Sarai Valencia, enfermera.
Sarai Valencia, enfermera, ha revelado una reflexión que muchas de sus compañeras entenderán, aunque no será secundada por todas. "Vengo a soltar una
unpopular opinión enfermeril:
me gusta mucho más trabajar de noches que de mañanas", comienza en un vídeo publicado en su perfil de TikTok, en el que explica las razones que la llevan a preferir estos
turnos nocturnos pese al desgaste que suponen.
Menos carga asistencial en Enfermería
"Por la noche no tienes la carga que tienes por la mañana", explica con claridad Valencia. Aunque reconoce que su horario se "descuadra", asegura que puede compaginarlo mejor con su vida personal. "Me dan las 7 de la tarde y yo me voy a trabajar de 8 de la noche a 8 de la mañana. Obviamente mi horario de sueño se me descuadra, porque la mañana siguiente no puedo hacer nada de estudio, pero
lo suelo compaginar muchísimo mejor que el día, porque el día lo pierdo entero".
Según detalla, los
turnos enfermeros de mañana concentran la mayoría de procedimientos programados: "
Cuando tú trabajas de día tienes una carga asistencial mucho mayor, porque hay procesos que solo se hacen por la mañana. Si tengo un paciente al cual le tienen que poner un marcapasos, un DAI, una ablación o una TAVI, eso es de quirófano, y solo se hace de 8h a 3h".
Por la noche, esa presión desaparece: "Solo te van a venir
casos urgentes, son casos puntuales. No es el procedimiento de todas las mañanas, que si a este le van a poner un marcapasos, al otro un DAI, al otro no sé qué...". También destaca que "todo lo rutinario se hace por la mañana", como las curas, revisiones de accesos o vías periféricas. "Por la noche no se hace, a no ser que sea necesario. Nosotros hacemos balances y cosas más administrativas o pasamos medicación, pero no es tanta la carga", asegura.
Estudiar y descansar siendo enfermera
Más allá del trabajo asistencial, Valencia valora el
impacto del
turno nocturno en su organización diaria. "Me puedo compaginar mejor, porque yo me levanto y
me pongo a estudiar sin sueño, porque la noche de antes he dormido porque llego cansadísima de trabajar".
Además, especifica que sus días pueden ser
especialmente productivos: "Hoy me ha dado tiempo a hacerme la maleta, limpiar, hacer el simulacro, la comida, la cena... He recogido casi toda la casa. Luego me he echado una siesta de dos horas, para aguantar por la noche". Incluso aprovecha durante el turno para estudiar: "Si puedes tener una buena noche, yo aprovecho y estudio. Está todo en silencio, me concentro un montón y me cunde muchísimo.
Nadie me habla por teléfono, a no ser que mis amigas enfermeras también estén de noche".
"Siento que duermo un montón"
Aunque admite que el
turno nocturno puede "trastocar el sueño", asegura que su cuerpo se adapta bien: "
Me siento con energía". Su opinión es compartida por más compañeras de profesión: "A mí también me gusta más. El día que trabajo de 8 a 20h cuando salgo siento que
he perdido el día entero de mi vida porque ya es cenar y dormir", argumenta otra enfermera. "Me pasa,
prefiero totalmente no dormir a estar por las mañanas con mazo estrés, entre médicos, pacientes, familiares, etc…", añade otra.
Sin embargo, hay otras
enfermeras que auguran que
sus preferencias cambiarán según vaya cumpliendo años: "He sido enfermera durante 46 años,
cuando eres joven los turnos se llevan bien, es más, las noches las llevas genial pero a partir de los 35 la cosa se complica, tienes hijos pequeños... lo mejor es trabajar de mañana, de 8h a 3h, es verdad que la
carga asistencial suele ser mayor, pero es lo mejor".
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