Suscribirse a un plan de pensiones adecuado a su situación profesional y hacerlo con antelación son algunas de las claves que ayudaría a amortiguar la pérdida de economía del facultativo



31 may. 2015 20:12H
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Cristina Alcalá. Madrid
Pensar en planificar la jubilación y tener a un plan de pensiones acorde a su situación laboral es esencial para el médico, y más cuando, haciéndolo, puede amortiguar la caída de su poder adquisitivo una vez deje de trabajar hasta un 20 por ciento. Un porcentaje muy significativo si se tiene en cuenta que el facultativo que trabaja en el sistema sanitario público se expone a perder, de media, entre un 30 y un 40 por ciento de economía una vez alcanza la jubilación y si no está adscrito a un producto de aseguramiento que cubra sus necesidades de forma suficiente.

Fernando Rivas, portavoz de la Vocalía de Médicos en Empleo Precario de la Organización Médico Colegial (OMC).

“Es importante conocer qué derechos tenemos a la hora de jubilarnos, especialmente en el aspecto económico, y ya no solo por la pérdida de poder adquisitivo, sino porque el fondo de pensiones de la Seguridad Social estaba bajando cada vez más y hay que planificar para llegar al final de la vida con el mismo o parecido nivel económico que teníamos cuando trabajábamos”, alerta Fernando Rivas, portavoz de la Vocalía de Médicos en Empleo Precario de la Organización Médico Colegial (OMC).

Régimen ‘médico en ejercicio’

Esta situación varía si el facultativo trabaja para la sanidad pública o para la privada, o para ambas, circunstancia en la que tendrá que afiliarse al Régimen Estatal de Trabajadores Autónomos (RETA) para ejercer en una clínica privada. Para estos casos, Rivas recomienda al profesional suscribirse a ‘médico de ejercicio’, uno de los productos que ofrece la aseguradora Mutual Médica, con el que podrá trabajar en el sector privado sin necesidad de darse de alta como autónomos.

“Muchos facultativos creen que cuando trabajan en la pública y la privada, es decir, compatibilizan su labor, tienen que hacerse autónomos. Y es verdad, tienen que registrarse en el RETA si está trabajando ya en el régimen central. Pero los médicos, los abogados y los arquitectos tenemos una figura especial que es el régimen alternativo, de tal modo que puede ejercer en la pública y tener una consulta privada, pero sin estar bajo el régimen de autónomo, sino que lo hace por esta vía especial que ofrece Mutual Médica, por ejemplo”.

Otro campo que puede ocasionar diferencias en la jubilación final del médico va ceñido a la comunidad autónoma donde trabaje el profesional. Aunque hay un sueldo base común para todos los médicos y la cotización a la Seguridad Social (hasta el momento fijada hasta los 65 años) también es la misma en toda España, cada región aplica una serie de incentivos (como la carrera profesional) diferentes, marcando una brecha económica entre los sanitarios que trabajen en uno u otro lugar del país.

“El médico tiene que buscar aquellos productos de aseguramiento que mejor encajen con su situación laboral. Como, por ejemplo, los Planes de Pensiones a Asegurados (también conocidos como PPA), unos seguros a largo plazo y con una rentabilidad estable y fija”, añade Rivas.

Ante estas circunstancias, la previsión de futuro debe ser el mismo para todos los sanitarios, independientemente de dónde ejerzan. “Idearlo cuanto antes es lo más recomendable, si no, las consecuencias económicas pueden ser muy notables por una mala planificación económica”, remarca Rivas. “Yo, por ejemplo, empecé con 30 años a ahorrar en un fondo de pensiones. Hay que volver a la época de la hucha”.

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