Exteriores de la facultad de Medicina de la UCM.
"El
abandono de la universidad pública no es una cosa casual, es dirigida.
No hay más remedio que ir a la huelga". Estas son las palabras que han compartido dos docentes de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, quienes pretenden encontrar un remedio ante la
situación de crisis – y de total incertidumbre- que atraviesa una de las instituciones educativas más célebres de nuestro país. Precisamente, los profesores
Alberto Galindo y Juan Carlos Leza se disputan este martes la dirección del histórico centro formativo madrileño. El vencedor de estos comicios, que se conocerá a última hora del día, tendrá que hacer frente a una
crisis económica y estudiantil que viene de lejos.
Y es que a simple vista, la infraestructura cumple como un "decorado muy bonito", pero "solo
es una fachada" que oculta "gravísimas carencias internas" que no pueden solucionarse sin la financiación adecuada, afectando a la formación de los estudiantes y a la continuidad de sus docentes. "No estamos hablando de una disciplina marginal, sino de la enseñanza de aquellos que se convertirán en médicos. Con esta falta de inversión
se está perjudicando notablemente el futuro de la sanidad que nos espera, tanto a los mayores como a las generaciones venideras", han subrayado.
Javier Fernández, catedrático de Medicina y
director del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la
Universidad Complutense de Madrid, responde a la llamada de
Redacción Médica segundos después de tener que
supervisar una reforma en el sistema de cañerías que se rompe "cada dos por tres". Un problema -de otros tantos- que demuestra la necesidad de mejorar la infraestructura de la Facultad. "Este problema con las cañerías va a empeorar y dificultará nuestra labor docente e investigadora.
Requerimos urgentemente nuevas infraestructuras y más financiación", ha aseverado.
El ‘escándalo’ mediático que supuso
dar visibilidad a la crisis económica que atraviesa la Complutense no fue ninguna novedad para Fernández, quien lleva presenciando cómo
las universidades públicas madrileñas reciben, cada año, menos dinero. "No es cuestión de ideología, es una realidad. En mi Departamento
estamos trabajando con un 35 por ciento menos de presupuesto y, con esa penalización, no podemos mantener el número de prácticas y sus materiales. Antes, los estudiantes hacían las prácticas en parejas de dos, pero ahora las tienen que hacer de cuatro. Entonces, entre el personal, con todo nuestro dolor,
no tenemos más remedio que aplicar esos recortes en su aprendizaje, aunque todos seamos profesores e investigadores por vocación en Medicina", ha resaltado.
Incertidumbre entre los docentes sin plaza fija
Una situación que no solo afecta a la calidad de aprendizaje de los futuros médicos, sino que deja 'en el aire' la posibilidad de que
haya profesores que no puedan continuar con su trabajo. "Ha entrado gente joven con la expectativa de hacer una buena carrera docente, pero ahora
desconocen si podrán promocionar y renovar su contrato. No lo tenemos claro. Es algo doloroso porque son profesionales que traen expectativas muy nuevas a una Facultad muy envejecida. Y es una pena que se trunque", ha lamentado.
Por todos estos problemas, sumados a otros tantos que atraviesa la Facultad, Ruiz tiene claro que asistirá a la
huelga universitaria convocada a finales de noviembre. "El personal está muy enfadado y se va a seguir el parón masivamente. Y repito, esto no es una cosa de ideologías, es problema de falta de recursos”, ha terminado.
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"Los profesores de Medicina estamos muy enfadados, y se va a seguir la huelga de forma masiva"
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Los profesores de Medicina, a la huelga
Una opinión prácticamente similar la que ha compartido otro profesor de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, quien
ha preferido mantenerse en el anonimato al no disponer todavía de una plaza fija a su nombre. En su caso, también
apoya "totalmente" la huelga y, aunque exagerando, piensa que
este parón no debería ser solo dos días -26 y 27 de noviembre-, sino "todo el curso académico".
"Veo que la huelga es fundamental, y espero que cambie realmente algo.
No sé por qué cuando hay un parón universitario tiene menos repercusión que otros sectores, pero espero que la situación alcance la opinión pública. Y creo que
deberíamos ir toda la comunidad universitaria en conjunto, tanto personal de administración y servicio, los técnicos, los profesores, el doctorado y los estudiantes. Es algo que
nos afecta a todos", ha resaltado.
Recortes económicos en los departamentos de Medicina
Este profesor, que trabaja en un departamento donde la enseñanza se realiza, principalmente,
en las prácticas de laboratorio, ha advertido que
el año que viene esos recortes se van a notar aún más. "Tenemos que hacer lo mismo con menos dinero, y habrá un momento en el que no lleguemos. Este año lo podemos hacer porque tenemos remanente del 2024, pero para el siguiente, no”, ha enfatizado.
Según ha lamentado este profesor de Medicina, si entras al pabellón central de la Facultad es todo "preciso y está maravilloso", pero
hay aulas que no tienen ni ventilación. "Son muy bonitas, sí, pero estamos en 2025 y los estudiantes
están sentados en un tablón de madera durante toda la mañana. Cuando tenemos que hacer exámenes en época de valor
estamos tres horas a 35 grados, poniendo en riesgo nuestra salud y la suya. Y es que te vas al resto de pabellones y algunos están reformados, pero es que en otros
las persianas están rotas. En la mayoría de los despachos también están así", ha lamentado.
Y, por supuesto, al igual que ha afirmado Fernández, cree que esta crisis económica
va a repercutir en la calidad de la docencia. “Si nosotros compramos menos reactivos para las prácticas el año que viene, eso va a implicar que, o bien no puedan ir al laboratorio, que tengan que hacer las prácticas en grupos de cinco en vez de en pareja, o, en casos más drásticos, tener que ponerles un vídeo de cómo sería una práctica en el laboratorio”, ha subrayado.
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