Sede de Muface
Partida renovada. Todas las piezas están en la posición de salida. El tablero ha cambio ligeramente en los últimos meses. Una de las figuras, de esos ‘reyes’ que forman parte del juego, ya no está. Un cambio que ha marcado el reinicio del juego. El
concierto sanitario de Muface, la mutualidad que dota de asistencia a 1,58 millones de personas, ha empezado de nuevo. La salida de una aseguradora, DKV, ha protagonizado la situación de la nueva casilla de salida. A ella se han sumado los retos que encara el modelo liderado por
Myriam Pallarés, y es que la desaparición de
Muface sigue copando varios de los debates que rodean al sistema. A pesar de todo, esta nueva partida es una
época de “estabilidad”. Al menos así lo definen fuentes cercanas a la dirección general de la mutualidad, que confían en un
nuevo horizonte para Muface tras la que probablemente haya sido la mayor crisis de su historia.
Ese supuesto equilibrio es una de las claves que desprenden las fuentes consultadas por
Redacción Médica. Estas voces, muy cercanas a la dirección general de Muface, explican que, una vez finalizada la
crisis sin precedentes del modelo, hay una palabra que define la nueva situación de la mutualidad: la “estabilidad”. No obstante, eso no quita que vayan a implementarse algunas transformaciones en la nueva etapa, y es que estas mismas fuentes ya apuntan a que
“se abordarán varias reformas en los próximos tres años”.
De la estabilidad a la crisis de Muface
Muface tiene claro cuál es su
nuevo horizonte. Un nuevo espacio de trabajo para modernizar el sistema de
mutualismo administrativo que durante meses ha pasado a copar gran parte de la actualidad informativa sanitaria. Las fuentes consultadas por
Redacción Médica son conscientes del momento que ha vivido la mutualidad, y ya apuntan a un nuevo plan de trabajo que, como han reiterado a este periódico en más de una ocasión, está marcado por la estabilidad.
Siete meses, varias protestas, tres licitaciones y la
salida de una aseguradora fueron los principales acontecimientos que marcaron la
crisis sin precedentes de Muface. Durante siete meses, más de 200 días, los cimientos de la mutualidad se tambalearon. Distintas voces propusieron la
desaparición del modelo que este 2025 ha cumplido 50 años. Y, a pesar de todo, sobrevivió, aunque
Muface no salió ileso.
Este mes de noviembre se cumplirá un año desde que el que probablemente haya sido el mayor trance que ha tenido que capear Muface desde 1975. En 2024, la licitación para el concierto sanitario
se rompió. Las aseguradoras (en ese momento las principales implicadas eran Adeslas, Asisa y DKV)
rechazaron las condiciones económicas propuestas por Moncloa, y el proceso no obtuvo la participación de ninguna compañía más.
Pasaron meses hasta que el Gobierno y las aseguradoras llegaron a un acuerdo. Y, aunque DKV decidió descolgarse de la puja por el concierto, Adeslas y Asisa decidieron continuar durante, al menos, tres años. Con ello,
Muface se salvó el 30 de abril de 2025, cuando la dirección general del modelo, liderada por Myriam Pallarés, y las entidades
suscribieron el contrato de asistencia sanitaria para los funcionarios para los años 2025, 2026 y 2027.
Ese, no obstante, no fue el fin de la crisis de Muface. Y es que la incertidumbre sigue rondando a la mutualidad. Desde el propio
Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, que posee las competencias del modelo, ya se ha deslizado la posibilidad de una transformación para modernizar la mutualidad. Un movimiento que
cuenta con el visto bueno del sector asegurador. Y ahora fuentes de la propia dirección de Muface han confirmado a
Redacción Médica que estas reformas tendrán lugar en los próximos tres años.
Entre tanto, y a pesar de esa confirmación, de ese ‘sí’ a la reforma de Muface, la mutualidad continúa envuelta en problemas. El último
Consejo General de la mutualidad extrajo una conclusión:
el modelo está en números rojos. Así lo confiaron organizaciones sindicales a este periódico.
Esa financiación, además, ha llevado a CSIF, que dispone de un vocal en esta ‘cumbre’ de Muface, a amenazar con
nuevas movilizaciones si el Gobierno “desmantela” la mutualidad. En este punto cabe señalar que el modelo aplicará algunas de las medidas propuestas por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) en su informe ‘Spending Review 2022-2026’. Este documento, al que tuvo acceso
Redacción Médica, proponía
cambios en materia farmacéutica y en el propio modelo, y es que se proponía la
desaparición progresiva de Muface.
Con ello, lo que sí ha dejado claro la dirección general de Muface es que
eliminar la sanidad concertada no está entre sus planes. Tampoco la derivación progresiva de los funcionarios al Sistema Nacional de Salud (SNS). Pero sí que tratará de optimizar sus recursos y
aplicar acciones en el ámbito farmacéutico.
Muface seguirá adelante durante los próximos tres años. Así lo establece el contrato del concierto sanitario. No obstante, entre los planes de la dirección general ya está esa
reforma estructural del modelo. Un cambio que llega tras la mayor crisis de la historia de Muface, y que cuenta, por el momento, con el visto bueno del sector asegurador, de Moncloa, y de la propia dirección general de la mutualidad.
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