prestadoras de estos servicios hemos ido constatando que las necesidades de los diferentes pacientes receptores de una misma terapia no eran las mismas, a pesar de que los contratos determinaban modelos de prestación homogéneos para todos ellos y por lo tanto debíamos buscar la transición hacia modelos más flexibles que se adaptasen mejor a las necesidades de cada paciente, en definitiva cambiar de un modelo centrado en los equipos de electromedicina y suministro de oxígeno a un modelo centrado en las necesidades del paciente con planes de cuidados más adaptados.

Partimos de un concepto fundamental, dentro de un mismo grupo de pacientes con la misma patología existe gran variabilidad de situaciones en función de su complejidad asistencial. Un paciente complejo con comorbilidades precisa una mayor dedicación de recursos (intensidad de apoyo asistencial, seguimiento y control) frente un paciente con una única patología y situación clínica más estable. El secreto está en estratificar adecuadamente a los pacientes y distribuir los recursos disponibles de forma correcta para cada grupo buscando en todos ellos que mejoren sus resultados de salud respecto a su situación de partida.

Asimismo, la evolución del entorno social y tecnológico de los pacientes ha precipitado en que ya no solo se demanda una prestación en el domicilio sino también en centros especializados (care centers) o a través de otros canales telemáticos.

Todos estos factores nos llevan sin duda a la necesidad de transformar el modelo hacia unas Terapias Respiratorias Personalizadas para optimizar los resultados en salud y eficiencia.

La solución que plantea el sector es global, no se basa exclusivamente en la reforma en el modelo de provisión y financiación de las TRD, este es un aspecto necesario, pero no suficiente. El nuevo modelo de provisión de TRD debe ser más eficaz en la atención de los pacientes y sus necesidades, así como resolver las ineficiencias identificadas del actual contexto.

Los tres elementos claves que proponemos para la transformación del modelo son:
  • La segmentación de pacientes según el perfil de complejidad asistencial para definir planes de cuidados individualizados que mejoren su salud y su calidad de vida.
  • Vincular la financiación a los resultados en salud obtenidos de manera que aseguremos la creación de valor para el sistema sanitario y que nos aseguremos que todos los agentes nos orientemos a obtener beneficios para el paciente.
  • La financiación debe adecuarse a la realidad de la prestación del servicio, es decir debe adaptarse de forma dinámica y acompasada a la evolución de pacientes.

En definitiva, este reto de transformar el modelo hacia las Terapias Respiratorias Individualizadas aportará sin duda los siguientes beneficios para todos los agentes implicados.

Los pacientes recibirán un servicio de TRD más personalizado en el que la calidad asistencial, los resultados en salud y la adecuación de los canales de atención a sus necesidades, sean las claves del éxito. Los pacientes con mayor complejidad recibirán cuidados más adecuados a sus necesidades.

Los profesionales sanitarios podrán ofrecer a sus pacientes planes de cuidaos más ajustados a las necesidades específicas de cada uno de ellos, dispondrán de sistemas de información y control de sus pacientes 24 horas del día 365 días del año para buscar en todo momento poder mejorar su salud y calidad de vida.

Para la administración este modelo orientado a resultados en salud y racionalización de recursos a través de planes personalizados aportará sin duda una mayor calidad asistencial, así como una mayor sostenibilidad del sistema aportando eficiencias y ahorros al sistema.