Gema María Varo y María Fernández.
El uso de dispositivos
Point of Care Testing (POCT) se ha cuadriplicado debido al mayor uso en el abordaje de la pandemia de Covid. Así lo señala
María Fernández Tagarro, responsable de Calidad y POCT del Laboratorio del Hospital Universitario de Gran Canaria.
“Se espera que
para el año 2030 la tasa de crecimiento anual combinado de estos dispositivos sea de hasta un 10%, especialmente en Primaria, y hasta un 7% en los hogares”.
Los POCT son
pruebas de laboratorio que permiten un resultado rápido, de fácil manejo, que se realizan dónde está el paciente o cerca de él (centro de salud, hospital, domicilio, ambulancia, etc.) y que permiten la identificación o seguimiento de una enfermedad de forma inmediata y eficiente.
Un campo que
representa el 11% de las ventas del Diagnóstico In Vitro (DIV) y que cinco años antes era la mitad. Actualmente, suponen herramientas fundamentales en la detección y seguimiento de personas mayores con enfermedades crónicas. Las Urgencias hospitalarias (30-35%), las ambulancias (15-20%) y las UCIs y Unidades Críticas (15%) son los principales entornos donde se aplican los POCT, aunque también están presentes en los centros de salud, en domicilios, residencias y farmacias.
En esta ocasión, coincidiendo con el
Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo que se conmemora este 29 de octubre,
‘Espías de Laboratorio’ busca transmitir a la opinión pública con una serie de videos el papel que juega el POCT en la mejor detección y seguimiento de pacientes crónicos que cuando ya tienen problemas de dependencia pueden beneficiarse de dichas pruebas, como sucede en la diabetes, en la gripe, etcétera. De manera especial, en las personas mayores, que en muchos casos viven en zonas rurales y lejos de un hospital de referencia. “Contar con este tipo de dispositivos es un gran avance para mejorar la calidad de vida de estas personas, que pueden recibir la misma atención de aquellas que viven en los entornos urbanos” indica Carlos Sisternas, consejero técnico de Fenin.
Para la elaboración de esta píldora divulgativa sobre laboratorio,
Fenin ha contado con la colaboración de una
Unidad de Emergencias móviles de Atención Primaria y una consulta de acto único de diabetes de un centro de salud del Área de Gestión Sanitaria Norte de Huelva perteneciente al Servicio Andaluz de Salud, así como profesionales expertos en Calidad y POCT miembros de la Comisión de Pruebas en el Lugar de Atención al Paciente de Semedlab.
Tal y como explica
Gema María Varo, jefa de Servicio de Análisis Clínicos, miembro nacional de la Comisión POCT Internacional (IFCC) y responsable de la Red POCT del Área de Gestión Sanitaria Norte de Huelva del Hospital General de Riotinto, “se trata de
dispositivos ligeros y sencillos de manejar, cuya fortaleza es poder trasladar un pequeño laboratorio al sitio donde se ha producido un accidente de tráfico, o al domicilio de una persona con una patología crónica que ha sufrido una descompensación. Su eficacia está muy avalada científicamente por lo que supone en términos de calidad de vida”.
Aprovechar más su potencial
Sin embargo, pese a la eficacia demostrada, los expertos señalan que
no se está aprovechando todo el potencial que tienen los POCT. En este contexto, Fernández Tagarro ha matizado que “actualmente la mayoría de los dispositivos se localizan en los propios hospitales, especialmente en las Urgencias, en Unidades de Críticos, o en consultas de Endocrinología. Por el contrario, hay menor expansión en los centros de Primaria, en transportes sanitarios o en zonas rurales, por lo que se necesita mucha más implantación, lo que representaría un mayor beneficio para los pacientes.
Más allá de un problema financiero, también hay una
falta de comunicación entre los propios interesados, como ocurre entre la Atención Primaria y la Atención Especializada, lo que frena su expansión”.
Su principal ventaja es la inmediatez, ya que
permiten realizar un diagnóstico rápido en situaciones de emergencia, así como administrar un tratamiento, evitando que el paciente tenga que acudir dos veces a la consulta. Además, comenta Fernández Tagarro, “se necesita muy poco volumen de muestra, algo muy útil en pacientes pediátricos y en aquellos en los que es difícil localizar la vía. También ayuda a reducir el coste sanitario global, evitando, entre otras cosas, el traslado del paciente”.
Evolución en España
En nuestro país, los primeros dispositivos POCT fueron las tiras de orina y a partir de los años 40-50, se empieza a disponer de los primeros glucómetros y gasómetros. Desde ese momento, se produce un crecimiento constante en su uso con una expansión importante a partir de la pandemia del año 2020.
A nivel territorial, los expertos subrayan que
existe una gran discrepancia en su implantación entre comunidades autónomas, siendo las más avanzadas Cataluña y Andalucía. Mientras, a la cola se sitúan Canarias y Extremadura. “Concretamente, en Andalucía la presencia de una red POCT en un área mal ubicada como es la nuestra, a más de una hora de una autovía y del hospital de referencia, es escasa, por lo que es muy importante valorar el entorno y el contexto y utilizar el POCT donde sea preciso”, matiza Varo.
La experiencia del paciente
La nueva entrega de ‘Espías de Laboratorio’ también cuenta con
la visión y testimonio de pacientes, a través de Daniel González Navarro, diabético desde hace 15 años y quien se trasladó a su pueblo de origen, Cortegana, cuando se jubiló. Daniel reconoce que con estos nuevos dispositivos es mucho más sencillo y menos molesto y agresivo medirse el azúcar y la hemoglobina glicosilada.
“Cada dos meses, la enfermera que tengo asignada me hace la prueba para medir el azúcar en sangre. Y con este tipo de dispositivos se ha mejorado notablemente, ya que no es lo mismo que te saquen sangre con una jeringuilla a través de la vena, que con un simple pinchazo en el dedo.
Supone un gran adelanto para las personas que somos diabéticas”, añade.
El
perfil del paciente que más se beneficia de este tipo de dispositivos es una persona de avanzada edad, con pluripatología y una enfermedad crónica. “En nuestra zona hay un 30% más de personas mayores de 70 años que respecto a nuestra población de referencia, que es Huelva capital”, explica Varo.
El POCT en la ambulancia de Emergencias
Un médico, un enfermero y uno o dos técnicos en Emergencias Sanitarias (TES) suelen formar el equipo de sanitarios de una ambulancia. Manuel, Cristina y Mariló nos cuentan en esta entrega de Espías de laboratorio cómo es su día a día en la ambulancia, cuáles son las tareas designadas y
cómo es el protocolo de actuación establecido. Concretamente, ellos trabajan en una ambulancia dirigida a la atención de urgencias vitales, donde el tiempo es clave, así como la formación de los equipos.
Reconocen que contar con estos dispositivos POCT les ha facilitado mucho el trabajo, ya que,
ante la sospecha de cualquier problema de salud, rápidamente se realiza una analítica con resultados inmediatos, una intervención que antes no se podía hacer hasta que no se trasladaba al paciente al hospital. “Esto hace posible empezar a tratar al paciente ya en la propia ambulancia, lo que se traduce en una mejoría clara para los residentes en un área rural, como la Sierra Norte de Huelva, con elevados tiempos de traslados a un hospital de referencia”, detalla Varo.
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