Sara Marín, médica.
Para comprender a alguien al cien por cien, a veces hay que experimentar sus propias vivencias. En el ámbito sanitario, esta máxima cobra un sentido especial: la
empatía es una de las características
más valoradas en Medicina, pero también una de las más difíciles de desarrollar plenamente por los profesionales. Así lo ha comprobado en primera persona
Sara Marín, médica, que ha compartido una reflexión sobre lo que significa
pasar de cuidar a ser cuidada.
"Llevo unos días un poco mal por un brote de un problema digestivo que tengo. Me preocupa, me da un poco de miedo y me ha hecho pararme de golpe", comienza relatando esta profesional en un vídeo publicado en su cuenta de Instagram
@uncafecontudoctora. Esa pausa forzada, explica, le ha hecho pensar sobre
cómo cambia la mirada cuando se pasa al otro lado del sistema sanitario. "Estás acostumbrada a escuchar, a cuidar, a acompañar a las personas que están enfermas y a sus familiares. Y en estos momentos que estás al otro lado, se ve diferente", admite.
Al otro lado del hospital
Así, Marín describe la sensación de vulnerabilidad que aparece
cuando se convierte en paciente. "De repente estás en un hospital todo frío, con paredes blancas, y sientes incertidumbre y miedo", explica. Aunque está rodeada de compañeros que la acompañan y la cuidan, reconoce que el cambio de rol la ha hecho más consciente de lo que viven quienes no tienen ese apoyo. "Pienso en los
pacientes, en las personas que no conocen a nadie, que
a veces no entienden lo que les estamos diciendo. Los que están solos, los familiares de los enfermos o la gente que va a estar enferma durante muchos meses o un año en su vida", reflexiona.
Durante el vídeo, recuerda una frase que escuchó hace tiempo y que ahora comprende de verdad: "
Un médico, hasta que no está en una cama de hospital, no sabe con certeza
lo que sienten los pacientes al otro lado". Una idea que, asegura, ha cobrado pleno sentido para ella: "Creo que es verdad, que
te hace ver todo con muchísima más empatía". "Pararse, agradecer y empatizar. Son valores que nos curan a nosotros mismos y a los demás", concluye en su publicación.
Empatía en la formación médica
El testimonio de Marín conecta con una inquietud que muchos profesionales comparten y es la de
cómo ser más émpaticos al tratar con el paciente para ser mejores profesionales. De hecho, un reciente estudio apuntaba que
la empatía de los médicos en formación tiende a disminuir a medida que avanzan en su carrera por factores como la carga de trabajo o el estrés. Ante ello, los investigadores insistían en la necesidad de integrar estrategias específicas de
aprendizaje emocional en los programas formativos, desde talleres hasta espacios de reflexión, para fomentar una
Medicina más humana y centrada en las personas.
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