Anai Escontrela, farmacéutica con nacionalidad española y venezolana que está a la espera de la homologación de su título profesional.
Anai Escontrela inició su proceso de
homologación de título de
Farmacia hace 27 meses. Estudió en Venezuela, país en el que también nació, aunque sus padres son españoles y ella
tiene la nacionalidad desde 1996. Llegó a este país hace apenas poco más de un año con toda la ilusión de empezar pronto a trabajar en lo suyo, ámbito en el que tiene
experiencia de más de dos décadas.
Primero se instaló en Tenerife, aunque ahora
vive en A Coruña, en donde tiene la intención de quedarse. Y es que es precisamente en la comunidad autónoma de Galicia
donde se encuentran en la etapa inicial de la negociación para el traslado de competencias en la
homologación de títulos extranjeros y agilizar este proceso. "Es un tema que desde Galicia hemos planteado y en el que estamos trabajando a futuro", indicaron los primeros días de abril fuentes del Gobierno autonómico a
Redacción Médica.
Esto ha significado para Anai una nueva posibilidad frente a las complicaciones que afronta en el procedimiento. "Considero que la Xunta
tiene suficiente experiencia y profesionales para hacerlo", ha dicho, pese a que también considera que se deben tomar medidas para que no suceda
lo que en País Vasco, en donde la homologación quedó suspendida a solo unos días de iniciarse. Y aunque le genera ilusión que exista la posibilidad de que la homologación pase a manos autonómicas, primero
se aseguraría de que las repercusiones sean mínimas antes de anular su proceso en el Ministerio de Universidades. "Yo primero vería qué está pasando. Si el proceso es seguro, sí, sin duda elimino el de Universidades", detalla.
La experiencia profesional y las barreras laborales
Antes de llegar a España, Anai pasó
seis años en Inglaterra en donde trabajó como dispensadora de Farmacia, algo que no puede hacer aquí. "Hice un curso de cualificación nacional de vocación, que lo haces directamente en el lugar donde trabajas y te acreditan como 'pharmacy advisor', es decir, como
consejero farmacéutico", cuenta.
Transcurrido ese periodo, llegó al país de sus padres -y al suyo- donde la
falta de resolución de su proceso de homologación le ha impedido desempeñarse laboralmente en su profesión, pese a su experiencia. A sus casi 52 años y aunque cuenta con incluso dos másteres, ha logrado solo un trabajo como autónoma en una empresa de seguros donde acaba de empezar. "Estoy viviendo de los ahorros, de lo que me traje de Inglaterra, pero son limitados. Va a llegar un momento en que
no voy a tenerlos", señala a este periódico.
Por eso, la posibilidad de tener una vía que agilice el proceso de homologación siempre es bien recibida. Actualmente, pese a que su expediente tuvo un cambio de estado el pasado 14 de febrero, hasta el momento
no tiene una respuesta de las materias que debe cursar para finalizar el procedimiento. "Tardan más de dos años para hacer una homologación condicionada y ni siquiera revisan los documentos como son", cuestiona, en alusión a casos de personas que han estudiado en la misma universidad, el mismo año, y que
son evaluadas en base a diferentes parámetros, según indica.
Por ahora, solo le queda
esperar a las próximas acciones que tome la Xunta y continuar con el proceso que tiene iniciado en el ministerio. Como ella, tantos otros españoles con estudios en el extranjero y extranjeros
están pendientes de la resolución de sus procedimientos de homologación.
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