Miquel Buch, consejero de Interior.
Lun 13 abril 2020. 19.00H
Miquel Buch ha puesto su
atención en el material sanitario que llega del Gobierno a Cataluña, pero no tanto en lo necesario que es para los profesionales ante la carestía de jornadas pasadas sino en detalles que ofrecen una
lectura surrealista y politizada. El Ejecutivo ha cifrado en
1.714.000 las mascarillas que se enviarán a la comunidad, una cifra de la que Buch ha dicho que es
"simbólica", pero también
"nefasta" para Cataluña porque hace
referencia a 1.714, año en que cayó Barcelona en manos de las tropas borbónicas y que puso punto y final a la
Generalitat catalana. Es más, ha afirmado que "si a alguien del Gobierno se le ocurre que el próximo número de
mascarillas o test tenga que ver con 1.939 (año en el que Franco ganó la Guerra y Civil y se inició la dictadura franquista) y nos den 1.939.000 mascarillas no se lo permitiremos;
con la historia de los catalanes no se juega". Unas palabras que obedecen a un sesgo político que no toca en estos tiempos y que retrata cuáles son las
preocupaciones principales para algunos miembros del Govern.
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