María del Carmen Álvarez Zubizarreta, directora de Atención Sociosanitaria del Departamento de Salud de Euskadi.
La
interoperabilidad es la capacidad de los sistemas de información y de los procedimientos a los que éstos dan soporte de compartir datos y posibilitar el
intercambio de información y conocimiento entre ellos. Y es que la salud de muchas personas depende de
la cooperación entre dos servicios, el sanitario y el social, por lo que la coordinación entre ellos es fundamental. Una anotación que desde Euskadi conocen y, por ello, han llevado el
refuerzo de dicha comunicación a la práctica.
Uno de los principales ejemplos que justifican el compromiso del Gobierno Vasco por esta interoperabilidad es el proyecto de
Historia Sociosanitaria Electrónica de Euskadi, un modelo que se concreta a través de la metodología de casos de uso. Uno de ellos es la
interconsulta sociosanitaria, que pone en contacto a los servicios sociales municipales y de los centros de salud y que, actualmente, se encuentra en una fase de despliegue en la
Atención Primaria.
Fortalecimiento de softwares sociosanitarios
Por otra parte, Euskadi está reforzando los softwares que interconectan a
Osakidetza con las Diputaciones Forales y Educación, aunque es una iniciativa que está en fase de desarrollo. En este sentido, el Servicio Vasco de Salud facilita numerosos datos de personas para que dichas Diputaciones puedan llevar a cabo
una valoración del caso de cada una y, así, tengan la posibilidad de definir su grado de
dependencia y discapacidad, por ejemplo. Destaca el territorio histórico de Guipúzcoa, ya que es el más avanzado en esta cuestión.
Ahora, el Ejecutivo está planificando su integración en las infraestructuras de interoperabilidad para dar cobertura a los otros territorios y completar el circuito con la devolución de información de la valoración a Osakidetza. Sumado a ello se encuentra la
teleasistencia, que es otro de los puntos fuertes del proyecto vasco. El objetivo del equipo de
Imanol Pradales en este ámbito es simplificar los procesos de solicitud, evitando que una persona usuaria tenga que acudir a su centro de salud, por ejemplo, para obtener un informe, aunque esta iniciativa todavía se está desarrollando.
Concretamente, las infraestructuras para la interoperabilidad funcional y técnica entre ambos sectores están formadas por
cuatro módulos: el módulo de administración, el de auditoría, el nodo de interoperabilidad y el gestor de casos sociosanitarios. Entre sus funciones, destaca el nodo, que es un elemento software que expone servicios para centralizar a los servicios propios de las entidades participantes, de tal manera que se realizan las llamadas al nodo y éste
encauza la petición al servicio original correspondiente.
Una intranet para Osakidetza
Desde un punto de vista digital, el sistema de información para la promoción de la interoperabilidad sociosanitaria se conceptualiza en un portal web que se basa en un espacio público,
una intranet de comunidades virtuales y un módulo de analítica de datos. Así, la región es capaz de garantizar la protección de datos de los pacientes y restringir quién puede tener acceso a ellos.
Sin duda, para Euskadi, proyectos de este tipo implican responsabilidades para los profesionales que tiene dicho acceso, por lo que garantiza que la información que se comparte atiende solo a una finalidad concreta asistencial y bajo criterios competenciales. No sin olvidarse de la
perspectiva responsable y ética, basada en un consentimiento informado y en una minimización de datos.
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