La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) responde a la polémica sobre este concepto

Violencia obstétrica| "La tipificación penal condena decisiones médicas"
Txantón Martínez-Astorquiza Ortiz de Zárate, presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).


25 nov. 2021 16:25H
SE LEE EN 4 minutos
Ante los mensajes que se han venido publicando sobre la denominada “violencia obstétrica” y las iniciativas para ser considerada como violencia de género, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) ha manifestado que "la tipificación penal de un concepto como este sitúa a los profesionales en un territorio de inseguridad y desprotección jurídica insoportable". 

En este sentido, el organismo denuncia que "esta tipificación penal expone a los profesionales al riesgo de acabar condenados por una decisión médica o una interpretación subjetiva, y al absurdo de que uno de estos pueda acabar respondiendo ante los tribunales por un delito penal de violencia machista contra una mujer por una práctica de urgencia con la que quizás haya salvado su vida o la de su bebé". 

"Los especialistas en Obstetricia y Ginecología trabajamos intensamente por mejorar la atención que las mujeres reciben"





"Los especialistas en Obstetricia y Ginecología trabajamos intensamente por mejorar la atención que las mujeres reciben durante su proceso de embarazo y parto, investigando y estableciendo la mejor evidencia científica para todos los casos, publicando y difundiendo consensos con las recomendaciones basadas en esa evidencia y desarrollando la mejor formación orientada a ese objetivo", explican en el comunicado. 

En este sentido, "es preciso señalar que, aunque aún queda mucho margen de mejora, la práctica asistencial de atención al embarazo y al parto ha avanzado muy favorablemente en nuestro país y se están consiguiendo muchos de los objetivos propuestos en la Estrategia de Atención al parto normal", recuerdan.

Los ginecólogos rechazan la "normalización" de ciertas prácticas


"Como queda establecido de forma explícita en nuestras guías y consensos, rechazamos la “normalización” de prácticas como las cesáreas o las episiotomías", destacan desde el organismo. A este respecto, "queremos incidir en que los ginecólogos y ginecólogas trabajamos para que las expectativas que las mujeres tienen sobre sus partos se vean cumplidas en todos los casos en los que sea posible". 

Además, insisten en su "compromiso por mejorar todos esos aspectos, así como cualquier otro de la atención ginecológica y obstétrica, a través de la investigación, la sensibilización y la formación continua a los profesionales en pro de las mejores prácticas asistenciales, de acuerdo a la evidencia científica disponible y la mayor satisfacción posible de las mujeres que atendemos".

La organización estima que "herramientas como la investigación científica y la formación representan la mejor vía para el perfeccionamiento de una práctica asistencial, que ya es excelente en la mayoría de los casos". Y que nada ayuda a "esa mejora la utilización y tipificación penal del concepto de violencia obstétrica que promueve, además, la idea de un enfrentamiento entre las mujeres y los profesionales que es contraria a los lazos de confianza y cercanía que preside habitualmente las relaciones entre ambas partes".

"La inclusión de todas estas prácticas en el marco de la violencia de género es sencillamente ilógica, desde el momento en el que se considera que la mayoría de los profesionales que ejercemos esta especialidad somos mujeres", aseveran en el comunicado."La violencia machista es algo que nos tomamos tan en serio, que desde la SEGO acabamos de publicar un consenso sobre cómo debe ser la atención ginecológica a la mujer víctima de violencia de género y agresión sexual que tiene, entre otros objetivos, reforzar la contribución de la especialidad a la detección temprana desde el sistema sanitario, mejorando los protocolos para la detección y atención a las víctimas", subrayan. 

"En muchas ocasiones somos los primeros o únicos profesionales a los que nos cuentan lo que les está ocurriendo, y no debemos olvidar que el embarazo es uno de los factores de riesgo más importante para sufrir violencia de género y que las primeras manifestaciones de la violencia de género ocurren durante el embarazo", añaden. "La relación de confianza de la mujer con el profesional que la atiende es clave para la detección precoz", concluyen desde el organismo. 
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.