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27 ene. 2023 18:46H
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MADRID, 27 (EUROPA PRESS)

La inmunidad frente a la COVID-19 parece fortalecerse a medida que transcurre más tiempo entre la vacunación y la infección, según sugiere un nuevo estudio de laboratorio realizado por investigadores de la Oregon Health & Science University (Estados Unidos).

En su investigación, publicada en la revista científica 'JCI Insight', los investigadores midieron la respuesta de anticuerpos en muestras de sangre de un grupo de personas que adquirieron la denominada "inmunidad híbrida" por dos vías: mediante vacunación seguida de una infección o mediante vacunación después de contraer la COVID-19.

Midieron la respuesta inmunitaria en muestras de sangre de 96 empleados generalmente sanos y descubrieron que la respuesta inmunitaria era uniformemente más fuerte cuanto mayor era el periodo de tiempo transcurrido entre la vacunación y la infección. El intervalo más largo medido fue de 404 días.

Los resultados sugieren que los refuerzos de la vacuna no deberían espaciarse más de un año, al menos entre personas sanas. "Los intervalos más largos entre la infección natural y la vacunación parecen reforzar la respuesta inmunitaria en personas por lo demás sanas", ha afirmado Fikadu Tafesse, coautor del estudio.

Sus hallazgos sugieren que la magnitud, la potencia y la amplitud de la respuesta inmunitaria híbrida aumentan con un periodo de tiempo más largo entre la exposición al virus, ya sea mediante vacunación o infección natural.

Según los investigadores, es probable que esto esté relacionado con la maduración de la respuesta inmunitaria del organismo con el paso del tiempo: "El sistema inmunitario está aprendiendo. Si vas a amplificar una respuesta, lo que nos dice este estudio es que tal vez quieras potenciar esa respuesta después de un periodo más largo de aprendizaje en lugar de al principio de la exposición".

Además, el equipo de investigación descubrió que no importaba si alguien desarrollaba inmunidad híbrida al vacunarse después de contraer la COVID-19 o después de una infección inicial tras la vacunación. Ambos grupos desarrollaron una respuesta inmunitaria igual de potente.

Los hallazgos sugieren una potencia duradera de las llamadas "células de memoria", las células B que reconocen un virus invasor y generan anticuerpos proteicos para neutralizar el virus y sus muchas variantes. Los autores escriben que un grupo cada vez mayor de personas que han contraído el virus del SARS-CoV-2 pueden beneficiarse de la vacunación, aunque la hayan retrasado hasta ahora.

Confiar únicamente en la infección natural es una mala idea, "dados los riesgos de enfermedad grave, complicaciones a largo plazo y muerte", según resaltan los autores.

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