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3 mar. 2023 12:46H
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MADRID, 3 (EUROPA PRESS)

Aproximadamente el 40 por ciento de las personas que padecen enfermedad mental grave como esquizofrenia, trastorno bipolar o la depresión mayor padecen obesidad y sus problemas asociados como hipertensión arterial, hipercolesterolemia o diabetes, según ha señalado el director del Servicio de Salud Mental y Adicciones del Consorcio Sanitario del Maresme (Cataluña), Javier Labad.

La agrupación de estos factores suele conocerse como síndrome metabólico, una condición que les provoca una menor calidad y esperanza de vida por el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y tienen, por tanto, más riesgo de fallecer por un infarto de miocardio que la población general. Se estima en este sentido que las personas con esquizofrenia viven dos décadas menos.

La obesidad en las personas con Trastorno Mental Grave (TMG) se produce por varios factores. Su aparición puede estar relacionada con los efectos secundarios de los tratamientos psicofarmacológicos, especialmente los antipsicóticos, pero también puede deberse a un estilo de vida menos saludable incluyendo dietas altas en grasas o la falta de ejercicio. Como resultado, la obesidad y diabetes pueden coexistir e impactar negativamente en la salud física de los pacientes.

"La enfermedad mental grave trae consigo disfunción a nivel familiar, social y laboral, que impide e incapacita al paciente para realizar las tareas del día a día a día y llevar una vida activa y normalizada. Ven condicionada su salud física y se forma un círculo complejo de manejar", ha dicho el experto.

En este sentido, prosigue, son personas con una vida sedentaria, que no hacen ejercicio físico, que no llevan una dieta adecuada, consumidoras de drogas en algunos casos, todos estos factores contribuyen a un mal estado físico en general que aumenta el riesgo de obesidad y de padecer enfermedades cardiovasculares asociadas, y por tanto, presentan una mayor probabilidad de fallecer por este motivo y no por su propia enfermedad mental ni por riesgo de suicidio como se tiende a pensar.

En este contexto, el experto ha considerado "imprescindible" el trabajo multidisciplinar de los profesionales de la salud mental con otros profesionales de la nutrición, la actividad física y enfermería para tratar este síndrome metabólico que presenta el 40 por ciento de las personas con enfermedad mental grave.

"Este síndrome condiciona una obesidad visceral con un exceso de grasa corporal alrededor de la cintura, un aumento de la presión arterial, niveles altos de glucosa en sangre y niveles anormales de colesterol o triglicéridos", ha detallado.

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