Vitamina D
El
Ministerio de Sanidad ha lanzado un mensaje de advertencia tanto a la ciudadanía como al colectivo médico sobre el uso de la
vitamina D. A pesar de su papel clave en la salud ósea y en la regulación del calcio, la autoridad sanitaria insiste en la necesidad de ajustar su utilización a criterios clínicos bien fundamentados.
No todo el mundo necesita suplementos, y el cribado masivo de la población tampoco está justificado, subraya el ministerio.
“La
vitamina D es esencial, pero no inocua si se emplea sin control”, advierten fuentes de Sanidad, que reclaman un uso prudente y respaldado por la evidencia científica.
Su consumo sin indicación médica puede resultar ineficaz e incluso perjudicial.
No al cribado sistemático ni a la suplementación sin base clínica
La principal fuente de vitamina D en el ser humano es la síntesis cutánea mediante la exposición solar. En este contexto, Sanidad recuerda que las guías clínicas desaconsejan tanto
el análisis rutinario de niveles de 25-OH-D en personas sanas como la suplementación sin criterios médicos específicos.
Los suplementos no son inocuos.
Su uso innecesario, especialmente en dosis elevadas, puede provocar efectos adversos relevantes, entre ellos hipercalcemia,
daño renal o alteraciones del ritmo cardíaco. Además, los beneficios extrapolados de esta vitamina más allá del sistema musculoesquelético no cuentan con respaldo concluyente en la literatura científica.
Cuándo sí está indicado medir la vitamina D
El Ministerio delimita claramente los contextos en los que está justificada la medición de los niveles de vitamina D:
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Pacientes con síntomas compatibles con su déficit o con enfermedades óseas como la osteomalacia.
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Personas mayores institucionalizadas, con riesgo elevado de caídas o fracturas.
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Pacientes con patologías crónicas que alteran su metabolismo (insuficiencia renal o hepática, enfermedad inflamatoria intestinal, cirugía bariátrica o síndromes de malabsorción).
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Personas que toman fármacos que interfieren en su absorción o activación (glucocorticoides, anticonvulsivantes).
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Sospecha de intoxicación por hipervitaminosis D.
Niveles adecuados y supervisión médica
Según la
Academia Nacional de Medicina de EEUU, niveles séricos de 25-OH-D entre 12 y 20 ng/ml son suficientes para cubrir las necesidades del 97,5% de la población. Por debajo de estos umbrales —especialmente en mayores, institucionalizados o pacientes con osteoporosis— puede estar indicada la suplementación, siempre bajo prescripción médica. Las dosis varían entre 400 y 2.000 UI/día en función del contexto clínico.
Casos de intoxicación: una advertencia con consecuencias
Sanidad también recuerda los riesgos de una suplementación sin control. En mayo de 2025, una alerta sanitaria activó las alarmas en Baleares: 16 personas fueron hospitalizadas tras consumir un suplemento adquirido por internet que contenía una dosis extremadamente elevada de vitamina D. Los afectados presentaban cuadros de hipercalcemia, insuficiencia renal y arritmias cardíacas. El producto implicado, “Advanced Vitamin X”,
fue objeto de una alerta específica por parte de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).
Además, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha documentado varios casos previos de intoxicación por sobredosificación tanto en adultos como en menores. Estos incidentes, señala Sanidad, ponen de relieve la necesidad de un uso responsable, guiado siempre por profesionales sanitarios.
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